Comienza la décima (y esperemos última) temporada de ‘The Big Bang Theory’

“The Conjugal Conjecture”, primer episodio de la décima (y esperemos última) temporada de “Big Bang”, aterriza en nuestras pantallas para comprobar el estado de una comedia que posiblemente se encuentre en esa terrible fase terminal de intrascendencia hasta su desaparición. La propia Kaley Cuoco reconocía que sus millonarios contratos (y escaso restante presupuesto para los guionistas) supondrían una renovación demasiado costosa para CBS y, en realidad, un tanto innecesaria a estas alturas de existencia de la sitcom. No obstante, la comedia de Chuck Lorre y Bill Prady ya entró previamente en una fase en la que todo estaba dicho y contado y la evolución de los personajes nos ha llevado a ver a Sheldon manteniendo relaciones sexuales con su novia Amy, a Penny y Leonard casándose y a Howard y Bernadette en camino de ser padres del primer bebé de la serie. Pese a que los escritores quisieron deshacer y rehacer todo, para mantener ciertas cuotas de tensión sexual, e incluso fueron a ritmo de tortuga en todas las tramas, finalmente, “The Big Bang Theory” se convirtió en un juego de parejitas en una versión descafeinada de “Friends” con físicos. Los datos son los datos y las opiniones del ‘público’ es lo que indican. El problema es que el público sigue al otro lado expectante, ofreciendo a CBS unas cifras millonarias de audiencia que bien valdrían la renovación por una temporada o más… Y el inconveniente es que la falta de idea, las sorpresas y gracias dan la impresión de haber quedado agotadas y en punto muerto. Precisamente “The Conjugal Conjecture” funciona más como season finale que como season premiere, retomando esa ceremonia familiar de Penny y Leonard para introducirnos y presentarnos (por fin) a la madre y hermano de la rubia y dar sentido a esa posible nueva relación entre los protagonistas de la serie. ¿Si Mary Cooper y el Dr. Alfred Hofstadter inician un idilio y enamoramiento no provocaría que Sheldon y Leonard fueran hermanos? La cuestión es que la relación de ambos físicos ha pasado por distintas fases como amigos y compañeros de piso y entendemos, por lo tanto, que la separación definitiva de ambos será un material de cara a esta temporada. ¿Cada uno por su lado… o Sheldon acabará siendo ese bebé de la pareja y ya consumado matrimonio? Repasemos “The Conjugal Conjecture” y recemos a nuestro Dios Bastardo para que sea el principio del fin. De rodillas te lo pido. 

Resulta anecdótico que “The Big Bang Theory” llegue en plena resaca de los Emmys para marcar su práctica intrascendencia en lo que alfombras rojas se refiere salvo nominaciones o premios técnicos y estrellas invitadas. Nadie va a salir engañado por confirmar que incluso las sitcoms más exitosas y premiadas de la televisión generalista acaban entrando en una fase de decadencia. Véase “Modern Family”, por ejemplo. Pero incluso la creación de Steven Levitan y Christopher Lloyd sigue vigente antes del estreno de su octava temporada siendo Sheldon y los suyos una moda pasajera y anécdota a estas alturas del juego. Como el invento funcionaba (y sigue funcionando) de cara a la audiencia, Chuck Lorre y Bill Prady entraron en una fase automática para dar más dosis bastardas de “Friends” a la platea, entrando en un bucle interminable e inaguantable salvo por pequeñas ráfagas de talento o funcionales planteamientos como los vividos en “The Opening Night Excitation” (9x11). El resto del conjunto sigue viviendo de rentas anteriores y atrapado en mecánicas ya nada interesantes, así que la cuestión es desquitarnos del drama en el que Sheldon y Leonard pudieran convertirse en hermanos ante la posible relación de sus respectivos padres. Como tenemos una boda por celebrar, es hora de las presentaciones que quedaban pendientes. Jack McBrayer y Katey Sagal son los nuevos fichajes para interpretar al hermano de Penny y a su madre… aunque si hicieran papeles contrarios la sitcom ganaría, al menos, en humor. Además, ¿quién puede tomarse en serio que Randall acabó en la cárcel por tener su laboratorio de metanfetamina y su papel de toxicómano con una dentadura nueva gracias a mamá?  ¿De verdad que la familia de Penny son ‘basura blanca’?

“The Conjugal Conjecture” confirma que la serie va a pasos de tortuga incluso con esa nueva y posible relación entre Alfred y Mary. Aquí lo que importa es una boda que ya fue boda pero seguirá siendo eternamente boda. La celebración no se sabe si es una deuda pendiente a los fans de “The Big Bang Theory” por su casamiento descafeinado en Las Vegas y aquello que desean conseguir es una sobredosis de azúcar y glucosa. Puede interesar uno de los nuevos fichajes para esta temporada de la mano de Dean Norris para interpretar al intimidante Coronel Richard Williams, supuestamente interesado en Howard (y en ese descubrimiento de los científicos). Paranoias aparte, salvo conocer que los genitales de Sheldon Cooper son una alegría para la vista (según Amy), poco o nada interesa en el regreso de la comedia de CBS. Con varios focos de interés y muchas estrellas invitadas, “The Conjugal Conjecture” queda con un extraño season premiere con unos estándares mínimos de entretenimiento y diversión para la audiencia más entregada. Más de 15 millones de espectadores siguieron en EEUU el episodio, por lo que podemos establecer que el invento (por mediocre o flojo que parezca) sigue a pleno rendimiento. El problema es que con todo exprimido, revertido y volteado a unos niveles absurdos, poco o nada se puede esperar de unas hipotéticas undécima y duodécima temporada… Se avecinan curvas para los cerebros de los televidentes aunque nosotros no estaremos aquí para contarlo… salvo que la ocasión lo requiera. Repito. Recemos todos juntos a nuestro Dios Bastardo para que sea el principio del fin. De rodillas te lo pido. 

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