De Morros

Continúo con el tema porque unos morros, que yo sepa, están divididos en dos. Dos partes que se unen o se dividen al antojo del interés. Interés para comer o para comer, que para el mismo caso es lo mismo. Al comentar ayer con otros compañeros de mi tres-cuartos-de-trabajo-extra el tema ‘Piqué’ no ha habido un debate sobre belleza y fealdad, propia o indirecta, sino sobre si los morros van en proporción a la exitosa carrera del central. En sus fotos de juventud no tenía los morros sino que sus labios se han hecho más carnosos desde que está a las ‘órdenes’ de Guardiola. ¿Casualidad? ¿Demasiada? Desconozco las raspaduras de las rodillas de Piqué pero en el Mundial la automutilación formó parte de su camino hacía el estrellato. Le vimos rasurado y con raspones, con sangre y pasión por defender esa boquita de piñón que tanto gusta a las señoras fashion con rastas vía mainstream. No me quiero imaginar cómo acabarán los morros si Guardiola y el éxito del equipo continúan con los años.

Y ahora que los titulares por la lumbalgia-hernia-o-lo-que-la-diva-calienta-banquillos-tenga dicen ‘Piqué ya echa de menos a Guardiola’ uno piensa en cierta disminución doctoral de los morros del futbolista. Es de todos conocidos lo verdulera que se pone Guardiola cuando expulsan a unos de sus morros con patas. Véase la expulsión de Muniesa en ese partido que adulteró la parte baja de La Liga en el Barcelona 0 — Osasuna 1 disputado en 2009. El gentleman saltó al césped y verduleó demasiado. Tanto, que también fue expulsado. Ahora uno puede entender que los morros de Piqué desciendan al ritmo de la baja laboral de su entrenador. Si es así, esta teoría bastarda podría ser auténtica.

Me ha sorprendido ver que Carmen Rigalt hable de morros también pero en este caso no menciona los de José Manuel Parada, de lo que hablaré un poco más adelante. Hablaba del pasado ‘morruno’ de Muamar al Gadafi y de su transformación en un doble de la Duquesa de Alba. Esa transformación facial se podría representar en el advenir del futuro piquesiano. Cuentan que Parada se dejó barba para ‘camuflar’ sus protuberantes morros y la asociación que eso podría conllevar con su ‘pianista’. Mientras el plató de “Cine de barrio” ha sido cerrado por escape de amianto y uno puede buscar cierta conexión paranoica con Carmencitas o Paradiñas en busca de venganzas pasadas y añejas como el conocido mineral. ¿Será la próxima transformación facial de Piqué parecerse a Parada?

El comentario que surgió fue esa aguda comparación con Parada pero a diferencia de enemistades sobre sexualidades (véase el conflicto con Jesús Vázquez) aparece el legado de lo ‘increíble y cierto’. De Parada cuentan que se dejó barba para disimular sus morros a lo Esther Cañadas. Pero de Piqué, que parece seguir esa doctrina y consejo de asesor de imagen, cuentan que lo de Shakira es una mera tapadera para esconder su sexualidad. A Ibrahimovic no le gustaron nada las preguntas que surgieron con las fotos cariñosas junto a y lanzó alguna frase bastante güevil y maleducada, delante de las cámaras, del tipo:

“Vente a mi casa y vas a ver que no soy maricón.

(La periodista ¡accede! feliz e intenta meterse en el coche de Ibrahimovic) 
“Ven y lleva a tu hermana.

(Ibrahimovic sube la ventanilla cabreado y deja plantada a la chica) 


Por el contrario Piqué explicó todo:
“En el vestuario vimos la foto y nos descojonábamos.

No sabemos cuánta ropa tenían puesta encima los jugadores del Barcelona mientras miraban todos juntos la foto de marras ‘descojonándose’.