Puede que se haya criticado bastante a “Hannibal” por no ceder directamente
al poder y capacidad que plantea el personaje de Hannibal Lecter. Nos
anunciaron que el protagonismo inicial de Will Graham se iría aminorando según
avanzara la temporada para que el personaje que interpreta Mads Mikkelsen
tomará el absoluto control. Puede que no podamos ver la serie que podría
generar la premisa y conceptualización catódica anterior/posterior de “El
dragón rojo”, “El silencio de los corderos” y “Hannibal” (2001). La
audiencia está condenando la inusual propuesta de la NBC, más proclive para el cable, a un abismo cercano a la
cancelación. Puede que “Sorbet”, séptimo capítulo de la primera
temporada de “Hannibal”, sea su prueba de fuego para demostrar el
potencial de una serie a punto de ser devorada…
El Destripador de Chesapeake sigue siendo el centro y foco de interés… y,
así, el descubrimiento de los crímenes cometidos por Hannibal Lecter. Una
muerte con heridas abiertas, suturas y sangre por todos lados en una habitación
de un hotel indica al FBI que podría estar lidiando con la vuelta del
Destripador. Will no lo ve así, se trata de alguien que estaba intentado
masajear el corazón de la víctima desde el interior… para salvarle la vida. Se
trata de algún cirujano torpe… y no del asesino en serie sobre el que Jack
desea someter toda su venganza. El auténtico criminal sabemos que vaga libre y
va a museos de arte para escuchar espectáculos operísticos. Hannibal Lecter tiene sentimientos y
allí está Franklyn Froidevaux (Dan Fogler), uno de sus pacientes,
acompañado por su amigo Tobias… Parece que ha forzado el encuentro porque está
interesado en ser amigo de Lecter… y… ¿algo más? Otras de las pasadas amistades
de Lecter le recriminan las antiguas y memorables cenas de las que solía hacer gana.
¿Coincidió el lapsus con la ‘desaparición’ del Destripador de Chesapeake y la
falta de casquería humana? No obstante,
aquí nos interesan los paralelismos de la soledad que proponen Franklyn y Hannibal.
Por fin
veremos el cameo de Gillian Anderson como la Dra. Bedelia Du Maurier. Se trata
de la terapeuta/amiga de Hannibal
Lecter, que parece conocerle mejor que él mismo… sabiendo que luce un velo de
humanidad para esconder algo. Tendremos dos criminales en este capítulo
y dos fines diferentes aunque similares: la cosecha de órganos de sus víctimas
parece dar la impresión de que tenemos a un ladrón de órganos con ánimo de
lucro y otro gastronómico. El Dr.
Lecter tiene ‘lista negra’ y no dudará de liquidar a esos ‘cerdos’ que no se
merecen sus órganos. Recuerde, si alguien les pide su tarjeta de visita
y tiene efigie para nada criminal… ¡huyan! Mientras
que Hannibal llena su nevera para preparar
el festín definitivo, tendremos una ración de Alana Bloom y la
posibilidad de que Will y ella acaben juntos… aunque de momento gana el amor
platónico. Los asesinos parecen, eso sí, conscientes el uno del otro y puede
que el ‘cirujano’ lleve al ‘destripador’ y viceversa…
Tal vez
consciente de su soledad, Hannibal desea la amistad de Will. Ambos son
realmente freaks para el resto de mortales y compañeros de profesión… seres
solitarios y para nada dentro de cualquier canon establecido. Hay una conexión
en “Sorbet” entre ambos y
desnudez del propio Hannibal frente a Will. Por un lado quiere
revelarse pero, por otro, sabe que sería
su fin definitivo; el fin de su amistad. Queda claro que Hannibal pretendía burlarse de Jack con la
aparición del brazo de Miriam Glass para cerrar “Entrée” y que su filosofía es limpiar de órganos a esos ‘cerdos’
que no se los merezcan… ¿Un castigo en vida pagado por la brutal muerte? Veremos
cómo seguramente Hannibal va desmigajando su psique en el futuro. En “Sorbet”
su afán episódico vuelve a pasar
factura con una resolución un tanto atropellada pero formalmente
interesante y directa. Beverly Katz da con la gran revelación y las cámaras de
seguridad del hotel revelan una ambulancia privada alejándose de la escena del
crimen. El asesino practica sus cirugías en el vehículo y la captura es inminente.
Lo interesante es que todos los personajes principales van a coincidir en el
mismo lugar. Devon Silvestri será arrestado con las manos en la masa y en pleno
riñón de su víctima… Hannibal tomará su lugar para salvar a la víctima mientras
el asesino en serie es esposado. El cruce de roles y la mirada de Will nos
traen uno de los mejores momentos hasta el momento junto a uno de sus capítulos
más atrayentes y completos. Como bien nos indica el propio Lecter en su cena
final y espléndida el menú está compuesto únicamente de carne… De momento, sin
la de Will… aunque la carnaza está
lanzada.
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