Metal o no metal, esa es la cuestión.BASADO EN HECHOS REALES:
Conversación monotemática (¿y metalera?) de los ochenta:
— ¿Habéis escuchado a Europe?
— No, pero hemos escuchado a un grupo de puta madre que se llama Europa.
Con un dulce de tamarindo (salado y enchilado) en mi estómago me decidí asistir por segunda vez en mi vida a un cumpleaños heavy. La primera vez acabé fatal y no por la compañía o por la música sino por el alto consumo etílico en condiciones de indefensión gástrica completa. Todo ello provocó que alcanzase un estado zen tirado en una cama con consecuencias nefastas para mi impúdica reputación. Pero esta vez todo pintaba diferente o eso creía. Posiblemente un afán de aventura hacía lo desconocido me invitase a introducirme en un bosque con metaleros armados con espadas que esperaban ofrecer un sacrificio a una maléfica deidad de un comprador de discos de Animal Collective. Nada de eso.
Heavylandia |
Más que un ambiente hostil fue un ambiente demasiado amigable donde se habló hasta de política y el estado de la nación o se intentó debido al numeroso alcohol ingerido antes y después de mi presencia. Me esperaba ramalazos violentos a lo “Detroit Metal City” con gente chillona y pintada a lo Krauser que esconden camisetas de Los Fresones Rebeldes en su fondo de armario. Nada de eso. Los heavies ya no beben Dyc ni litronas a morro (que es más heavy en tiempos de gripe A, B o C o garrafón made in Spain) sino Cardhu reserva a polo seco y en vasitos individuales de chupito. Juegan al Guitar Heroe e incluso se atreven con el de The Beatles.
Los tiempos han cambiando para mal: Metallica son para pijos que escuchan los cuarenta principales. Personalmente me quedo con discos de Motorhead, Sepultura, Today is the day, Neurosis, Sunn O))) y muchos otros o el disco más heavy editado en el planeta tierra para muchos: Metal Machine Music
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