Tres capítulos emitidos de “Hannibal” deberían dejar claro tanto
el impacto de la serie a distintos niveles. Si bien es cierto que los datos de
la ficción no son espectaculares desde una perspectiva general sí son más que
decentes dentro de la misión suicida que le ha encargo la NBC. A nivel de repercusión en
índices de calidad, la serie ha convencido más a público que a crítica. Los más
críticos han descuartizado y masacrado sus guiones, los diálogos, las
actuaciones y el conjunto como pretencioso, lento y una pésima copia David
Fincher. Leídos ya los comentarios más sádicos, sangrantes y furibundos
sobre “Hannibal” es momento de que otros disfrutemos de su tercer
capítulo emitido de su primera temporada. “Potage” devuelve el estilo
impuesto en la serie y nos desvela que está por encima de sus competidoras
actuales. Sí, hablo de “The Following” y “Bates Motel”…
“Hannibal” ha encontrado un interesante y
brillante hueco en la ficción actual y la moda por lo macabro de abrillantar
—muchas veces a golpe de simple trapo y Cristasol— a asesinos en serie, su
legado, tradición e inspiración en esas mentes mortales norteamericanas
atrapadas entre la devoción y el reflectante espanto. Al contrario de lo que
pueda parecer para una aparente serie procedimental que no está amparada por la
televisión por cable, la ficción que desea retratar a Hannibal Lecter ha preferido la elipsis, la observación y el erotismo del
crimen como formas de la imagen y discurso. Nos insinuación y sugieren
que Hannibal Lecter es un copy-cat que
utiliza a otros asesinos en serie para conseguir ingredientes para su cuisine. Y aquí va a encontrar
una ayudante de cocina: Abigail Hobbs. Los parecidos físicos con Clarice
Starling son notables (¿más a Julianne
Moore que a Judie Foster… o un
híbrido de ambas?) y, aquí, tenemos unas premisas muy jugosas en un juego que
va a ser a tres bandas.
Un flashback
nos traerá los recuerdos de Abigail Hobbs, de caza junto a su padre Garret
Jacob… Un ciervo y un cuchillo directo al esternón nos mostrarán realmente cómo
el asesino honraba a sus víctimas… Abigail Hobbs no es realmente la cómplice
de su padre y al sobreponerse del coma
comenzará una nueva perspectiva sobre la serie. Jack quiere que Will pregunte
directamente a Abigail sobre los asesinatos de su padre pero Alana, como
psiquiatra, prefiere ser la encargada de que la joven se recupere y se abra.
Está claro
que Jack Crawford prefiere la aventura del Dr. Lecter por conseguir respuestas
rápidas que la paciencia de Alana. El alta médica y su ‘devolución’ a aquello
que fue su hogar obviamente va a provocar terribles consecuencias. Freddie Lounds sigue siendo una metomentodo
y será expulsada de la habitación de Abigail por Will Graham y Hannibal. A la
salida Freddie intenta disculparse (falsamente) con Will por insultarle y
llamarle monstruo delante de Abigail. Will no se amilana con las amenazas de la
pelirroja y contraataca: no es muy inteligente molestar a un hombre que piensa
en matar a la gente para ganarse la vida. Freddie tiene material de portada,
por un lado, y mal-mete al hermano de una de las víctimas (Nick Boyle) para
aumentar el sensacionalismo de la historia buscando un careo entre ambos. El
inconveniente es que esa víctima es la del copy-cat. ¿La víctima de Hannibal Lecter? La insinuación de la serie no es explícita
pero la vinculación en ese triángulo que forman Hannibal, Will y Abigail es más
que interesante y sugerente. Abigail escuchó a Hannibal llamar a su padre y el
doctor quiere ‘reclutarla’… mientras que Will quiere dar caza a ese misterioso
copy-cat y llevar a la luz a Abigail. Digamos que Abigail va a funcionar como una Clarice Starling: no es una
asesina en serie pero tiene un perfil psicológico que podría desviarse a tal
fin. ¿La perfecta pareja / hija de Hannibal? Recordemos que Clarice era una
agente del FBI y aquí Abigail va a ser una perfecta gema y piedra preciosa en
bruto para someterla al gusto de Hannibal… si Will no puede evitarlo, claro.
La amiga de
Abigail, Marissa, es presentada para indicarnos que gran parte de la sociedad
piensa que la joven es la cómplice de los aterradores crímenes de su padre…
Crímenes sin huellas porque Garret Jacob aprovechaba todo. El asesinato de
Marissa siguiendo la onda macabra de las cornamentas, seguramente perpetrado
por Hannibal, quiere conseguir culpabilizar a Nick Boyle de ambos crímenes y
llevar al lado oscuro a Abigail. La joven acabará con el esternón de Nick y
hábilmente Hannibal ofrecerá un par de salidas dejando claramente limitada la
respuesta. La promesa que se realizan tanto Abigail como Hannibal por mantener
sus secretos nos transporta a los ecos de los encuentros de Lecter y Clarice Starling. La serie está
servida como buen manjar y lista para ser devorada por los comensales… Es
decir, nosotros, los espectadores.
Magnífica serie y estupenda review. Yo también realizo una review de esta serie, o se intenta jeje. Muy buen blog
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