Cuando una saga llega a su sexta parte pueden
correr a todo gas o dejarse atufar y ceder, por asfixia, a los encantos de Dominic
Toretto, Brian O'Conner y compañía… como es el caso de la franquicia de ‘A
todo gas’. Es demasiado tarde para poder traspasar con nuestras ‘armas de
fuego’ cargadas por el veneno de nuestras lenguas viperinas las
resplandecientes cabezas de Vin Diesel y Dwayne Johnson. Chonis, adictos al
tunning y copiosos clubs de fans de Farruquito y los tatuajes de los Phoskitos
cayeron tiempo atrás rendidos, cual volantes, a manos de los que ya son sus
ídolos entre tanto derrape y trompo neuronal. Quitar protagonismo es tan
inconsecuente y amoral como obviar que estamos ante una de las franquicias más
taquilleras y resistentes de la historia del séptimo arte. ¡Y van a por la
séptima parte! “Fast & Furious 6” quiere actuar como bisagra y
transición, pero también como golpe y asalto directo al mainstream. Es momento
de repasar sus cinco partes anteriores a pedo, ventosidad, flatulencia y gas
por unidad en el título… Por favor, tápense las narices antes de continuar
leyendo…
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“The Fast and the Furious (A todo
gas)”
EEUU
Director: Rob
Cohen
2001
Título
original: “The Fast and the Furious”
Presupuesto:
38 millones de dólares
Boxoffice
USA: 144 millones de dólares
Boxoffice
Internacional: 62 millones de dólares
Sinopsis (Oficial):
Cada noche
las calles de Los Ángeles son testigo de alguna carrera de coches. Con motores
de gran potencia, Dominic Toretto es el rey de la carretera y derrota a todo el
que se le enfrenta. Tanto él como su rival, Johnny Tran, son los más audaces,
los más peligrosos y los mejores. Pero ahora ha aparecido una nueva furia de la
carretera. Saben que es duro, saben que es rápido, pero lo que no saben es que
es un detective con la firme determinación de salir victorioso.
Crítica
Bastarda en 1 Pedo:
Aprieta esas
Converse y cambia de marcha que empieza la película. El mundo del tunning, los
chonis, los neumáticos y, sobre todo, los fans de Farruquito estuvieron de
suerte con “A todo gas”: El mejor
anuncio para incitar a comprar un arma de fuego y volarse la cabeza en menos
que canta un derrape. Los chicos duros con resbalones de neumáticos y de
neuronas en cada fotograma olían a lumis y pelos rapados, a servilismo machista
por testosterona envuelta en sonrisas con cuero barato de puticlub de
carretera. La pasma no pone orden pero para eso está el óxido nitroso… directo
al cerebro.
Aquí vale todo: desde samplers de Depeche Mode (‘Strangelove’) hasta
star-system del clip cazurro y pañales manchados de caquita con ojos azules de cartón
para mutarlos al hip-hop de un argumento con demasiada diarrea. Unos ladrones
de camiones con alto valor en sus contenidos —seguro que es una versión porno
de “A todo gas” o una copia del contrato de Vin Diesel— y un policía infiltrado,
que se enamora de la hermana del principal sospechoso, podrían dar más juego,
¿no? ¿Le podríamos pedir que añadieran algo más a la velocidad y las curvas del
ridículo? ¿A esos diez segundos de coito y tuning en plan clip de reggaetón con
olor a gasolina reciclada?
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“2 Fast 2 Furious (A todo gas 2)”
EEUU
Director: John
Singleton
2003
Título
original: “2 Fast 2 Furious”
Presupuesto:
76 millones de dólares
Boxoffice
USA: 127 millones de dólares
Boxoffice
Internacional: 109 millones de dólares
Sinopsis (Oficial):
El director
nominado al Oscar John Singleton (“Los chicos del barrio”), nos trae esta
aventura cargada de adrenalina, la esperada secuela de “The Fast and The
Furious (A todo gas)”. Brian O´Conner (Paul
Walker) perdió su trabajo de policía por dejar escapar a su amigo Dom
Toretto, jefe de una banda criminal de carreras clandestinas. Ahora ha vuelto a
Miami, junto a su viejo amigo Roman Pearce (Tyrese). Trabaja como infiltrado para la policía para limpiar su
expediente. Ayuda a la bella Monica Fuentes (Eva Mendes) a vigilar a un peligroso hombre de negocios de Miami.
Ha vuelto a correr y esta vez lo hace por su vida…
Crítica
Bastarda en 2 Pedos:
Es momento de apretar la franquicia y tunear el
argumento. ¡Cierren las carreteras que vienen los
escotes sexys y la adrenalina inyectada por vía rectal! Luces de neón a porrillo
y velocidad por el culillo… que llega “2Fast
2Furious” para dejarnos con los testículos aún más bajos que el anterior
pedillo. La apuesta es apostar pero, al parecer, papel pintado de verde y herramientas
duodenales como una Eva Mendes marcando
las curvas y muslo musculado negro para que las niñas tengan el secreto de la
felicidad. El protagonista nos dice y repite aquello que vemos antes de que
llegue, la metáfora y simbolismo del cine comercial actual es obvia: el padre
de Dexter Morgan trata de poner orden ante tanto blanqueo de dinero y de
cerebros. Cooperar o morir es la clave. ¡Niña, apriétate el tanga y corta la
sangre al cerebro que aquí se piensa con el pito cebollón!
El hecho
significativo es que cuando meten el
óxido nitroso parece que están viajando en el ciberespacio a la velocidad de la
luz —y en realidad sabemos que van más lento que un anciano tullido con andador—. “2 Fast 2 Furious (A todo gas 2)” se
reduce al calor de la entrepierna y una ratita presumida que te arrancará las
entrañas como el psicópata que agarra el soplete. Tenemos chica y rehén,
clichés en el acelerador y flatulencias en frases como «¿Conduces muy bien, ti?»,
«¡Qué cabrones!» o «Esto no se ve ni en las pelis, ¡es más fuerte!», que dejan
claro lo claro del claro que nubla la vista. Blanca como la mirada perdida en
una pantalla, rosa como el último coche tuneado homenajeando a Hello Kitty!,
amarillo como el oro que se caga antes de bajarse al moro y verde como un
billete de una única cara porque nuevamente “2 Fast 2 Furious” supone una película que le gusta dar pero no
recibir.
Tírate un
pedo. ¡Defiéndete! ¡No dejes que te roben el cerebro por segunda vez!
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“A todo gas: Tokyo Race (A todo gas
3)”
EEUU
Director: Justin
Lin
2006
Título
original: “The Fast and the Furious: Tokyo Drift”
Presupuesto: 85
millones de dólares
Boxoffice
USA: 62 millones de dólares
Boxoffice
Internacional: 95 millones de dólares
Sinopsis (Oficial):
Cuando Sean
Boswell (Lucas Black), condenado por participar en carreras callejeras, intenta
emprender una nueva vida en la otra punta del mundo, su obsesión por las
carreras le pone en rumbo de colisión con el hampa japonesa. Para sobrevivir,
tendrá que dominar el 'drifting', un nuevo estilo de carreras en el que coches
trucados se deslizan por curvas cerradísimas, desafiando a la gravedad y a la
muerte, en busca de la locura viaria definitiva.
Crítica
Bastarda en 3 Pedos y escrita en menos de 3 minutos:
03:00
Oh, my God!
¡Tengo que escribir una crítica en menos de tres minutos sobre “A todo gas: Tokyo Race”! Película
extremadamente complicada que entra dentro de la saga conocida también como “A todo truño” AKA “Derrape total de neuronas”.
02:45
Después de un
inicio tan inteligente que hace y convierte en obras pedantes de arte
desmesurado la filmografía completa de Chiquito de la Calzada, con trata de
blancas incluido en el pack, uno puede llegar a preguntarse la cantidad de
medios que emplea ‘jollywud’ para realizar películas tan pretendidamente
estúpidas. Aquí, 85 millones del alerón y orejón.
02:20
La cosa es ir
de gallitos, empotrase y matarse —y no precisamente en ese orden—. Que si «Mira,
¡no hables con mi chica!», etc., etc. y etc… y otro etc. de regalo. ¡ESO, NO
HABLES CON MI CHICA O TE ACHUCHO EL DVD DE ESTA PELÍCULA, PAYASO!
02:00
Llevarse la
acción a Tokio puede entenderse como operación de marketing pero Justin Lin no ha entendido nada sobre
el cine de acción contemporáneo actual oriental. Simplemente se ha limitado a
realizar un filme de yakuzas adolescentes en los límites del reino del
mainstream americano.
01:30
Presenciar
como un ‘niñato japo’ se despeña y el resto aplaude entra dentro de los anales
de la pornografía del cine comercial actual.
01:10
Desconozco el
motivo por el que la DGT se gasta millones en campañas destinadas a los jóvenes
y permite que se sacralicen las películas de esta saga…aunque tiene aviso al
final: «Las escenas que han tenido lugar en este filme son peligrosas y han
sido rodadas por profesionales». En el punto exacto en el que se suelen
encender las luces y nadie lee la pantalla. Ah, ¿es que algún joven que forme parte
del target de “A todo gas: Tokyo Race” sabe leer si no utiliza abreviaturas
tipo Ktepsa, K Gns D Nxe y PaStx?
01:00
¿De qué hablo
en el último minuto?
00:45
¿?
00:30
[...]
00:15
[...]
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“Fast & Furious: Aún más rápido
(A todo gas 4)”
EEUU
Director: Justin
Lin
2009
Título
original: “Fast and Furious 4”
Presupuesto:
85 millones de dólares
Boxoffice
USA: 155 millones de dólares
Boxoffice
Internacional: 208 millones de dólares
Sinopsis (Oficial):
El fugitivo
y ex preso Dom Toretto (Vin Diesel)
y el detective Brian O’Conner (Paul
Walker) vuelven a encontrarse en Los Ángeles y siguen llevándose igual de
mal. Sin embargo, obligados a enfrentarse a un enemigo común, no les queda más
remedio que unir sus fuerzas si quieren vencerle. Después del atraco a un
convoy, los dos protagonistas descubrirán que si quieren vengarse, deberán
llegar al límite de sus posibilidades al volante.
Crítica
Bastarda en 4 Pedos:
Pedo I
¡Qué poderío,
qué poderío, tengo en er tunning metío! ¡Qué grande es “Fast and Furious 4”! Como el vacío que deja un pedo en medio de
una discoteca con la nueva ley anti-tabaco… ¡Qué grande y profunda es la
interpretación de Vin Diesel! Como una lavativa introducida por las orejas para
aniquilar tu cerebro.
Pedo II
Nuevo modelo.
Piezas originales. Ni nuevo ni mucho menos modélico. Ni original y las únicas
piezas las pone el espectador porque esta película es capaz de destrozar su
cerebro en menos de un acelerón.
Pedo III
Entre
República Dominicana, Los Ángeles y Panamá el orgasmo por una calva no tiene
precio. Se instaura más que en anteriores entregas la trama policial y verdades
instintos de venganza personal. Los GPS tienen tecnología de videojuego, las
tramas son de videojuego y la voz femenina que acompaña a los pilotos es de…
videojuego. Pero de videojuego de 8-bits, que conste. Testosterona y padre y
señor mío, en los cines faltaba un volante de plástico para la Wii junto a la
entrada, para terminar de consumar este alunizaje neuronal.
Pedo IV
Vuelven a
repetir aquello que todo es muy peligroso y que son auténticos profesionales.
¡No les imites! ¡No son modelos a seguir! Como siempre el mensaje llega tarde:
el público fanático de las aventuras del señor calvo con apellido de gasolina
se evaporó a probar sus motores nuevos cuando encendieron las luces de las
salas.
Esta vez hay
túneles, ley fuera de la frontera y exceso de enchilada. Todo el mundo sabe que
tanto picante tiene un problema fundamental: cuando uno se tira un pedo no para
de escocerle el culo. Y “Fast and
Furious: Aún más rápido” es todo un picor de partes bajas, medias y altas.
No hay justicia en este mundo cruel: ¡dónde se fueron mis neuronas!
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“Fast & Furious 5 (A todo gas 5)”
EEUU
Director: Justin
Lin
2011
Título
original: “The Fast and the Furious”
Presupuesto:
125 millones de dólares
Boxoffice
USA: 209 millones de dólares
Boxoffice
Internacional: 416 millones de dólares
Sinopsis (Oficial):
En “Fast & Furious 5”, Brian y Mia
Toretto han conseguido sacar a Dom de la cárcel y han tenido que cruzar muchas
fronteras para eludir a la policía. Pero ahora están acorralados en Río de
Janeiro y no tienen otra opción que dar un último golpe si quieren recuperar la
libertad. ¿De qué se trata? Reunir a un equipo de élite formado por sus amigos
para realizar un robo imposible por valor de cien millones de dólares. Dom y
Brian saben que su única posibilidad es dejar al descubierto el negocio del
empresario corrupto que quiere verlos muertos. Pero no es el único que les
sigue la pista, el agente Luke Hobbs nunca falla. Cuando le encargan que
encuentre a Dom y a Brian, él y su equipo especial se lanzan a la caza.
Mientras sus hombres siguen cualquier pista, Hobbs no tarda en darse cuenta de
que no puede diferenciar entre los buenos y los malos. No le queda más remedio
que fiarse de su instinto para acorralar a la presa… antes de que otro se
encargue de matarla.
Crítica
Bastarda en Pedo 5 y por la Calva te la
hinco de un pedazo brinco:
¿Qué será lo
que tiene la calva de Osama Bin Diesel que hace cambiarse de acera a todo lo
que ve que con esos tres ojos y medio —acera de la ley, claro, que aquí todos
son muy machitos—? Da lo mismo que seas rubia —tonta y/o mala actriz que para
el caso y cliché es el mismo— porque este tío y su cruz de plata barata que no
es ni una falsificación de Tous hacen bajar las bragas y calzones a pares. Tal
vez por eso han fichado de antagonista a otro pelón… ‘The Rock’, que tiene cara
de mala hostia como si le estuvieran haciendo la depilación brasileña con unos
alicates. Pero el tío pone cara de duro, de macho ibicenco, de semental de
Torremolinos. ¡Es el puto amo! Claro, hasta que se le pone la otra calva de
Osama Bin Diesel y sus ojitos llorones inflados de gatito con botas de “Shrek”. Y esa ‘The Rock’ sufre de
problemas de erección desde entonces y deja de tenerla como una ‘rock’. ¿Es
esto spoilear? ¿Es spoilear contarles que si aprietan el acelerador el coche…
acelera?
Ante tanto
calvo lo mejor es contrarrestarlo con otro: ¡toma calvo! No les haga un calvo,
por favor, en sesiones infantiles para evitar conflictos burocráticos con la
legislación reinante: dejan pasar a niños a ver películas con calvos como “The Fast & Furious 5”. Es más,
sus padres les llevan para aprendan lo que es la vida de verdad: si eres bueno
vas a la cárcel… así que ponte a robar coches desde joven, afíliate a un
partido político o invierte en Brasil. “The
Fast & Furious 5” es una película muy guay: es como “Origen” pero sin sueños, como “The Italian Job” pero sin minis, como “Señora Doubtfire” pero sin Pierce
Brosnan. En definitiva, que es una película des-preciable y des-quiciante pero
con el ‘des-’ parpadeando como un intermitente tuneado porque estamos ante la
mejor de la saga con des-ferencia.
¡Cuánto tío!
¡Cuánta buena moza! ¡Cuánto sudor! ¡Cuánto disparo! ¡Cuánta explosión! ¡Cuánto
plan y cuánta tecnología! ¡Cuántos pedos… en los tubos de escape! ¡Mola
mogollón! ¡Cuánta caja fuerte directa a nuestra otra caja fuerte! Tranquilos,
ya no queda nada en el interior de nuestra caja… Las neuronas huyeron en las
cuatro partes anteriores. ¿Consistía en eso?
Esta película
nos sirve para recordarnos que gracias a Osama Bin Diesel y EEUU hay Olimpiadas
en Río. Yo no me Río porque después
de unirse el grupo de anteriores entregas —menos Eva Mendes que ya no se digna a bajarse las bragas en películas de
acción salvo que las dirija una momia viciosa como Frank Miller— la ciudad queda como si de un grupo de Transformers
ninfómanas pasasen por una barriada gitana. Es decir, la imagen, radiografía y
plano de mi cerebro al meterme toda la saga sin cinturón de seguridad.
Vaya puta mierda de critica
ResponderEliminarEran tres... Aprenda a contar y deje de meneársela tanto con Vin Diesel que se queda ciego. :P
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