En el mundo normal, Halloween es cuando los niños se disfrazan y piden caramelos. En el mundo de las ‘nenas’, Halloween es la única noche del año en la que una chica puede ir de puta sin que nadie le dé importancia. Las más radicales llevan lencería y algunas orejas de conejita.
“Chicas malas (Mean Girls)” (2004)
Los tiempos pueden haber cambiado pero la cita del libreto de Tina Fey sigue completamente vigente en una noche de Halloween que ha servido como coartada para el libertinaje y el delirio más carnal y festivo. Como el horror y el terror son relativos es hora de adentrarnos directamente en el disfraz más aterrador que veremos el presente año. Tal vez el titular sea un tanto engañoso debido a que vestirse y emular a Harley Quinn manosea tanto una tendencia mainstream como una moda que, consecuentemente, ha acabado por convertir a un gran espectro de las féminas en simples clones ante una paleta netamente monocolor. No, no se trata de eso ya que desde este bastardo blog siempre se ha buscado adentrarse en el subconsciente más pesadillesco y horripilante para retratar a la propia sociedad que dictamina qué antifaces o máscaras debe uno ponerse en la Víspera de Todos los Santos. En esta Noche de Brujas sabemos que millones de personas poseídas por el espíritu de Harley Quinn asaltarán las calles formando una gran plaga y enjambre. Es un hecho, como ver su disfraz encumbrado la lista de los más buscados para Halloween 2016. Era obvio que el éxito de “Escuadrón Suicida” sumado al carisma despertado por la interpretación de Margot Robbie, así como su vestuario y estética, habían construido la crónica de un spin-off anunciado y un auténtico ejército de clones a sus espaldas. Pero, ¿qué pasaría si toda esa victoria y laureles se transforman en uno de los mayores horrores jamás pensados?
Si hasta Ylenia ha picado el anzuelo… algo raro está pasando en el universo choni-celebrity. Antes de nada, comencemos a gritar hasta que nuestras cuerdas vocales revienten y exploten. Con todos ustedes, EL H-O-R-R-O-R:
Y es que toda esa oleada de réplicas a lo largo y ancho del planeta bien pudiera ser la cronología de una invasión pero, por el contrario, supone el perfecto contexto y la idea para construir el disfraz más aterrador del año. ¿Y si existiera una realidad alternativa en la que no se hubiera estrenado “Escuadrón Suicida” ni los films tróspidos de Zack Snyder sobre Superman? ¿Y si en ese mundo paralelo todos los críticos fuera felices y los arcoíris salieran todos los días en Rotten Tomatoes de la irradiante y plena felicidad? En realidad, el disfraz más aterrador del año significa arrastrar toda esa alegría de esa Tierra del multiverso en el que ir disfrazada de Harley Quinn implica ponerse en la piel del personaje clásico de DC Comics, no de ese espantapájaros softporn de diseño que aparece en el film más ‘hamado’ por Rotten Tomatoes de 2016 dirigido por David Ayer. Se trata de que el personaje clásico —y habitual en la Comic Con— aterrice desde ese universo paralelo, a través de un portal interdimensional, para comenzar a vivir en un mundo distópico en el que una mesnada de replicantes ha invadido el planeta (en el sentido literal). Reutilizando el argumento de “Cómo ser John Malkovich” pero añadiendo toques de “La invasión de los ultracuerpos”, lo ideal es que esa Harley Quinn llegada de esa Tierra-2 aumente su locura y paranoia chillando, gritando y apuntando con su dedo (y gran martillo) a todo ser que ha copiado su estilo para ser una simple poligonera que pretende imitar a un icono cultural y acaba siendo más que una simple ridícula copia de Carmen de Mairena. O ya quisiera.
En los márgenes de ese disfraz, que vale por cinco, nos hallamos ante una puesta en escena distópica donde se admiten todo tipos de posibilidades. Harley Quinn del ese mundo paralelo, atrapada en ese nuevo orden repleto de chonismo, falta de ideas y mal gusto, puede luchar por salvar a su amado tratando de que el Joker deje de hacer caso al traje más vendido para Halloween y retorne al correcto lado oscuro eludiendo ser el acompañante de esas imitadoras muertas de hambre. Seamos sinceros y honestos: Margot Robbie (como Harley Quinn) solamente hay una. No se trata de ser purista sino de no ser un dummie descerebrado. Por no hablar de los millones de demandas por plagio que los abogados de Carmen de Mairena pondrán a todas esas chonis-pelagatos por plagio. ¡A POR ELLAS! Y, por favor, tampoco me sean Carmen de Mairena… que también sólo hay una.
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