Poldark: Ross Poldark cabalga de nuevo

Serie de TV

“Poldark”

Reino Unido

2015

Sinopsis (Página Oficial):

Hace casi 40 años el capitán Ross Poldark galopó a través de las pantallas de televisión de millones de televidentes, para disgusto de los villanos y para conquistar los corazones femeninos en una de las primeras series de éxito del sello ‘Masterpiece’, “Poldark”. Ahora el galante capitán cabalga de nuevo, lo que va a permitir a una nueva generación que se deleite con las hazañas de un héroe romántico poco convencional. Aidan Turner interpreta a Ross Poldark, un casaca roja que regresa a Cornualles después de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos para descubrir que su padre ha muerto, sus tierras están en la ruina, y su verdadero amor está a punto de casarse con su primo hermano. También protagonizada es Eleanor Tomlinson como la intensa criada Demelza, la hija de un minero de voluntad fuerte que huye de su casa y encuentra refugio en la casa ilustre de Poldark. Poldark se basa en una serie de novelas amada por Winston Graham. La primera, ‘Ross Poldark’, se publicó en 1945; la última, ‘Bella Poldark’, apareció en 2002, el año antes de la muerte de Graham. 

Crítica Bastarda:

La nueva adaptación de las novelas de Winston Graham nos lleva directos a ese clasicismo habitual de BBC y contraposición de esas nuevas exitosas propuestas como “Outlander” en búsqueda de hallar ciertos componentes contemporáneos al mismo tiempo que adaptan sagas literarias de éxito. Por el contrario, aquella que propicia Graham sería un excelente viaje del siglo XVIII hasta el XIX si es que las audiencias se lo permiten. La otra posibilidad es que ‘alcance’ al de esa adaptación de 1975 que compendió en 29 capítulos los primeros libros de la saga. BBC sueña con confeccionar un drama de época con buenas críticas y cierta repercusión internacional. “Poldark” a través de BBC One, BBC America y la cadena pública estadounidense puede que tenga una red de difusión propicia, aunque evidentemente puede ser divisada como una telenovela anclada en el pasado para un público al que no le interesa tampoco “Downton Abbey”. La serie que protagonizan Aidan Turner y Eleanor Tomlinson tiene buena factura para captar a su target potencial, aquella audiencia para que los clásicos no pasan de moda. 

La primera temporada de “Poldark” contiene toda la esencia de esas obras televisivas imperecederas aunque precisamente la sensación pudiera ser la contraria. ¿Por qué ver el show de 2015 cuando disponemos del ‘clásico’ del 1975? ¿Qué sentido tiene el regreso de Ross Poldark a los televisores? La cuestión es que las nuevas generaciones también queden prendadas por el personaje y su historia aunque la audiencia viva atrapada en el anacronismo que han impuesto producciones como “Los Tudor” o “Los Borgia”. Incluso pudiéramos hablar aquí de “Roma” o “Deadwood”. Si la épica televisiva viene de la mano de shows como “Vikings” o la reciente estrenada “The Last Kingdom” (por no volver a citar “Juego de Tronos”), los dramas de época suelen ceder a licencias para acercarse a un público juvenil. Algo que no está sorprendiendo en las producciones de History Channel, por ejemplo. Todo lo anterior, en realidad, es un discurso enfrentando con las corrientes actuales televisivas para establecer un contexto propicio respecto a miniseres como “Wolf Hall”. Si los productores de “Poldark” han pensado en ‘enganchar’ a nuevas generaciones puede que hayan pasado por alto aquello que están viendo los más jóvenes al otro lado de la pantalla. Pero si algo hace bien la serie de BBC es retornar esa era dorada de la ficción británica, encontrar en esa mina una nueva joya que extraer en el tiempo presente. Y, en ese territorio, me parece más interesante ver cómo evoluciona un drama que contiene, aparte de buena factura e interpretaciones, todos los elementos necesarios para triunfar: bellos y naturales paisajes y un héroe que quiere reinventarse ante la adversidad gracias a una segunda oportunidad, desengaños amorosos, apasionantes romances, todo tipo de tribulaciones en contra del protagonista, un gran contexto social con la lucha de clases y conflictos belicosos de fondo y, por supuesto, tragedia tras tragedia. La inminente conclusión de “Downton Abbey” pudiera también beneficiar a una interesante serie que desea convertirse en un fenómeno de masas como lo consiguieron en su momento las novelas de Graham y la mítica serie británica de los 70. 

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