MacGyver: No digan Angus MacGyver sino Ethan Hunt con navaja suiza

Serie de TV

“MacGyver”

EEUU

2016

Sinopsis (Página Oficial):

“MacGyver”, una reinvención de la serie clásica, es una aventura de acción alrededor del veinteañero Angus ‘Mac’ MacGyver, que crea una organización clandestina dentro del gobierno de Estados Unidos donde utiliza su extraordinario talento para la resolución de problemas poco convencionales y su vasto conocimiento científico para salvar vidas. Uniéndose a su equipo en misiones de alto riesgo en todo el mundo tenemos al rebelde ex agente de la CIA Jack Dalton y Patricia Thornton, ex agente de campo que se volvió en la directora de operaciones y Riley Davis, una impredecible hacker que sigue teniendo una espina clavada por su pasado. En casa, MacGyver es entretenido por su ambicioso compañero de piso, Wilt Bozer. Bajo el mando del Departamento de Servicios Externos, MacGyver asume la responsabilidad de salvar el mundo, armado hasta los dientes con ingenio y poco más que goma de mascar y un clip de papel.

Crítica Bastarda:

Podemos analizar el piloto del reboot de “MacGyver” desde distintos prismas sin encontrar nada satisfactorio bajo el sol de las novedades otoñales televisivas. Pensemos que su inicial éxito de audiencia nos revela que en las cadenas generalistas cuánto más estúpida y mala es una serie más televidentes se agolpan frente a la pantalla. Aunque, no obstante, ni debería generalizar e incluso ceñirnos a la precaución de revisar su evolución de ratings para que acabe cancelada como “Limitless”. En realidad, CBS desea tanto rentabilizar el espectáculo original como tratar de desarrollar un producto similar a “Scorpion” o una “Chuck” sin gracia o, lo que es lo mismo, un entretenimiento facilón y directo en que haya que dejar el cerebro apartado si uno quiere disfrutar de un catálogo de sinsentidos (del ridículo). En este caso, la cadena quiere aprovecharse al mismo tiempo de la nostalgia como de la capacidad exhumar cualquier éxito pasado para transformarlo en uno futuro. El acto de catalogar la original “MacGyver” (1985-1992) de clásico televisivo, por el contrario, me parece demasiado arriesgado y cuestionable cuando su calidad dependía del concepto de añoranza por esa infancia en la que se disfrutaba de series como “El coche fantástico”, “El equipo A” o “V”. Traer de vuelta a MacGyver para otorgar al personaje una carcasa contemporánea y potenciar a través de la juventud de Lucas Till un reinicio de la saga pudiera ser una jugada interesante hasta que cualquier espectador siente cómo explotan millones de neuronas en su cerebro tras finalizar el piloto de la propuesta. Vergüenza ajena es un término que se queda muy lejano para describir tal efusiva ridiculez a todos los niveles que es un mero copia-y-pega de otras ficciones…

Es obvio que el actual mainstream está afectado por héroes como Ethan Hunt o Jason Bourne mientras que la acción viene determinada por conceptos postapocalípticos, la superheróica y las sagas ‘Fast & Furious’ y variaciones bastardas. Se podría decir que el fichaje de James Wan obedece a integrar algunos de los conceptos anteriores focalizados principalmente en el género del espionaje y la figura del personaje que ha inmortalizado Tom Cruise. Da la impresión, no obstante, que el director de “Expediente Warren: El caso Enfield” ha pasado por allí para recoger el cheque y darse a la fuga del mismo modo que la ex novia del protagonista de la serie. Y es que “MacGyver” no se caracteriza en absoluto por la sutileza dirigiéndose constantemente a la acción más directa y toda clase de estereotipos para potenciar la eficacia de un conjunto descafeinado si se busca cierta originalidad. Desde una subrayada narración en off nos dirigimos a la crónica de una fatalidad anunciada junto a una posible muerte del héroe. Tenemos esa fase de reclutamiento como algún giro de guion para constatar la traición de la femme fatale y una montaña rusa de emociones junto a una explosión final como marca de los juegos artificiales del piloto. Por supuesto, no falta ni la navaja suiza ni los clips de papel para que el ingenio se tope con la ciencia ficción. Y es que el conjunto más que torpe es ineficaz a estas alturas donde el protagonista se ve apartado de su soledad para integrarse dentro de un equipo en la denominada era del ‘héroe con pinganillo’. Sus problemas se agravan cuando se comprueba que fuera de sus acrobacias argumentales quedan diálogos simplistas y normalmente estúpidos junto a personajes unidimensionales. La idea del piloto es plantear el nacimiento de la Fundación Fénix y de ese escuadrón (un tanto suicida) que salvará el mundo en cada episodio venidero. Su líder se hace llamar Angus MacGyver pero no es que más que una mala copia de Ethan Hunt con navaja suiza y una ex novia que se ha encaramado como la gran antagonista y cicatriz en el corazón del héroe. Y todo es tan visible y risible como esa marca sobre la piel del pecho del MacGyver… y los millones de neuronas perdidas dentro de nuestro cerebro.

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