Llegados prácticamente a la recta final de la segunda temporada de “Fear the Walking Dead” nos encontramos ante la necesidad absoluta de plantearnos si continuar o no con el spin-off perpetrado por AMC. Tal y como comentaba en anteriores reviews, la serie nunca ha sabido encontrar su propio espacio ya sea por los personajes, los impacientes guionistas y productores o, simplemente, por sus malas decisiones argumentales. Resulta bastante irritante y desolador descubrir que los personajes más inteligentes y cerebrales como Victor Strand o Madison Clark cometan decisiones estúpidas y absurdas que los desacrediten al otro lado la pantalla. Es cierto que “Fear the Walking Dead” necesita giros de guion para avivar la llama de su historia pero otra cuestión no menos importante es el precio a pagar. “Date of Death”, decimotercer episodio de la nueva entrega del spin-off de “The Walking Dead”, confirma esa tónica divisada en anteriores capítulos respecto a un contexto claramente sociopolítico sobre los ‘refugiados’. Esa alegoría ya se divisaba en esas imágenes con los protagonistas a bordo del Abigail y su necesidad vital de no poder dejar subir a bordo a cualquier nuevo miembro, entablando esa metáfora plenamente actual. Pero, repetimos, ¿cuál ha sido el precio a pagar por el propio espectáculo? ¿Manosear un conflicto como el influjo maternal sobre una madre coraje era necesario para que Madison cometiera una contradicción más que una mala decisión? La cuestión es que al encender el gran luminoso del Rosarito Beach Hotel la señal ha atraído a todo tipo de supervivientes. Se trata de un gran ‘castillo’ para albergar a decenas de personas pero el problema pudiera ser la propia estabilidad del lugar para que puedan sobrevivir todos. Y, por lo tanto, volvemos a esas imágenes en las que las masas se agolpan sobre una inexpugnable verja y valla que separa un mundo de comodidades a otro tremendamente peligroso. La alegoría es tan visible como risible por su modo de conseguirla y que Madison pida disculpas a esos refugiados (en su propia lengua y en inglés) por no abrir las puertas da la impresión, al mismo tiempo, de ser un mensaje dirigido a la audiencia. Pero, ¿qué hará cuando vea aparecer entre la masa a Travis? ¿Por qué llega solo y es poco proclive a contar su historia? ¿Qué pasó exactamente con Chris Manawa?
He aquí un capítulo que simplifica el concepto del destino y que muchas veces recibimos respuestas equivocadas. De este modo, “Date of Death” trata de unir historias cruzadas y algunas coincidencias que den sentido al título del episodio. Existe un momento dentro consciencia, y lectura interna de la serie, cuando Travis afirma que da lo mismo lo que hagan: la misma historia con diferentes personas. Y, en cierto modo, “Fear the Walking Dead” decidió impregnarse tanto del universo de “The Walking Dead” que al final estamos viviendo las mismas modulaciones que la serie original de AMC. El problema es que los guionistas no se están fijando apropiadamente en las posibilidades de la historia que plantean, ya que he aquí una oscura fábula sobre monstruos en la transformación de Chris Manawa para sobrevivir y constituirse como uno de los nuevos protovillanos desde ese nuevo orden y mundo postapocalíptico. Travis, su padre, siempre se había constituido como un baluarte moral dentro de la serie y ese enfrentamiento con su hijo era inminente ante la forma correcta de sobrevivir divisada por su hijo. Sabemos que Travis no realizará el mismo sacrificio y brutal acto perpetrado por Carol Peletier frente a las tendencias psicópatas de Lizzie Samuels y que su soledad se debe a la crónica de una separación anunciada. Que no nos cuenten más cuentos.
El relato y percepciones de Travis frente a lo sucedido, valiéndose de flashbacks, sirven a Madison para sincerarse con su hija respecto a la muerte de su padre y dar sentido a todos esos arcos argumentales y conflictos entrelazados en los anteriores episodios. El problema vuelve a ser el mismo. ¿Nos importa todo ese drama familiar a estas alturas de la temporada o “Fear the Walking Dead” trata de constituir personajes más interesantes y profundos desprendiéndoles de su bidimensionalidad? La balanza, como suele ocurrir dentro de esta serie, se queda en terreno de nadie y seguramente con el tiempo y ante la pérdida de espectadores se planteen en qué se equivocaron. De momento, da la impresión de que tiene alguna clase de jugada respecto a Chris al utilizar como cliffhanger final la llegada de esos ‘amigos’ que no dudaron en acabar con su compañero herido para que nos frenara en su camino. Chris es conocedor del precio para sobrevivir y en qué ha de convertirse y su padre es incapaz de seguir esa estela condenada a la deshumanización. El suspense de “Date of Death” es, por lo tanto, un concepto disfuncional al saber tal y como indicábamos anteriormente que Chris sería incapaz de matar a alguien salvo causas de fuerza mayor. Y mucho menos, evidentemente, a su hijo. Con las víctimas enterradas y ese concepto del destino centrado en las fechas de nacimiento que comparten ese granjero y el propio hijo de Travis. Chris ha dado pasado al lado oscuro y no es que vaya a convertirse en un Sith o en el Negan de la frontera mexicana (o de San Diego) sino que la serie vuelve al conflicto familiar como medida dramática. Chris vio que su padre al asesinar a su madre vio que realizó finalmente lo correcto pero esa chispa esencial para sobrevivir en el mundo oscuro que refleja la serie se evaporó posteriormente. Finalmente, ese sentimiento de humanidad se trasladará al grupo de supervivientes ya que el Rosarito Beach Hotel abrirá sus puertas a los refugiados y aquí pudiéramos pensar en aquello que pasó con los habitantes de Terminus. Alguien peligroso pudiera tratar de hacerse con el control del lugar y Madison y compañía tendrían que tomar medidas de choque para expulsarlos… Pero da la impresión de que esa es otra historia de futuro ya que lo que interesa es el cierre del episodio en el que Brandon y Derrick llegan a las puertas del lugar sin que sepamos las implicaciones de la historia pendiente de narrar. ¿Más flashbacks? ¿Ese es el nuevo juego argumental de “Fear the Walking Dead”? : ¿Qué pasó exactamente con Chris Manawa? Yo apuesto a que si Ofelia se separó del grupo principal y conoce la ubicación del hotel no fue un acto casual por parte de los guionistas. ¿Piensa mal y acertarás? ¿Y si el plan de Chris es utilizar la información que le facilitara Ofelia (en un encuentro que tuvieran ambos) para tratar de tomar el lugar y refugio? ¿Ha evolucionado hacia el villano de la temporada (o serie) tan rápido el personaje? Continuará…
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Chris la va a palmar al final de esta temporada y sino al tiempo. Es como el mocoso que salía en Juego de tronos y que "mató" a Jon Snow, todos lo quieren muerto. Aunque dudo que los demás tengan mucha esperanza de vida, a la gente le ha cansado este ritmo de si pero no que llevan, han estropeado los pocos personajes decentes que tenían, la serie huele a muerto.
ResponderEliminarHola Over!
EliminarTienes razón. Están convirtiendo al mocoso en un personaje despreciable para que disfrutemos de su muerte a modo de fanservice. El problema es que los personajes carecen de demasiada empatía con el espectador y los que parecían más inteligentes cometen estupideces.
Yo lo dejo cuando acabe la temporada salvo sorpresa de última hora. Y creo que no seré el único...
Saludos bastardos y gracias por el comentario. ;)