The Strain (1x12) Last Rites: Despertar al mundo

Considero que “The Strain” queda reducida a los ecos de algunos medios sobre el final de su primera temporada y (¡sorpresa!) a la inclusión de una canción de Mía Maestro que formará parte de su primer disco. Si teníamos suficiente con la rata muerta pegada a la calva de uno de los protagonistas ahora llega ‘The Strain, El Musical’. No, no piensen que Guillermo del Toro está haciendo favores a la actriz argentina para lanzar su carrera musical a cambio de ¿otros favores? No, no sean malpensados porque los guionistas han prometido que el instante melódico estará justificado por las necesidades del propio guión. Sí, sí… ¿Llorará Nora Martinez (Mía Maestro) la muerte de la rata muerta de Corey Stoll y le veremos calvo la próxima temporada para poner fin a tanta tontería? Debería ser “Last Rites”, duodécimo capítulo de la primera temporada de “The Strain”, la aportación definitiva para dejar claro (y calvo) si esta serie arranca definitivamente o la formulación de un avance cansino con ciertos clímax en el ritmo para que no huya el personal. No he leído completa la Trilogía de la Oscuridad, coescrita por Guillermo del Toro y Chuck Hogan, y se entiende que la narración descriptiva abriría unos huecos dramáticos para esos personajes que no hemos acabado de encontrar aquí. No obstante, seguimos aquí… y es hora de repasar “Last Rites”, paso previo a su season finale. 

Posiblemente “Last Rites” sea el capítulo más completo que se ha emitido hasta el momento de “The Strain”. Es cierto que “Night Zero” (1x01) en un interesante punto de partida con algunas turbulencias argumentales, que “For Services Rendered” (1x07) tenía contundentes secuencias independientes o que “Creatures of the Night” (1x08) funcionaba como clímax autónomo y formulación a base de homenajes sobre el género. Realmente “Last Rites” no es el mejor episodio de la serie de FX pero sí se articula mejor sobre elementos previos: los flashbacks del pasado de Abraham Setrakian para ir desmigajando la mitología de la serie, los dramas terminales referentes a los seres queridos o la relación entre los personajes y sus motivaciones. Pudiéramos imaginar un spin-off de las aventuras de Setrakian como caza-vampiros y ese capítulo nos pudiera dar una idea de aquello que veríamos en pantalla, aunque la soledad no funciona tan bien como un grupo de salvadores. Que se lo digan a “The Walking Dead”. Incluso me atrevería a decir que en ese episodio la rata muerta sobre la cabeza de Corey Stoll molesta menos. ¿Nos estamos acostumbrando a tan innegable compañía o son los efectos roedores del Síndrome de Estocolmo? ¿Nos va a acabar convenciendo “The Strain” justo cuando se está acabando? 

Aquel que debe tener problemas de auto-estima es ‘The Master’. Primero le sacaron su pasado oscuro siendo la mascota de ‘El Club Megatrix’ y, ahora, se revela al mundo que estamos ante el niño murciélago encontrado en una cueva y portada de publicaciones que supera con creces el periodismo que se hace hoy en día como ‘Noticias del Mundo’. Ha crecido, se define como «un bebedor de hombres» y es todo un experto en performances. Que si corro por allí y por acá creando un chorro de aire para generar un ambiente atmosférico de suspense con mi capa vampírica robada a unos indigentes en el callejón del al lado. Que si te saco la uña y te meto un chorro de Actimel como si fuera un cum-shot en una bukakke… o te la meto (la larva) y se me pone tiesa. En fin, ¡qué asco! Eldritch Palmer está muy malito y no sabemos, por la visita de Thomas Eichorst, si ‘The Master’ va a hacer acto de presencia. ¿Tan ocupado está formando un ejército de vampi-zombies y teniendo citas con la (ex) parienta de Eph? Él es ‘El Maestro’ y hace lo que quiere. ¡Y punto! Finalmente Máximo AKA El Niño Murciélago aparecerá con ‘esos aires’ y le dará su brebaje mágico y elixir de la juventud al Sr. Palmer, en plan esperma, para que se ponga como Popeye, salga al exterior a tener su momento “Cadena perpetua” y provocar que a Fitzwilliams se le caigan los testículos al suelo. Como a nosotros. ¿Qué pensará Tim Robbins de todo esto? ¿Debería haber salido por allí Ruth Lorenzo entonando su ‘Dancing In The Rain’ y cerrar con su canción el capítulo? ÉSE era el nivel ¿de vergüenza ajena?

Dejamos el ¿cliffhanger? final para ceñirnos al regreso de los chicos tras el fracaso de su misión y el silencio administrativo de Zach Goodweather. Nos centraremos en Setrakian al haber perdido la oportunidad de vengarse de ‘El Maestro’ y comprobaremos su vendetta gracias a los recuerdos que nos llevarán a ese corazón enfrascado repleto de gusanos. Viajamos al pasado y a 1967 en Europa Central donde un joven-viejuno Abraham (la peluquería y maquillaje de esta serie es un FAIL) se encuentra tras la caza de ‘The Master’ con la ayuda de su esposa Miriam. Ambos piensan en su futuro una vez consigan acabar con el terror encarnado al que se enfrentan. Esa adopción de unos niños y sueños se volverán en pesadilla por una trampa que le tiende Eichorst dejando su rastro hasta un castillo en ruinas que le alejará de su amada… para otros oscuros planes. Abraham se mueve por amor y consigue escalar el pozo con sus propias manos, dándose cuenta de que su caballo fue eviscerado para demorar su posible regreso. En su casa hay signos de una pelea violenta pero ni rastro de su esposa. A Abraham le queda esperar el regreso de su amada acompañada de esos dos hijos que querían adoptar. La mueca es macabra y siniestra y Abraham deberá decapitarla aunque no podrá evitar sacarla su corazón y mantenerlo como único recuerdo y consuelo que le queda tras su derrota. En realidad y ya en el presente, Setrakian pedirá disculpas a sus compañeros por su comportamiento de viejo-chocho en el encuentro que tuvieron en el anterior capítulo con El Maestro. Su sentimentalismo le privó de una perspectiva correcta aunque será el regreso de Dutch Velders aquello que suponga un punto de giro a su misión. “Last Rites” va a dar minutos a la relación de Vasiliy Fet con Dutch con esas preguntas directas del tipo «¿Mujeres u hombres?» y también conoceremos algo sobre el pasado y relación con su padre de la hacker. Vasily no encuentra paralelismos en su historia aunque si mucha atracción por esa mujer que quiere hacer lo correcto. ¿Y cuál es el plan?

El propósito de la hacker, al no poder deshacer aquello que colapsó internet y los smarthphones, pasa por entrar en el sistema que tiene el gobierno para alertas de emergencias y difundir públicamente y en las pantallas de televisión de todo el país las advertencias de la pandemia que está asolando Nueva York. Eph es el encargado de revelar las imágenes de la autopsia del piloto del avión-tumba con el que se inició la serie y advertir antes del corte final que la luz solar mata a esas transformadas criaturas hambrientas de sangre. Después, que continúe la ‘Tele-Tienda’. ¿No era más fácil exponer a ‘The Master’ y decir que es Máximo de ‘El Club Megatrix’ y El Niño Vampiro encontrado en unas cuevas para que tuviera que volver a Europa tras la vergüenza y humillación? ¿Podrá despertar al mundo un tipo perseguido por el F.B.I. y con una rata muerta sobre su cabeza? Tampoco van a tener mucho tiempo de celebrar su primer triunfo porque Thomas Eichorst va a asaltar la tienda siendo la madre de Nora víctima del reaparecido Gabriel Bolivar. Hay que decir que su peluca es de mejor calidad que la rata muerta que lleva encima de la cabeza Corey Stoll y que el cameo del cantante y personaje se agradece después de dejarnos con el pito colgando. Con el grupo encerrado en el sótano y los secuaces de Eichorst tratando de acceder al interior, es momento de tomar decisiones. Nora deberá decapitar a su madre ganándose el respeto de Setrakian, conectar con sus emociones pasadas y formulando la evolución de su personaje dentro de la tragedia. ¿Y están en peligro los protagonistas? El viejo, aunque se fue a EEUU como un exilio, tiene todo calculado y esta vez la trampa de Eichorst no acaba como el antiguo oficial nazi quisiera. Setrakian tiene una salida de emergencia aunque yo hubiera puesto unos explosivos en el sótano, ¿no? Eichorst comprobará que su antagonista y némesis ha dejado atrás ese corazón de su amada que guardó tanto tiempo. Es hora de despedirse y comenzar de nuevo aunque Eichorst quiere acabar con el judío igualmente.

¿Y qué paso con Gus? El latino visita a su antiguo socio Alonso Creem (Marlo Stanfield en “The Wire”) para conseguir armas (con ayuda de armas) para revelar los negocios por los que está siendo pagado contundentemente. Se trata de llenar los contenedores de carga con vampi-zombies aunque el descubrimiento da la impresión de ser revelador para ambos. ¿Es Alonso otro de los tipos que hace negocios sin saber qué acciones está haciendo siendo el cuantioso dinero la forma de evitar molestas preguntas? Alonso y Gus tendrán que trabajar juntos aunque, rápidamente, el gánster no pierde oportunidad de acabar con aquel que le retuvo a punta de pistola. Cuando Gus derriba a Alonso tendremos una revelación con la nueva aparición de los vampiros encapuchados, en plan comandos, que secuestran a Gus liquidando antes a todo bicho no-viviente del lugar. Nos quedamos con la misma cara que Alonso Creem que no sabemos si rezuma RACISMO o WTF. ¿Y qué pasará con Gus? ¿El jefe de los vampiros comandos pierde aceite (y babas blancas de esas) por los latinos? ¿Y que ocurrió con Eldritch Palmer haciendo de Ruth Lorenzo en “Cadena perpetua”? ¿Y con el grupo de héroes que se ha quedado sin refugio y con una horda de vampi-zombies dirigida por un nazi tras ellos? De momento, cantemos: The rain, the rain, the rain… The Rain, the rain… Dancing… Dancing… Daaaaaancing!

¡Fíjese en los vampi-zombies del fondo que no saben hacerse los muertos! ¿Me tiro ya o espero?

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