Gotham: Antes de Batman estaba Gotham

Serie de TV

“Gotham”

EEUU

2014

Sinopsis (Página Canal+ Series):

Antes del Pingüino, antes de Catwoman, antes de Hiedra Venenosa, antes de Enigma, antes de Joker, antes de Batman... antes de todos ellos estaba Gotham. “Gotham”, la serie de FOX basada en los personajes creados por Bob Kane para DC Cómics escrita por Bruno Heller (“Roma”, “El mentalista”) y dirigida por Danny Cannon (“CSI”, “Shameless”). “Gotham” se centra en el detective Jim Gordon y su día a día antes de llegar a convertirse en el famoso comisario Gordon (Gary Oldman), cuya reputación es sinónimo de ley y orden. Junto a su colega y mentor Harvey Bullock, el joven detective no cesa en su constante lucha contra la corrupción y el crimen que asolan la oscura metrópoli de Gotham. Un territorio ambiguo en el que los hombres son los únicos superhéroes y también los únicos villanos.

Crítica Bastarda:

Pareces un buen tipo, pero esta no es la ciudad ni el trabajo para un buen tipo. ¿Lo entiendes?

Podemos afrontar el piloto de la esperada “Gotham” de FOX desde el reflejo y lucha de dos series enfrentadas entre sí. Por un lado tenemos la ficción ansiada por la audiencia y, por otro, aquella que desea consolidar una cadena y estudio en los márgenes de esa nueva tendencia catódica de aprovecharse del filón del mundo del cómic. DC está en boga con “Arrow” asentada en The CW y con la inminente llegada de “The Flash” a la misma cadena y “Constantine” a NBC. Por no hablar del comienzo de la segunda temporada de “Agents of S.H.I.E.L.D.” (el estreno en 2015 de “Agent Carter”) y todos los proyectos Marvel y Netflix. La serie que protagoniza Ben McKenzie encarnando a James Gordon quiere marcar su propio territorio mediante una cuidada estética, muchos guiños referenciales y, sobre todo, unos sólidos planteamientos siendo incluso la precuela de “Batman: Año Uno” de Frank Miller y “Batman Begins” de Christopher Nolan. La idea es seguir su eslogan y aquel «Antes de Batman estaba Gotham» para ceñirse a la invariable del universo, siendo el asesinato de los padres de Bruce Wayne el punto de quiebro sobre el que pivoten el resto de personajes y tramas. De esa lucha entre aquello que reclaman tanto la audiencia como los productores bascula una serie con la suficiente y pose y calidad para perdurar el tiempo necesario antes de germinar. Pero, ¿qué gana aquí? ¿Lo bueno o lo malo en esa báscula de la ley, moral y el orden?

Del mismo modo que el piloto y primeros capítulos de “Arrow” recibieron duras críticas debido a la superficialidad (abdominal) del producto, la serie de The CW fue finalmente la novedad mejor valorada por público y crítica en otoño de 2012; creciendo posteriormente ante uno de los entretenimientos que abrieron las puertas a muchas otras ficciones y proyectos venideros. “Gotham” juega con alguna de sus bazas y trucos concernientes a la oscuridad, un antihéroe de tono trágico interpretado por un actor que no sabe aquello que es actuar y, sobre todo, una cuidada producción para retratar el crimen y corrupción que asola y pudre ‘Ciudad Gótica’. Los abdominales, de momento, tapados en camisetas de tirantes… Y por cierto, ¿cómo van a llamar esta serie en Latinoamérica? Si bien los Critics’ Choice Awards incluyeron a la producción de FOX como una de las nuevas series (no estrenadas) más emocionantes —junto a “Extant”, “Halt and Catch Fire”, “The Leftovers”, “Outlander”, “Penny Dreadful” y “The Strain”— el hype puede ser el arma más punzante y de doble filo. La expectación conlleva muchas veces a la decepción y hay que dejar claro que “Gotham” no es tan floja e irregular como los primeros capítulos de “Agents of S.H.I.E.L.D.”, pero tampoco apunta tan alto como la ya asentada “Arrow” o la inminente y esperada “The Flash”.

Es evidente que la buddy-cop-series, las conspiraciones amparadas por mafiosos poderosos, las conexiones con el pasado y los incisos al procedimental se van a filtrar para cubrir una de las necesidades primordiales del show: conseguir que la audiencia vez una serie de Batman pero sin Batman. Posiblemente esa lucha interna de ofrecer a los fans guiños sobre personajes de los cómics les ha llevado a meter con todo tipo de calzadores —y de manera afortunada o torpe, dependiendo del paladar— al Pingüino, Selina Kyle, Ivy Pepper o Edward Nygma. Los ingredientes están sobre la mesa y la cuestión es mezclaros con cuidado, mimo y en sus dosis justas para construir una show de superhéroes sin un superhéroe. Algunos considerarán que disponer sobre la mesa de la cocina todos los materiales ha generado tener que lidiar con la inventiva para transgredir el material original. Entiendo que los fans de ‘Arkham City’ aplaudirán la serie como un perfecto fondo para ir desarrollando a todos los villanos y personajes que forman Gotham City. Otra cuestión son los momentos absurdos y forzados del piloto en la trama policial, amén de ese final chapucero que cierra el piloto. También hay aciertos con Selina Kyle conectando con Bruce Wayne en sus terrores y traumas, siendo nuestra guía en cierta medida por esa oscura y peligrosa ciudad. Salvo algunos conceptos interesantes, el resto da la impresión de ser humo artificial para confundirnos el suficiente tiempo hasta que aparezcan por allí Batman o The Jocker… De nuevo, la balanza del bien y el mal, de lo bueno y lo malo, se superpone sobre la propia serie sin que sepamos en qué lado caerá según vayan metiendo peso y capítulos a la misma. Hay que esperar, aunque de momento tenemos más humo y niebla que ciudad.

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