viernes, 19 de julio de 2013

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Camp: ¿Amor veraniego o mojón campero?

Serie de TV
“Camp
EEUU / Australia
2013

Sinopsis (Página Oficial):

Sin cobertura y a millas de la civilización, Little Otter Family Camp contiene la diversión del verano para todos. Los padres preparan sus gin tonics mientras sus niños se vuelven salvajes y los mentores adolescentes se acercan y alejan del amor.

Mackenzie Granger (Rachel Griffiths, “A dos metros bajo tierra”, “La boda de Muriel”) es la dueña del campamento y directora. Aún recuperándose de su reciente divorcio, Mackenzie está lista para un nuevo comienzo. Ella está manejando las cosas por su cuenta por primera vez y luchando para mantener a raya los problemas económicos de Little Otter. Considera una oferta de compra de Roger Shepard (Rodger Corser, “Bajos fondos”), el dueño arrogante pero sexy del campamento de lujo del lago. A pesar de su buen juicio, su relación de amor-odio se intensifica rápidamente. Mientras tanto, empieza a darse cuenta de que su encantadora pero mucho más joven manitas, Cole (Nikolai Nikolaeff, “Sea Patrol”), podría estar interesado en algo más que una relación profesional.

En medio de todo esto, Mackenzie está luchando por ser una madre soltera con su hijo Buzz (Charles Grounds), un consejero en entrenamiento en Little Otter este año. Considerado un atrevido y exuberante bicho raro, Buzz se compromete a perder su virginidad antes de finales del verano. Él hace amigos rápidamente como Wampler Kip (Thom Green, “Academia de baile”), un compañero del campamento más reservado que esconde un secreto. Kip se siente atraído por Marina Barker (Lily Sullivan, “Mental”), una joven hermosa que por un malentendido ha llegado al campamento para reinventarse a sí misma…

El verano es corto y dulce. Es un momento mágico en el quedó separado para tener suerte y provocar que los recuerdos que guardamos con nosotros sean para el resto de nuestras vidas.

Crítica Bastarda:

Si no pudo con ninguna de sus nuevas sitcoms, NBC prueba a intentarlo de nuevo con una comedia dramática de una hora (con anuncios). “Camp” desea ser un pasatiempo veraniego a costa de una cara conocida (Rachel Griffiths) y media Australia traída junto a la actriz que siempre quedará encadenada a “A dos metros bajo tierra” y “La boda de Muriel”. De hecho, es una coproducción rodada en Tweed Shiree en New South Wales… aunque obviamente el paisaje australiano desea extrapolarse a la cultura norteamericana y los datos de audiencia de sus dos primeros capítulos no han sido en absoluto desdeñables. ¿De verdad que “Camp” va a ser lo que mejor funcione a una cadena en crisis después de unos bomberos musculados apagando incendios y un cazador de monstruos sacados de cuentos infantiles haciendo un plagio de ‘Fábulas’ sin que se note mucho?


“Camp” no aporta absolutamente nada nuevo y no es para nada ‘camp’. ¡Ni siquiera vale como juguete veraniego! Es cierto que la NBC necesita un flotador llamado audiencia para no hundirse en la más total de las miserias, pero lo extraño es que lo consiga con series tan trilladas repletas de lugares y personajes comunes: adultos disfuncionales, gente que se odia y está fornicando a los diez minutos, amores de milf a tres bandas, parques con lago divididos entre gilipollas (y guapos) eficientes y losers con problemas económicos y un sinfín de historias y secundarios que ya hemos visto mil y una veces y no precisamente en un campamento de verano... Quiero aquí evitar cualquier conexión con ese engendro-reality perpetrado por Telecinco y ceñirme a esos personajes de ficción superados por la realidad más tróspida: la chica a la que llamen ‘puta’ y que no hace amigas, un enfermo de leucemia y una interminable ristra de traumas virginales y amores pasados por agua en el canalillo. Podrían haber intentado una variación de comedia ochentera con nerds y frikis pero está visto que el drama lo van a aportar conflictos paterno-filiales en un 80% con tensiones sexuales a espuertas y divertimentos juveniles para tener cierto aire refrescante; la limitación dramática es tan abismal como insultante.


El campamento se llama ‘Pequeña nutria’ pero aquí ese mamífero carnívoro llamado comedia está en dique seco… Y mejor no hablar del drama porque tampoco las cosas es que mejoren demasiado en su segundo capítulo. La sensación con escalas generacionales parece un mal-ejemplo de la ficción española engendrada y enquistada desde Globomedia para atraer a todo tipo de targets. Ni una madre soltera en apuros (sexuales y económicos) ni la drástica ausencia ochentera-nostálgica de todo el asunto para dotar de alegría al drama, me van a alegrar el verano… “Camp” quiere evitar los estereotipos pero en cierta medida parece caer en los mismos con la misma facilidad con la que los sortea. Le falta sal por mucho juego que quiera dar la comedia dramática y más teniendo la llegada de “Organge is Black” que la deja en evidencia y en matorrales menores. La nueva dramedia no es tan graciosa e inteligente como pudiera y mucho menos queda imposibilidad de tocar cualquier fibra sensible por numero flashback explicativo o enfermedad terminal que intente dotar de drama al asunto. Que pongan el monumental ‘Two Weeks’ de Grizzly Bear, que suene lo último de Vampire Weekend durante 30 segundos o que salgan muchas jóvenes en bikinis no es sinónimo de frescura. Aunque teniendo en cuenta que muchos norteamericanos volvieron a sintonizar la NBC para ver a bomberos macizorros apagando incendios y viviendo sus dramas… 

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