“The
Newsroom” llega a su tercer capítulo de su segunda temporada, “Willie Pete”, para proponer al
espectador un juego de acertijos sobre los motivos del lapsus creativo de Aaron Sorkin. ¿Por qué se estancó aquí
el creador de “El ala oeste de la Casa Blanca”? Veamos, esta temporada vuelven a
estar presentes la controvertida visión utópica de la (im)posibilidad de ofrecer
un periodismo teórico en un mundo plagado de intereses corporativos y políticos
que empañan la práctica del mismo. También nos topamos con los riesgos de que llegar al fondo
de un asunto puede provocar errores fatales, como vamos a presenciar con la operación
encubierta llamada Genoa —inspirada en la polémica que generó la CNN en 1998 con una información similar por la
que tuvo que pedir disculpas y ofrecer cabezas—. Con el movimiento Ocupy Wall
Street y el ‘silencio’ de los medios obligar a responder a esa política que se niega a dar respuestas, es momento de
repasar “Willie Pete”.
Nina Howard vuelve a la serie ya que una
filtración ha provocado que se entere de que la gripe, que evitó a Will McAvoy ‘cubrir’
el décimo aniversario del 11-S, fue falsa para quitarlo del medio tras su
enfrentamiento con el Tea Party. Que Nina tenía ganas de romance con Will era
una obviedad pero que también ésta escuchó el mensaje al completo, en el que el
presentador de News Night declaraba su amor a MacKenzie, la posiciona en una situación comprometida. Precisamente es MacKenzie
McHale la víctima de la tensión sexual que no se resolverá hasta que
acabe la serie y que provocará que Nina no quiera publicar la noticia ante la
sinceridad y encuentro de Will. Que
acaben liados no va a sorprender a nadie, aunque que MacKenzie se ponga en contacto con la periodista sensacionalista para
agradecerle que haya parado la exclusiva y quiere indagar sobre el contenido
del mensaje, posiciona la longevidad de ese amor subterráneo que no verá la luz
hasta que suenen los vítores del series
finale.
Tendremos efectos
secundarios de los medicamentos que
toma Maggie para su inminente viaje a África como contrapunto cómico, al
igual que las sillas giratorias tuneadas de Don, para contrarrestar los nuevos
intentos de Neal para que Ocupy Wall Street tenga cabida en News Night o las
pesquisas de Will para saber quién le delató. Jim estará ocupado mostrando su
frustración y rebeldía en la campaña de Romney en clave de road-movie
política con romance (profesional) soterrado en la figura de Hallie, mientras que Sloan tendrá
diatribas morales sobre la economía y las inversiones lucrativas. “The
Newsroom” siempre está salpicada de dicotomías y dilemas y también de mucha
hipocresía sobre esos políticos que declaran algo que posteriormente incumplen.
Ejemplo de ello podría ser ese vídeo de
un debate del Partido Republicano en el que vía youtube soldado en misión es abucheado por declararse gay.
Reese Lansing va a ser el mayor y vengativo antagonista de Will y Charlie, ya que no
soportó que le chantajearan. Fue él quién quiere filtrar el descarte de la
cadena de Will y descubriremos que realmente no había grabación y todo fue un
farol involuntario. Reese, ante la negativa de Nina de publicar la historia, la ofrecerá a otro medio. ¿Ha comenzado la guerra interna? ¿O simplemente la serie nos quiere recordar aquí quién es el villano desde el principio? Como esta temporada tiene como trama troncal la operación
Genoa, Jerry y Mac seguirán con su investigación y se toparán con Eric Sweeney.
La misión era extraer dos prisioneros de guerra y marines de Pakistán y en la
misma los soldados estadounidenses utilizaron fósforo blanco y gas sarín sobre
la población civil. Mac y Charlie desconfían y Jerry cree ciegamente en la
historia… e incluso se recurren a los tweets publicados en esa zona en el
momento de la operación para dar credibilidad a la misma. “Willie Pete”
va a cerrar con un tweet homónimo que significa ‘Fósforo Blanco’ y que más tweets describen la operación encubierta dando realidad a través de la virtualidad. ¿Alegoría del nuevo periodismo? La gracia de la temporada es que la ficción se pone a la altura de lo fidedigno ya que dicha información nos es mostrada desde el arranque de la temporada con
la misma perspectiva que el resto de material real utilizado. Sabemos el
destino y su alcance, así como que ese billete de 100 dólares que entrega Mac a
Maggie como vieja tradición nos contará terribles historias de su viaje a un a
orfanato en Uganda. La sinceridad y la transparencia de la ficción son loables
dejando cierto halo de misterio en las consecuencias que comenzaremos a ver en
breve. ¿Fue aquí precisamente donde Sorkin se quedó atorado sin poder
dar una salida al callejón donde que quiere meter a sus personajes? ¿Le faltaba contundencia para golpear a su Don Quijote con más letales molinos y gigantes?
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ResponderEliminarCOMENTARIO SIN SPAM: El personaje que más me gusta de the newsroom es Mackenzie McHale es súper buena en su trabajo.
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