“How to Live
with your Parents
(for the Rest
of your Life)”
EEUU
2013
Sinopsis (Página
Oficial):
Polly (Sarah
Chalke) es una madre soltera que se ha divorciado recientemente. La
transición no ha sido fácil para ella, especialmente con la economía actual.
Así que, como muchos de los jóvenes que viven en esta nueva realidad, ella y su
hija, Natalie (Rachel Eggleston), han regresado a casa con sus padres…
un tanto excéntricos, Elaine (Elizabeth Perkins) y Max (Brad Garrett).
Pero Polly y sus padres ven la vida a través de diferentes lentes
generacionales. Polly (a diferencia de cómo se crió) aspira a estar organizados
y juntos, mientras que Max y Elaine viven una mayor fluidez e improvisación su estilo
de vida actual. Polly quiere ir despacio con sus nuevas relaciones, mientras que
sus padres animan a que sea más sexualmente aventurera. La compañera de trabajo
de Polly y amiga íntima, Jenn (Stephanie Hunt), también anima a que salte
al mundo de las citas.
Remito al
lector a que vuelva a leer la sinopsis y medite sinceramente sobre la última
corriente apatowiana de la nueva
comedia norteamericana. Los adultos inmaduros pueblan el firmamento fílmico y
también catódico. No hablo de la integración del nerd a los circuitos y cánones
cotidianos como puede formular “The Big Bang Theory” sino de series (con mocosos y padres mocosos) como “Ben and Kate” o “Guys With Kids” que llegaron en la hornada norteamericana otoñal, “The Mimic” o “Me and Mrs Jones” por parte british
o “How to Live with your Parents”
como estandarte para el 2013. Los dos primeros capítulos de la sitcom de la ABC, pese a sus flojas críticas, han funcionado bien con el lead-in de
“Modern Familiy”. Precisamente la
serie que ha creado Claudia Lonow (“Casi sin querer” y “Pasados de vueltas”) pretende aunar
una porción de la comedia que ha dominado el panorama televiso desde que fue
concebida. Las familias disfuncionales siempre han sido el escaparate de la
buena sitcom pero el principal problema de esta serie es que no hace gracia… Ninguna
gracia.
Polly es una mujer divorciada que debe mudarse con sus padres junto con su hija debido a su precaria economía. Sus padres supuestamente son excéntricos… pero no van más allá de caricaturas y la niña es completamente insufrible. Normal, ¡con esa mala-madre a la que le falta un hervor! La vuelta regresiva a la adolescencia en un mundo de citas con unos padres que querían vivir una libertad hedonista y se ven atrapados en un círculo vicioso y censor, podría deparar desopilantes situaciones sobre cambios de roles. A los guionistas, al parecer, no se les ha pasado ninguna buena idea por la cabeza. Se está comparando al matrimonio que forman Elizabeth Perkins y Brad Garrett con el que componían Dustin Hoffman y Barbra Streisand en “Los padres de él”. No es que el asunto vaya de hippies e hijas que vuelven a roles de la pubertad sino que “How to Live with your Parents” es tímida a niveles de lo políticamente incorrecto, infantil cuando quiere ser transgresora y sumamente poco inteligente cuando las situaciones son propicias para el exceso y el desvarío. Los actores no tienen culpa aquí de tener libretos que no explotan en absoluto la inmadurez, a las familias disfuncionales y los choques generacionales.
Si las comparaciones son odiosas, la cadena ha fomentado la diferencia y exclusión de su propia serie al colocarla después de “Modern Family”. Los fans de “Scrubs” que se acerquen aquí por Sarah Chalke… saldrán huyendo de nuevo a casa de sus padres a tanta velocidad que intentarán viajar en el tiempo y volver a 2001. Los guionistas de esta serie tendrían que haberlo hecho antes de plasmar una de las más nuevas y flojas comedias del 2013.
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