El Divo (1x01) Covadonga: ¿Divina?

“El Divo”, la nueva serie de Paramount Comedy, llega para dotar al sitcom de un lugar made in Spain como se merece después de fiascos* con pretendido aire de cultismo como “Plutón BRB Nero”. Para empezar, se respeta su formato genérico de 20 minutos y no se ‘prostituye’ el mismo con meros intereses de share y publicitarios como hemos visto con “Aida”. Para acabar, se quiere realizar un refrito mediante el mockumentary a lo “The Office”, la friquez por la vía de la grosería y el alegato soez de “The IT Crowd” y manteniendo impoluto el lado tradicionalmente spanish mediante la referencia introcultural. Semejante combinación depende del talento de actores, guionistas, gags y comedia de situación en general ¿Lo tendrá “El Divo”?

*4,8 en Filmaffinity sobre 2670 votos es un indicativo, ¿no?

Que la Paramount Comedy produzca una serie con ánimo de epatar es buena noticia. Sitcom ácida bajo el mandato de una cadena de televisión local y las caras conocidas de Agustín Jiménez y Carlos Areces. Buen intento, pero repito de nuevo: ¿Lo tendrá “El Divo”? ¿Tendrá esa chispa que la catapulte al corazón de la audiencia? Y no hablo de una audiencia normal sino de un público elitista con ánimo de buscar lazos con otros impactos en series de culto. ¿Lo tendrá “El Divo”? ¿Tendrá ese halo de culto?

En busca del éxito

Hay dos datos que de momento definen la propuesta de la Paramount Comedy cuantificados en fecha y puntuación. El primero se define por la emisión de los dos primeros episodios.

El primero, objeto de esta entrada y titulado “Covadonga”, fue emitido el 18 de Febrero… y el segundo episodio será emitido el viernes 11 de… ¡Marzo! ¿Suceso paranormal? ¿Pero esto es una serie de la Paramount Comedy o de Calle 13 y/o Sy-fy? Ese dato es muy significativo aunque se desconoce un porqué razonable. ¿Tanta demora? ¿Tanta demora para un lanzamiento que se supone revelador?

El segundo, su puntuación en filmaffinity y seguidores en facebook. Ocho votos con notas variadas desde un 2 y un 4 (las más bajas) y un 9 y un 7 como más altas. 54 seguidores en facebook no son muchos, ¿no? Esa diversificación deja la serie en un ‘hasta la próxima’ a la espera de visionar futuros episodios. De momento, la sensación de “Covadonga” es positiva. Al menos, yo me he reído bastante.

Más chistes soeces: ¡Esto es la guerra!

“El divo” no parece una serie de culto porque parece ahondar en esquemas y situaciones re-vividas bajo la españolización de éxitos anteriores. A Don Phernando, ese prehistórico resacoso del éxito metiendo la pata en tiempos modernos y con divinidad perdida, nos lo conocemos y mucho más a Carlos Areces en su enésimo papel sin doblez que valga. Pero, sin embargo, al rememorar verbalmente los gags y situaciones de las tramas con terceras personas la respuesta era la misma: ¿dan para tanto veinte minutos? Por fin y en este país podemos decir que sí. Pero esa ráfaga es tan liviana y ligera que sinceramente no es que no me la crea, es que creo que vamos a repetir lo mismo como el día de la Marmota. El programa de Telealcobendas supone un perfecto escaparate para cameos de famosos aunque no sé si les hará mucha gracia a la gente de Alcobendas que se les mencione tanto… (lo de Pe era traumáticamente insuperable).

¿Conseguirá volver a ser El Divo?

¿Pero qué falta aquí? ¡Falta un buen logo! Esta serie ni lo tiene ni se conoce. Ese falso documental cutrecillo con música que no enganchará ni a una rana moribunda no es para lanzar cohetes y ni esa presentación de personajes ayuda. Véase “The IT Crowd” y  “El divo” no es más que un fanfilm para una escuela de audiovisuales si comparamos títulos de crédito, música, etc. “El divo” no parece ser original sino epatar mediante la carcajada burra y eficaz. En su primer episodio parece que hay poco que escarbar entre esa rival llamada Covadonga cartagenera que cambia la lengua a tono y a juego cuando interesa. Pero tiene, de momento, encanto porque resulta sumamente cómica y visceral. La serie, no obstante pone la Regla de las tres emes: comer morcilla, manteca y mierda pa’ tu boca. O lo que es lo mismo el que calla a Astorga. Recital ‘pundonoso’ y a ratos genial que conviene seguir en su línea de proyección aunque suponga una bala perdida que se empotré en un lugar recóndito y olvidable después de la publicidad.