Hemos llegado a la última oportunidad que muchos espectadores le hemos dado al spin-off de “The Walking Dead” para convencernos apropiadamente de continuar con una serie que, por el contrario, poco o nada aporta y que nos ha dejado para colmo con una irregular entrega. “Wrath” y “North”, decimocuarto y decimoquinto episodio respectivamente de la segunda temporada de “Fear the Walking Dead”, marcan un season finale en el que deberían apuntalarse ciertos detalles que mantuvieran en vilo a una audiencia que da la impresión de esperar con mayor impaciencia las novedades alrededor de Rick y los suyos. ¿Se han convertido estos nuevos quince episodios en la crónica de la intrascendencia y el pasatiempo de relleno para mantenernos ocupados con el mundo postapocalíptico de AMC? Creo que muchos de esos televidentes podemos sentirnos como Travis al conocer del accidente Chris y su destino, pasando de la impotencia a la aceptación de ese nuevo orden que reina el mundo oscuro tras el supuesto fin. Tal vez uno reciba de su propia medicina cuando la esperanza se evapora y el odio se apodera después de numerosas decisiones estúpidas y absurdas por el camino. Es cuestión de fe y curiosamente la idea es que la propia ficción nos aparte de cualquier creencia en el futuro. En “Wrath” (2x14) vamos a ser testigos de cómo uno da lo que recibe y, contrariamente, el destino de los protagonistas —y por extensión de la propia serie— viene dictaminado de sacar el monstruo interior que albergan. ¿Nos merecemos ese carrusel de delirios y estupidez que muchas veces se ha apoderado de “Fear the Walking Dead”? ¿Hay futuro para el spin-off o podemos confirmar su práctica defunción y entierro? ¿Es el fin de nuestra fe? Repasemos los capítulos.
Podemos resumir “Wrath” (2x14) como la confirmación de la destrucción de un personaje inteligente como Madison Clark. Tras comportarse como una estúpida integral, como comodín de los escritores al encender los luminosos del Rosarito Beach Hotel, ahora tendrá que lidiar con una nueva crisis dentro de ese refugio en el que trata de construir algo mayor. La llegada de Travis va a dinamitar todo junto a esos convalecientes Brandon y Derek. Ambos revelarán a Madison que Chris iba al volante de la furgoneta y su propia inexperiencia a la hora de conducir produjo un accidente del que no salió con vida. ¿Y ya está? ¿Tanto rollo con Chris para que muera de una manera tan cutre y tan poco efectiva a nivel argumental? Para liarlo todo, Madison comete otra estupidez (ya marca de la casa) al tratar de apartar a su esposo de la verdad para evitar destruir esa esperanza que ella misma comparte. Podemos aceptar lo anterior pero, no obstante, resulta incoherente que Madison monte un pollo para hacer que la propia multitud cargue sobre ese par de jóvenes y así fomentar el exilio de ambos. ¿No contó con que las paredes del Rosarito Beach Hotel no están insonorizadas y que da lo mismo que uno esté en la décima planta que en la baja y escuchará todo? ¿Tuvo que esperar a que su pareja se echara la siesta? La cuestión es que Travis se percatará de todo y surge la tragedia al ver que su hijo no está con esos compañeros de aventuras con los que partió. Drama en 3, 2, 1… Dicho y hecho. El interrogatorio con violencia de Travis acerca del destino de su hijo Chris conlleva descubrir que sí sobrevivió en el accidente y que sus amigos le aplicaron de su misma medicina al tener una grave lesión en su pierna. ¿Y ya está? ¿Todo va a ser tan random y cutre? Travis decide hacer algo lógico (?) como asesinar a sangre fría y con sus propias manos a Brandon y Derek y dejar a Oscar gravemente herido en el proceso de encerrarse como una mala bestia en esa habitación que pronto se llenará de sangre. Y Madison, por supuesto, gritando al otro lado de la acristalada puerta. ¡La que has vuelto a liar, cacho perra! ¡La culpa es tuya (again)!
Por parte de Nick veremos como éste trata de hacer un pacto con Marco para que La Colonia siga al margen de sus maquinaciones. El problema es que Marco ya tiene su propia agenda para hacerse con ese refugio y ha formalizado una alianza con otro poderoso cártel de droga de la zona para conseguirlo. Aunque Marco nunca ha dado la impresión de ser un villano aterrador se personifica ahora como un narcotraficante que hará todo aquello que sea necesario para asentar su rentable modelo de negocio en ese mundo apocalíptico y oscuro. La supervivencia, al fin y al cabo, es el nuevo mercado y droga… Marco ejecutó a Francisco a su hija y esposa y revela a Nick sus cuerpos para que se dé cuenta que no se detendrá ante esos inocentes habitantes de La Colonia. ¿La única posibilidad es huir? ¿Lo hará Luciana o Alejandro? Los escritores han preparado evidentemente aquí la conversión de uno de los pacientes de la enfermería para que ataque y muerda tanto al líder de La Colonia como a un par de miembros del refugio. ¿De nuevo todo random y manteniendo la cuota gore del producto? La idea es que, además, Alejandro confiese ante Luciana y Nick que no es inmune y su mordida fue por ese joven drogadicto al que protegió antes de ser parte de la horda de muertos vivientes o comida de los mismos. Mientras que ese par de víctimas infectadas acaba en el muro de caminantes que protege a La Colonia, Alejandro se ciñe a su mentira y encima Luciana decide quedarse en aquel sitio que se ha convertido en una futura e inminente pira funeraria de balas de fuego… ¿Qué hará Nick para convencer que huir es la mejor opción?
En “North” (2x15), season finale, se confirma que los guionistas han posicionado los arcos argumentales para que los personajes abandonen sus refugios y tengan que buscar otros nuevos. La mecánica del espectáculo de AMC pasó por que los protagonistas deambularan por ciertos escenarios sin dar tiempo a su digestión al otro lado de la pantalla, haciendo que desfilaran personajes que apenas fueron meras proposiciones. ¿O alguien se acuerda ya de Celia Flores, Alex o ese protonovio de Alicia? Los productores nos avisaron que esta segunda parte de la temporada facilitaría el asentamiento en distintos frentes del diseminado grupo, conformado por varias familias, con el que arrancó la serie. No sé hasta qué punto son sugerentes los flojos e incoherentes medios para llegar al final de esa historia que queda por contar. Otra cuestión es que el suspense nos permita pensar en el futuro de algunos encuentros que vivirán personajes como Ofelia, atravesando la frontera para toparse con un extraño hombre armado que le da la bienvenida a EEUU. Las intenciones, además, son que los Clark y Travis hagan un extraño pacto de sangre que sirva de punto de partida para un nuevo camino y proposición argumental dentro de “Fear the Walking Dead”. El conflicto es que esos padres, que harían cualquier cosa por sus hijos, abracen esa oscuridad que ha crecido en su interior. No son mejores sino peores y matarán siempre cuando alguien se ponga en su camino y amenace a los suyos. La nueva inteligente bombilla sobre la cabeza de Madison pasa porque su hija y Travis abandonen el Rosarito Beach Hotel haciendo un pacto con Elena Reyes. La muerte de Oscar complica todo y será Alicia aquella que complete ese pacto de sangre y muerte al acabar con Andrés al tratar de vengar a su hermano y considerar firmemente asesinar a Travis. Con el triángulo de sangre y asesinatos completado, Victor Strand ayudará a escapar a esos personajes que deciden tomar una furgoneta para buscar a Nick y hallar pistas sobre La Colonia en ese ya abandonado mercado. Y yo digo: ¿no podían haber hecho ESTO Marco y los suyos? Victor es inteligente y pasa de dramas y pajas mentales por lo que se queda. Nick, por su parte, tratará de buscar respuestas fuera de La Colonia para toparse que a la distancia hay un refugio en el que helicópteros aterrizan… y convence a Alejandro para que se sacrifique por su comunidad. El mártir engaña a Marco y su banda armada para que piensen que han conseguido el objetivo de tomar La Colonia para, posteriormente, apartar el autobús que separa la horda del refugio y que los muertos vivientes se den un festín con esos incompetentes hombres armados que solamente sabían disparar al aire. De nuevo, todo tan precipitado como gratuito y ciertamente absurdo. ¿O no se podía quedar ningún hombre atrás ante tan plan estúpido y mierder? De acuerdo, hay un claro contexto sociopolítico en todas las tramas pero, ¿merece pagar un precio tan alto a nivel de pérdida de neuronas? Mientras que Nick y Luciana conducen a los suyos a la frontera de EEUU, Madison, Travis y Alicia llegan a La Colonia para que veamos el final de los malos-malosos de la temporada y que Alejandro revele esa conexión con Nick y parte de su destino. Las intenciones, por el contrario, de “North” (2x15) son que la perdamos la propia fe tanto en la serie como en el destino de los personajes ya que Madison, conceptuada como ese ángel para Alejandro, acabe con él evitando que le veamos transformarse en muerto viviente o confirmar si era realmente inmune como broma macabra póstuma. Hubiera sido atractivo e irónico, argumentalmente hablando, que Alejandro revelara que al final sobrevivió a la infección y se quedara con todo el mundo, incluida la audiencia y él mismo. Nunca lo sabremos… por Madison vuelve a arruinar todo… como siempre. Y si la madre no para de cagarla, su hijo salió a su mamá… Resulta que si alguien esperaba que a Nick y los suyos les esperaran con los brazos abiertos en ese supuesto campo de refugiados estaban, obviamente,a apañados. Las drogas le dañaron el cerebro, confirmado. Y es que un grupo de hombres armados disparará a diestro y siniestro disipando el grupo de supervivientes de La Colonia. Luciana queda herida y Nick en el suelo a merced de esos hombres que no dudan en llamar estúpido al ex drogadicto de la serie. Forrest Gump tenía razón: tonto es el que hace tonterías… Y “Fear the Walking Dead” quiere ganar el premio a la serie con el mayor número de estupideces del año. Así cualquiera pierde la fe… En resumidas cuentas, que nos hemos quedado con la misma cara que Alycia Debnam-Carey.
A continuación, las reviews de esta segunda temporada de “Fear the Walking Dead”:
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Si ya sabía yo que el niñato palmaba y encima a lo cutre, para que currarse un poco su muerte, le hacemos lo mismo que al otro idiota, herida en pierna y bala en la cabeza y ala solucionado. Ofelia es otra que es tontísima la pobre, que mal le va a ir. Strand toma la decisión más inteligente, ¿por qué me voy a mover de un sitio seguro y tener que estar sufriendo las decisiones de esta familia de memos? Mejor me quedo como estoy y que esta panda se las apañe como pueda.
ResponderEliminarY ahora volverán a USA, seguro, si es que no hay nada como el hogar, aunque este infectado de zombis. También pienso que esta serie es solo para mantener medio a raya el mono por The walking dead y que ese es el perverso y verdadero objetivo de los productores, por eso no tiene ni pies ni cabeza. Tranquilos yonkis, que la droja buena llega en 3 semanas.
Saludos!
falto mencionar que los que les dispararon al final a nick y al grupo parecen ser de los famosos salvadores, fijense bien, me dejan coments
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