Serie de TV
“Garfunkel and Oates”
EEUU
2014
Sinopsis (Página Oficial):
“Garfunkel and Oates” se centra en las aspiraciones y desventuras del dúo cómico-folk femenino compuesto por Riki Lindhome (Garfunkel) y Kate Micucci (Oates), y que pondrá de relieve las vidas personales y profesionales de esa pareja cuyas opciones en su trayectoria —cantando canciones satíricas y, a veces sucias— las deja con muy poco en común con sus colegas y prácticamente con nadie excepto para acudir en busca de apoyo y comprensión mutua. La serie está producida por Abominable Pictures y con los productores ejecutivos Lindhome, Micucci y Jonathan Stern (“Childrens Hospital”, “NTSF: SD: SUV”).
¿Quiénes son realmente Garfunkel and Oates? Riki Lindhome y Kate Micucci son conocidas en la pequeña pantalla por algunos de sus muchos papeles secundarios pero también forman un dúo cómico de folk que en 2013 se hizo (definitivamente) viral gracias al estribillo de ‘The Loophole’ («Así que fóllame por el culo porque amo a Jesús»). Tiempo atrás, HBO pensó crear un show que iba ser una especie de “Glee” con chistes de pollas —según ellas— pero el proyecto fue abortado y finalmente lanzando en forma de webisodes en el portal online de la cadena de cable. IFC ha decidido dar una oportunidad a Lindhome y Micucci con una serie que narre libremente la vida de de ese peculiar dúo folk con un arsenal de canciones ácidas bajo su guitarra y ukelele y la atenta dirección de Fred Savage*. ¿Merece la pena o la dejamos apartada en el cajón del postureo de 2014 junto a la cuarta temporada de “Portlandia” y el estreno de “Broad City”?
El gancho mediático es evidente gracias a Kate Micucci y haber formado parte de “Scrubs” y llevar la etiqueta de ser la ex novia de Raj en “The Big Bang Theory”, pero en “Garfunkel and Oates” hay mucho más. Puede que no tengan a Amy Poehler de madrina como Abbi Jacobson o Ilana Glazer e incluso es difícil prever si el show podrá convertirse en la versión femenina de la serie de culto “Flight of the Conchords”. La realidad es que estamos ante lo más cercano —salvando infinitas diferencias y visibles distancias creativas— a “Louie” en su vertiente de la crisis de los 30 en el complicado mundo artístico y la posibilidad de conciliar una vida personal e incluso sexual. Desde el primer capítulo —y el más flojo de los emitidos hasta el momento (“The Fadeaway”)— se nos muestra el proceso creativo tanto del dúo folk como de esa simbiosis de las experiencias reales de la stand-up-comedy para componer sus monólogos. Los peligros en sus relaciones carnales y románticas son evidentes pero “Garfunkel and Oates” sabe cómo reírse de las desgracias de sus protagonistas y esos encasillamientos de una pareja compuesta por una rubia y otra morena. Es cierto que la comedia vive rodeada de clichés en la lucha de sexos y estereotipos aunque sus momentos musicales hacen evadir de la soledad y depresiva existencia a sus protagonistas para que los espectadores disfrutemos… si no quedamos en completo silencio.
Podemos situarnos como ese hater misógino encarnado por Steve Little en “Road Warriors” (1x04) y reivindicar que las mujeres haciendo monólogos sobre el escenario no son divertidas o que comedia musical es una forma inferior de comedia. La cuestión es que “Garfunkel and Oates” tiene un humor propio y bastante peculiar, que invita a aplaudir las desventuras del dúo tanto al fan del postureo como a todo seguidor de la comedia alternativa afín a esa etiqueta «independiente». La ficción siempre supera a la realidad y se entiende que muchos elementos que vemos en pantalla son experiencias vitales de Lindhome y Micucci. ¿También la obsesión de mostrar los pechos de la rubia en toda participación cinematográfica o televisiva? ¿O ese guiño sobre los intentos de muchas actrices de hacerse un hueco en Hollywood sin interpretar a «putas calientes» carne de casting? Puede que el pezón sea la única censura de una serie que juega a que sus protagonistas se rían de sí mismas y de todos los clichés que rodean al sexo y las relaciones con los hombres (y otras mujeres y fans). ¿Debería ser más loca o más absurda o así funciona mejor que “Broad City” o “Portlandia”? El objetivo de de “Garfunkel and Oates”, no obstante, es otro y es hacerse con el relevo femenino y culto de “Flight of the Conchords” con muchas estrellas y cómicos invitados que hagan crecer su show episodio a episodio. De momento —y con cinco capítulos emitidos hasta la fecha— da la impresión de esta canción satírica hecha serie va encontrando poco a poco su estribillo. Aunque nada como una lección de tus ‘dobles del cine porno’ para hallar el camino hacia la perfección… y puede que a la felicidad. ¿A nuestra felicidad, tal vez? Por si acaso, dejen abierto el cajón del postureo para 2014.
*Cita obligada: Sí, es el niño de “Aquellos maravillosos años” y en la actualidad no es un drogadicto o un homeless con SIDA que vive chantajeando a su hermano sino un director que ha dirigido episodios para muchas comedias recientes e incluso “Modern Family”.
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