Black Lightning: Novedades y estereotipos

Serie de TV

“Black Lightning”

EEUU

2018

Sinopsis (Página Oficial):

Jefferson Pierce, director de instituto y superhéroe retirado, vuelve a vestir el traje del legendario Black Lightning para defender a su familia de unos criminales.

Crítica Bastarda:

¿Cómo encajar “Black Lightning” en el actual firmamento de la superheroica? Es cierto que la percepción inicial pudiera ser de ser otro producto ante ya una saturación de producciones en las que “The Gifted” ha puesto la guinda a un pastel sin demasiado espacio para nuevos adornos. La propuesta de Salim Akil y Mara Brock Akil aterriza en tiempos en los que el Arrowverse ya ha establecido su influjo en The CW y en los que Marvel/Disney ha construido su reino en Netflix. La serie centrada en el personaje creado por Tony Isabella y Trevor Von Eeden llega para hallar la comunión entre tales universos bajo la distribución internacional del gigante del streaming. El problema del espectáculo protagonizado Cress Williams es que no es más que un conjunto de estereotipos que consigue cierta forma y capacidad de construir su propio cosmos bajo el mandato de proposiciones previas. Aquí aquello que predomina y manda es el conflicto familiar latente. La dicotomía de Jefferson Pierce es regresar a enfundarse en el traje que le convirtió en leyenda en pos de ese motivo que lo retiró: mantener unido su matrimonio y a sus hijas. Los primeros episodios de “Black Lightning” tratan de justificar el retorno de ese otro reverso de “El Caballero de la Noche Regresa” aprovechándose de ciertos conceptos de “Luke Cage”. El resultado ha convencido plenamente a los medios estadounidenses pero, por el contrario, se ha encontrado con el rechazo de una parcela de la audiencia. ¿Estamos ante una serie racista o, por el contrario, utiliza la crítica social como coartada para un tono más adulto e incisivo dentro del género?

Es cierto que los primeros compases de “Black Lightning” no lo ponen fácil bajo ese tono racial amparado en estereotipos. ¿Es que todos los afroamericanos han de generar disturbios en la calle y tener la serie más policías racistas en sus primeros quince minutos que en toda la filmografía de Oprah Winfrey? Pensemos en que toda esa oposición también forma parte del contexto de saturación que viven los televidentes dentro del género y la producción de The CW desea reivindicar cierta independencia en tiempos en los que los crossovers y la unión de superhéroes parecen fundamentales. Está claro que la jugada de Salim Akil y Mara Brock Akil es construir un espectáculo a través del conflicto del protagonista y que su propia familia se vea arrastrada al regreso de Black Lightning. Antes de que llegue “Black Panther”, la propuesta distribuida por Netflix deja en evidencia su necesidad de marcar su propio espacio con características en absoluto originales aunque, sin embargo, sean un punto de partida para ir formalizando… ¿una revisión de “Luke Cage” y otra vuelta de tuerca al blaxploitation pasado por la superheroica? “Black Lightning”, en definitiva y resumen, es una propuesta que no va a ofrecer su mejor cara hasta avanzada la temporada y en tiempos de inmediatez televisiva puede ser todo un acto peligroso. La serie de The CW, no obstante, desea dejar claro en apenas un par de capítulos quién es el antagonista y principal villano a costa de sacrificar a sus esbirros en el proceso. De momento, vamos a ver a nuestro héroe navegar entre mareas de corrupción, problemas familiares, conflictos personales y, por supuesto, un crimen generalizado que potenciará su regreso. ¿El problema real? La oposición de una audiencia y el choque con esas opiniones de los críticos norteamericanos. Incluso tal noción no es novedosa tras “Supergirl”. ¿Si a Kara Zor-El le ha costado tres temporadas y dos cadenas construir un espectáculo sólido, tendremos que esperar todo ese tiempo para ver la mejor versión del personaje de Tony Isabella y Trevor Von Eeden? Es cierto que la televisión actual necesita héroes de toda índole y Jefferson Pierce no encaja en patrones previamente establecidos (¿adiós ‘pinganillos’ y vivan los superhéroes ‘maduritos’?) aunque, contrariamente, los Akil deseen conformar una ficción un tanto prototípica y estereotipada. Pros y contras, ¿he ahí la gracia (o desgracia) de este nuevo reino televisivo comiquero? 

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