Pese a que “Hannibal” comenzó con unos datos razonables para la
complicada noche de los jueves, ahora mismo se ha desinflado a niveles cercanos
a la cancelación inmediata. La nueva esperanza de la NBC puede ser otro fallido proyecto por culpa del poco atino de
la cadena en la que se ha visto enmarcada. Seguramente la serie, que describe
la obra y milagros de Hannibal Lecter y Will Graham, hubiera funcionado mucho
mejor en cable con unas tramas menos episódicas a lo procedimental y más
abiertas… con capítulos cercanos a la hora de duración. La concepción y
plasmación pueden muchas veces no verse reforzadas la una de la otra y el caso
de la ficción de la NBC da la
impresión de convertirse en un ejemplo de futuro. ¿Sobrevivirá “Hannibal”?
Su línea descendente es muy preocupante y aquí la responsabilidad es más de la
cadena que de la propia serie. “Entrée” marca el sexto capítulo de la
primera temporada, aunque para la página de la NBC sea el quinto tras la ‘erradicación’ del polémico “Ceuf”.
El capítulo va a suponer un avance por varios frentes por remitirnos
sobre todo al subconsciente impuesto desde “El silencio de los corderos”.
Tendremos al Dr. Abel
Gideon y un plan que pasa por fingir estar inconsciente en el suelo de su celda
de máxima seguridad en el hospital estatal de Baltimore para criminales
dementes. ¿Les suena el lugar? En la sala de emergencia veremos cómo ha escapado
y cumple con el guión de ‘susto-elemental-de-psicópata-número-cinco’. Las
intenciones del Dr. Gideon no eran huir sino simplemente deseaba asesinar a la
enfermera con un modus-operandi de un mítico asesino, el Destripador de Chesapeake:
repleta de lanzas sobresaliendo de su cuerpo en todas direcciones. El mítico
asesino fue perseguido por Jack Crawford años atrás y desapareció del mapa
junto a su mejor agente novata llamada Miriam Glass. Will Graham verá en su
mente cómo el Dr. Gideon asesinó brutalmente a la enfermera pero también
sospechará que sea el auténtico Destripador de Chesapeake. Aunque, tal vez,
pueda ser él: no encontraron nunca al Destripador porque realmente ya lo tenían
preso.
Alana Bloom
ya psicoanalizó a Gideon y conoceremos al Dr. Frederick Chilton tan
desagradable intencionadamente como siempre tratando a Will como un freak. En la entrevista de Alana, muy en
la onda de “El silencio de los corderos”,
Gideon no quiere que se cuestione que él es realmente es el Destripador… ¿Lo
es? Jack hará una inesperada visita a la oficina de Hannibal: su esposa parece
no abrirse a él respecto a su lucha contra su cáncer y espera que Hannibal sea la
bisagra en su relación matrimonial respetando la confidencialidad del paciente.
Jack revivirá los recuerdos sobre Miriam y su investigación conjunta sobre El
Destripador de Chesapeake y su sentimiento de culpa por provocar… ¿su muerte? Jack
recibirá una extraña llamada a su domicilio en plena noche con la voz de
Miriam. El propio Jack parece saber que se trata de una burla del Destripador. Para
Will el asesinato del Dr. Gideon es un plagio y todo parece coincidir. ¿Sigue El
Destripador de Chesapeake suelto?
A Jack se le
ocurre una idea arriesgada que podría forzar a que el auténtico Destripador rebelara que sigue fuera… al acecho. Utiliza a Freddie
Lounds, que entrevista al Dr. Gideon… Hannibal leerá su blog y empezaremos a entender
su auténtica naturaleza… El careo entre Gideon y Jack con una llamada posterior
nos indicará que el Dr. realmente no es El Destripador de Chesapeake, aunque la
trampa se resuelve con una burla al revelar que la llamada provenía del propio
dormitorio de Jack… con huellas por todas partes e incluso algún pelo en la almohada
donde suele dormir su mujer… Huellas y ADN que para más INRI coincide con el de
Miriam Glass. ¿Está realmente muerta? En una de de esas habituales cenas de Hannibal
acuden Alana Bloom y el Dr. Chilton. La propia Bloom parece plantear que fue el
Dr. Chilton aquel que plantó la idea al Dr. Gideon de ser el Destripador de Chesapeake.
Quizás su persistente presión de la cuestión condujo a su preso para asumir la
identidad por sí mismo. Chilton, obviamente, está totalmente en desacuerdo con
esta afirmación ya que considera que el Dr. Gideon es definitivamente el
Destripador. Alana le pregunta si puede entrevistar a Gideon una vez más, sólo
para asegurarse, y Chilton lo permite. En la cocina, Hannibal indica al Dr.
Chilton que él habría hecho lo mismo si estuviera en su situación, con la
conducción psíquica de un preso… Chilton se siente ofendido por la implicación.
Todo lo
anterior parece un entrante para ese último encuentro entre Alana y Gideon… Un
encuentro que no hemos visto al completo y parece ¿cortado? Aquí, en teoría, por
un misterioso fallo eléctrico las celdas se abren y Alana quedaba expuesta a
todos los presos. Gideon acabaría protegiéndola y no la tocaría ni un pelo.
¿Haría eso El Destripador de Chesapeake? Está claro que alguien quiere culpar
al Dr. Chilton y aquí la sombra de Hannibal aparece. Al menos así lo indicaba
en la sinopsis/recap oficial del capítulo hasta su eliminación. ¡Cuánto les
gusta cortar a los de la NBC! La versión final se reduce a la
negativa de Gideon para que le siga tratando Alana al acercarse a la verdad y la revelación de que la última llamada de
Miriam al teléfono de Jack fue realizada desde un observatorio abandonado.
Dentro encontrarán el teléfono con un brazo cortado que lo sostenía para llamar…
con una tarjeta de regalo donde está escrito: «¿Qué ves?». Nosotros vemos el
pasado y a Miriam acudiendo al despacho de Hannibal por su investigación con
las víctimas del Destripador… Miriam llegará a la conclusión al ver uno de los
dibujos del Dr. que es en realidad el Destripador. Demasiado tarde. Hannbal
Lecter avanza sigilosamente por su espalda y consigue que pierda el
conocimiento estrangulándola… ¿hasta la muerte? Esperemos más avances en el
siguiente plato... por supuesto sangriento.
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