El material está allí: relato decadente en tierras inhóspitas y devastadas bajo la mirilla del noir al sur de la frontera, mugre moral escénica en los pantanos del Bayou de Luisiana y conexiones con el pasado, tanto mental como dramático, en un caso enterrado y olvidado del pasado siguiendo la estela de una guerra que se quiere olvidar. El recuerdo sigue siendo un oscuro pasajero. La sombra y vientos posteriores del huracán Katrina siguen agitando las mentes de la reasignación. Y una mirada metacinematográfica que conecta todo lo anterior. ¿“Summer’s and Southern’s Bones”? Sí, pero no. El material estaba allí: James Lee Burke pone las letras, Bertrand Travernier coloca la mirada, Tommy Lee Jones es el rostro palpable. LSD y viajes al incandescente punto de la memoria que origina nuestro futuro. ¿Una nueva mirada a “Teniente Corrupto”? ¿Una prolongación? Pese a todo lo anterior el resultado que proporciona “En el centro de la tormenta” (versión del director) no puede ser más fallido.
El relato propio del cine y literatura noir deja un halo de previsibilidad y un ‘ya visto’ en las retinas del espectador. Una prostituta joven asesinada con conexiones con altas esferas es el motor de arranque de una historia plagada de elementos comunes y vulgares desde el mafioso sin femme fatale salvadora que valga. Esos huesos que reaparecen mediante un catalizador narrativo y fantasmal mediante un nexo espiritual con un actor supone una re-visitación de “Lone Star” con cameo del propio John Sayles, como director de la otra película que vive en el interior del filme. Y así se llega a una elipsis y viaje mental e introspectivo al pasado bajo la mirada de la guerra de secesión y general John Bell Hood.
JUSTICIERO EN BUSCA DE JUSTICIA |
Todos los elementos se interrelacionan y parecen dirigirnos hacía una mirada y memoria histórica: el pasado no puede dejar de ser pasado sino presente para poder avanzar al futuro. La aureola de la diversificación espiritual y física se dirige hacía los consejos de los muertos y encuentros con el pasado. ¿Qué somos y a dónde nos dirigimos? Pero esa aparente profundidad que yace en el subtexto de la película que nos narra Travernier queda aplastada por numerosos elementos disuasorios:
- Tenemos demasiado cerca al Tommy Lee Jones de la extremadamente superior “No es país para viejos”.
- No se entiende demasiado el personaje de la mujer e hija del protagonista y que nadie se percate de su existencia hasta el giro final.
- El protagonista entona un canto de ‘yo soy la justicia’ a lo Charles Bronson ante la mirada permisiva de ¡un agente federal!
- Los criminales no se han leído el manual del buen preparador de trampas o un best-seller.
- No se puede sorprender siendo tan previsible y aburrido
- Y menos caer tanto en el ridículo con conversaciones seniles y momentos de ultratumba.
EL PASADO NOS GUIARÁ |
“En el centro de la tormenta” sólo se puede entender, aparte de ese culebrón con el productor y su edición mutilada en DVD en EEUU, como homenaje a la HBO al contar con Mary Steenburgen de “Curb Your Enthusiasm”, Margaret Schroeder de “Boardwalk Empire”, Vanessa Diaz de “A dos metros bajo tierra” y Mose Manuel de “Deadwood”. El resto sobra y, sobre todo, pesa como el paso de los años.
La crítica ha levantado algún dedo en Filmaffinity.
ResponderEliminarMensaje recibido:
Sábado, 19 Marzo 2011, 15:10
"Vaya
Hola, no telo digo con acritud.Por favor, tómatelo a bien pero... tu crítica del El centro de la tormenta es penosa.
Qyue digo penosa, es digna de un idiota.
Dame una razón para no creer lo que creo."