Atlanta: The Big Bang

Serie de TV

“Atlanta”

EEUU

2016

Sinopsis (Página Oficial):

La innovadora comedia de FX “Atlanta”, creada por Donald Glover, se centra en dos primos que trabajan por hacerse hueco en la escena musical rap de la ciudad.

Crítica Bastarda:

Troy Barnes fue uno de los personajes que dejó huella en la seriefilia y, sobre todo, en “Community” hasta su emotiva despedida en esa joya que conformó “Geothermal Escapism” (5x05). Su adiós vino marcado de rumores por los motivos de su abandono y si la cuestión venía lastrada por su carrera musical como Childish Gambino. En realidad, sus razones eran más oscuras y en las que se podía detectar cierta angustia y ansiedad y en su nuevo proyecto podemos percibir todo esa compleja amalgama emocional junto a las nuevas tendencias de la comedia dramática de la televisión por cable. Su tono cinematográfico nos acerca a toda esa hornada de proyectos que están tratando de (re)lanzar el formato televisivo hacia nuevos horizontes. Si bien “Ballers” o “Survivor's Remorse” están haciendo lo propio con el mundo del deporte y “Blunt Talk” con el universo de la fama televisiva (amén de “Vice Principals” con el cosmos del instituto o “Mozart in the Jungle” en lo que el mundo de la música clásica y la elitista orquesta se refiere), “Atlanta” aterriza para alternar un espectáculo musical focalizado en la escena del hip hop con otro de crecimiento personal y la ambición de su protagonista. Olvídese de cualquier efectismo y/o aspaviento formal similar al propiciado en “The Get Down” de Netflix sino que la propia vida real y sus complejas batallas ocupan el espectro de una propuesta amparada en el talento y registros de Donald Glover en todos los ámbitos de su serie. Creada, escrita y protagonizada por el actor, comediante y músico, la serie de FX desea proyectar la propia carrera del autor hacia ese amasijo artístico que rodea su vida. No obstante, aquí no tenemos (de momento) una historia sobre el mundo de la fama sino las imposibilidades de alcanzarla lidiando con trabajos basura y la necesidad de mantener a flote la relación con su novia y el hijo que ambos tratan de criar. 

En “Atlanta” existe también un claro contexto familiar con un grave problema que vivió el protagonista en su fase universitaria y que ha provocado cierto distanciamiento emocional y de confianza con sus padres.  A todo lo anterior se añada una capa audiovisual de esa ciudad que da nombre al espectáculo, siendo descrita desde un ámbito un tanto surrealista con extraños encuentros en autobuses e incluso en una comisaría de policía. Paper Boi (Brian Tyree Henry), ese rapero cuya carrera comienza a crecer y despuntar, conforma a la perfección ese espectro de un thriller urbano con toques de humor absurdo y nostalgia en el menú. La idea es que la serie de FX nos acerque bajo su carcasa y perspectiva contemporánea a ese entramado de drogas y armas del que fuimos testigos, por ejemplo, en “Straight Outta Compton”. Esa pose y fachada ahora es sustituida por una mirada que combina cierto realismo con una distorsión del contexto y el escenario, como si ese ‘pistoletazo’ de salida ofreciera algunas respuestas oníricas o de un reino fantasioso. También existe una vocación de incomodidad en la puesta en escena que culmina generalmente en actos violentos, sumando al conjunto de la propuesta los trapicheos y turbios negocios de Paper Boi y Darius. Pero “Atlanta”, no obstante, se centra en el drama personal de Earn Marks (Glover) y sus problemas económicos sin olvidar sus conexiones con su primo que podrían convertirlo en el mánager de una estrella del hip hop emergente. Al mismo tiempo, la comedia dramática de FX trata de desprender cierta pulpa social y reflexiva con problemas palpables que conforman las tramas secundarias. Desde la identidad sexual hasta los problemas mentales, el prometedor comienzo de la propuesta sabemos que nos va ir conduciendo a un viaje de crecimiento de sus protagonistas en ese mundo musical repleto de personajes excéntricos, criminales, el lado oscuro y viral de la fama y, sobre todo, ese peligro mayor llamado la vida misma. Esperemos que el título de su primer episodio (The Big Bang) sea profético y nos confirme una gran explosión que explique el origen de un nuevo universo televisivo estando, de momento, la crítica estadounidense ya está en el bolsillo de Glover.

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