Los ricos nunca pueden ser demasiados. Si muchos tienen mucho dinero el dinero pierde valor, ya no es útil. Es así de sencillo. Hace tiempo que se acabó la gran comilona. Eso de comérselo todo muy deprisa antes de que te lo quiten del plato. Ahora ha llegado el momento de la moral pública. Cuando uno se civiliza hay que aprender nuevas cosas: a servir el banquete, elegir las etiquetas de los vinos, saber manejar los cubiertos…
“Crematorio”, la nueva producción de Canal+, empieza fuerte y dejando claras las intenciones. Basada en la novela homónima de Rafael Chirbes. Rubén Bertomeu es un constructor que ha tejido una trama de corrupción a nivel político y empresarial sin ninguna clase de escrúpulos. Ese comienzo se marca en el transporte de cadáveres desde el tanatorio que iban a ser incinerados como parte de un fraude. Los muertos han dejado de valer para ser negocio. Y esa falta de respeto hacía temas aparentemente sagrados como mercado hace poner el nivel mínimo de lo que vamos a ver. Si no existe ninguna decencia no la veremos en otros temas menos execrables. “Toda la paz del Mediterráneo”, primer episodio de esta maxi-mini-serie de ocho capítulos, pone evidencias al relieve: alguien en este país aspira, por fin, a hacer series de calidad.
La muerte de Matías Bertomeu es el motor dramático de la serie que se aloja en Misent, tan ficticio como real y palpable. Lo conocemos porque en un país de corrupción monopolizado por la información que atañe y compromete directamente a los partidos mayoritarios nacionales. Que el gobierno de Francisco Camps subvencione parte de la serie forma parte de otra moraleja introspectiva.De otro chiste oscuro y comprometedor como el que se nos va a desvelar.
“Crematorio”, compuesta de ocho episodios, no parece una serie americana aunque sí se detecta cierta vocación por cimentar un buen guión y disponer de calidad a la servicio del espectador. Se nos anuncia desde su primera secuencia en un extenso diálogo del advenimiento y crisis futurible. Eso es que se lanza un arpón desde el presente a ese pasado que parece engendrar la vorágine cancerígena posterior. Los ricos pertenecen a un club exclusivo y siempre se ha hecho la diferenciación entre los ‘nuevos ricos’ y los pertenecientes a la ancestral y dominante estirpe. Esos ‘nuevos ricos’ fueron los constructores… vividores de un ascenso que perpetúa el cliché de ‘más dura será la caída’. Las tramas inmobiliarias van desde la extorsión hasta la concentración de mafia política y criminal. Corrupción y alevosía, pan nuevo de cada día.
Tal vez no me entre ni me encaje en tema de Loquillo en los títulos de crédito, elegido más por la letra que por su coherencia musical con la serie. La luminosidad de la fotografía por el entorno hace palidecer a los personajes. Esa aparente frialdad resulta perfecta para manifestar ese tanatorio que se ha convertido su vida. Personajes que son familia pero parecen tan distantes como gélidos. Apuesta personal de una liturgia que conlleva a una reunión de los personajes sobre el cadáver de un personaje y a evocar en recuerdos, mediante flashback, como futura evolución de un arranque prometedor. ‘Quiero más’ es el canto de la gran comilona del devorador. Otros comen vidas y dinero… y otros deseamos devorar cuanto antes la serie dirigida por Jorge Sánchez-Cabezudo, del que recuperamos sus buenas dotes de “La noche de los girasoles”, con libreto del propio autor. De momento, un bastardo glotón servidor no puede pedir nada más.
Hola bastardo.
ResponderEliminarAl fin te gusto una serie española, debe ser muy buena, si podes pasame el link.
Saludos.
La verdad es que la vi ayer y me gustó bastante porque promete porque se cimenta muy bien la relación entre los personajes por los flashbacks y la reunión familiar en el entierro y se ve que la cosa empieza ya bastante tirante, de manera que tiene pinta que cuando arranque va a hacerlo bastante fuerte.
ResponderEliminarHombre, otra serie española MUY buena es Vientos de Agua. Dirigida por Campanella, no digo más.
Hola Luchadora,
ResponderEliminarDe momento ha pasado la primera criba. Quedan siete episodios y prefiero no hacer un juicio hasta que acabe la miniserie. Al menos viendo el que se emita esta noche. He visto que en filmaffinity tiene cerca de 100 votos con buena nota y ya ocho críticas. Demasiado pronto, en mi opinión para una serie cerrada.
Hasta que SINDE nos separe:
http://www.seriesyonkis.com/serie/crematorio/
Saludos bastardos.
Hola Lord of the elblogbuster!
ResponderEliminarTengo ganas de ver "Vientos de agua" pero Campanella me pone el glande como un algodón de azúcar. Y eso es peligroso. Tanta azúcar no puede ser buena para un bastardo adicto al crack del cine underground y experimental.
El episodio piloto de "Crematorio" apunta alto. Al menos a una serie interesante lo que es mucho en este país. Espero también los mismos buenos ingredientes (aunque en formato cómico) en "¿Qué fue de Jorge Sanz?"
Saludos!