Al
final, Corina nunca llegó a probar la leche Pascual. Una pena. Pese al radiante
desenlace y beso romántico que daba pie a la última página del noveno programa
de “Un príncipe para Corina”, el epílogo del cuento que parecía feliz —con
una piscina con olor a regaliz— ha quedado en perfume barato de rastrillo. Diferentes
medios se han hecho eco de las declaraciones de Corina Randazzo, una vez se le pasó su habitual resaca, donde
confirma que Pascual es un muy buen amigo pero nunca llegaron a formalizar su
relación. ¿¡Y para eso 9 programas y 25 pretendientes!? Repito: ¡9 programas y 25
pretendientes! Otra cuestión extraíble de todo el desternillante asunto es que
realizar periodismo sobre redes sociales es un arma de doble y peligroso filo. Un
ejemplo es el siguiente tweet desde las cuentas de ambos protagonistas después
de la emisión del último programa:
@pascualprincipe cariiiii q bonitoooo!!! He llorado como un bebeee!!! Me ha encantado cielo pic.twitter.com/64uyMFutzP
— CorinaNadiaRandazzo (@CorinaRandazzo) July 8, 2013
¿Parecía que el final del cuento proseguía en la actualidad?
Pues va a ser que no. La mejor serie de ficción española de 2013 se ha
mantenido fiel a su formato: cualquier parecido con la realidad es mera
coincidencia. Podríamos entender que Corina diera carpetazo a su relación con
el policía gaditano para salir en Interviú y pasear sus modelitos por los
platós de televisión pero tampoco son sus intenciones, aunque nunca se pueda
decir que de tal agua no se beberá… Tampoco el spoiler y trolleo de Dinio
García se ha cumplido a rajatabla. De acuerdo, Pascual ganó pero no conquistó
finalmente el corazón de su princesa y no siguen juntos. Y, para finalizar,
tampoco nos imaginamos a la tal Corina como una nueva diva televisiva cuando siempre
ha afirmado que fue precisamente la televisión aquella que acudió a su persona.
Dice que quiere ser entrenadora personal y estudiar para tal desenlace, poniendo
punto final a su aventura catódica, y su falta de oportunismo constata nuestros
malos, venenos y pérfidos pensamientos: nuestra princesa paleta no sabe aquello
qué quiere y comía con los ojos. Pasó de Diego y su yate llamado ‘polla’, pasó
de un chino vasco, pasó de protagonizar las aventuras románticas de Capitán
América y pasó de hombres tan atractivos y seductores como un vampiro fan de
OBK, Restituto o David Pedre. En definitiva, ¿una auténtica tomadura de pelo o
un recordatorio que nos confirma que “Un príncipe para Corina” fue una
serie de ficción?
Con el guapísimo Restituto nunca hubiera pasado esto |
Y colorín colorado este cuento, al parecer, nunca se ha
acabado. O sea, que continuará...
Me siento ofendido como telespectador y todo xDDD
ResponderEliminarDa la impresión de que todo fue un montaje desde el principio y que la niña tenía claro su rol como el del resto de 'secundarios' cogidos de agencias de actores y figuración. ¡Muy fuerte!
EliminarTrágicos saludos! :(