Director: José Luis García Sánchez
España
España
2004
Sinopsis (Oficial):
“Franky
Banderas” cuenta la historia de Avelino (Juan Luis Galiardo), actor en paro y payaso en activo bajo el
nombre artístico de ‘Lechuguete’, que malvive actuando en fiestas infantiles
cuando la fortuna le pone en las manos a Paquito (Raulito), un niño cantante.
El camino hacia la fama no será fácil al salirle al
niño familiares de debajo de las piedras que querrán aprovecharse de él…
Su madre (María
Barranco), su supuesto padre (Pablo
Carbonell), su abuelo (Chiquito de
la Calzada), su nani (Tete Delegado)
y hasta el hijo de Lechuga (Juan
Valderrama), un cura expulsado de la Iglesia…
Crítica
Bastarda:
Hace
tiempo… mucho tiempo… ya sea por error o
en busca de nuevas experiencias sadomasoquistas vi “Franky Banderas”. Mi vida, obviamente, no fue igual desde
entonces… Pensaba que ya está inmunizado ante toda clase de esperpentos,
bodrietes, películas extra-casposas y me dispuse a sufrir durante 90 minutos de
mi vida…
No sé si “Franky Banderas” pretende ser una
parodia de las películas de Marisol
y Joselito o simplemente busca la
complicidad de un público acostumbrado a lidiar con la panda de freaks televisivos. ¿Tal vez ser una
simple y casposa comedia acerca de las sanguijuelas que acompañan y se
aprovechan del éxito ajeno? Creo que el guión de Rafael Azcona y sus tiros van
por esto último… pero el problema es que Raulito
se acerca más al freak que al
artista. Por cierto, ¿qué fue de Raulito?
La historia
es nefasta, el guión es incoherente e inexistente, las interpretaciones son…
bochornosas. Se palpa, incluso, que Juan
Luis Galiardo y Maria Barranco sienten
vergüenza ajena al decir sus frases. Como dato anecdótico hay que señalar ambos
actores no trabajaron ni en cine ni en televisión durante dos años después del
estreno de “Franky Banderas”. ¿Casualidad? Entre los personajes que no llegan
ni al nivel de caricatura se muestra un bodrio tan abominable como
imperecedero: los chistes son malos, las situaciones cómicas dan pena y son
patéticas y no hace gracia.
No entiendo
que el cine español llore tanto con la piratería cuando podría ‘sacrificar’
películas como “Franky Banderas” y
ponerla en todos los colegios, institutos, instituciones públicas. Ofrecerla
gratuitamente e incluso sacar una ley que obligara a todos los españoles a
padecerla. Simplemente con ese acto, nadie se atrevería a descarga una película
española… Si es que alguien todavía tiene tan poco gusto, que conste. Es más,
la película de José Luis García Sánchez
también puede servir como castración de pederastas, ya que vomitarían y saldrían
corriendo cada vez que vieran a un niño después de sufrir esta tortura.
La
experiencia de ver este bodrio, en el puesto 53º de las peores películas españolas de todos los tiempos,
solamente está reservada para cinéfilos adictos al sadomasoquismo extremo. Con
dos pinzas de la ropa en los pezones creo que se disfrutaría más.
Téngalo en cuenta… porque tal vez si ve “Franky
Banderas” no volverá a pisar un cine ni ver una película durante mucho, mucho,
mucho tiempo… Las almas incautas que lean esto y se atrevan están avisadas.
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ResponderEliminarCOMENTARIO SIN SPAM: Qué divertido!!
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