Animales fantásticos y dónde encontrarlos: Tratando de hechizar a los espectadores, TOMA 1.568.437

“Animales fantásticos y dónde encontrarlos”

Título original: “Fantastic Beasts and Where to Find Them”

Director: David Yates

Reino Unido / EEUU

2016

Sinopsis (Oficial):

La historia comienza en 1926 cuando Newt Scamander acaba de completar un viaje por todo el mundo para encontrar y documentar una extraordinaria selección de criaturas mágicas. Llegando a Nueva York para hacer una breve parada en su camino, donde podría haber llegado y salido sin incidentes... pero no para un Muggle llamado Jacob, un caso perdido de magia, y la fuga de algunas criaturas fantásticas de Newt, que podrían causar problemas el mundo mágico y en el mundo Muggle.

Crítica Bastarda:

Podemos pensar en la gran industria como una maquinaria de construcción de éxitos populares/culturales en los que la materia prima se ha convertido la posibilidad de exprimir sagas literarias juveniles hasta la máxima expresión. Es coherente que en un mundo de reboots y spin-off tanto autores como grandes estudios hayan estudiado ambas posibilidades y “Animales fantásticos y dónde encontrarlo” obedece a una extraña combinación de lo primero y también parte de lo segundo ya que aquí, evidentemente, nos encontramos ante una continuación del universo de la saga Harry Potter evitando todavía el planteamiento de adaptar de nuevo los siete libros de J.K. Rowling. En el filme de David Yates se desea prensar todas las credenciales que llevaron al éxito a la franquicia originaria y, al mismo tiempo, posicionarnos en ese salto Nueva York dentro de los márgenes de un estudio de marketing para atraer a la audiencia estadounidense. Sea como fuere, la idea es trasladarnos a 1926 para seguir los pasos de un magizoólogo británico, Newt Scamander (Eddie Redmayne), que tendrá que detener su viaje a Arizona por distintos problemas y maquinaciones que se desarrollan en la ciudad que nunca duerme. Uno de los problemas que se encuentra la cinta de Yates es la escasa empatía que transmite su personaje principal y el poder de atracción, por lo tanto, queda condenado a todos el resto de secundarios que pululan a su alrededor. “Animales fantásticos y dónde encontrarlo” trata obviamente de cautivar y hechizar a los espectadores con su presupuesto de 180 millones de dólares un recital de efectos especiales y ese desfilar de criaturas mágicas bajo una premisa un tanto gratuita y autocomplaciente. Las trampas del libreto desean desquitar cualquier credibilidad a una propuesta que alterna un mundo mágico a ese mundo Muggle donde Nueva York se convierte en un pueblo fantasma por necesidades del guion. Lo importante aquí es dejarse llevar… si es que podemos con el personaje interpretado por Redmayne. 

La empatía de Newt brilla por su ausencia y carece de la vuelta de tuerca de Sheldon Cooper, por ejemplo, para seguirle el hilo. Su inaccesibilidad conforma parte de los problemas de una película que se queda generalmente en la superficie mientras trata, al mismo tiempo, de imponer sus tramas mediante los personajes secundarios. La historia también desea adentrarse en los confines oscuros que plantea esa presencia ‘invisible’ de Gellert Grindelwald como mago oscuro que no desea limitar sus maniobras en Europa. Vamos a tener que seguir los pasos de nuestro héroe y de sus criaturas mágicas para que, poco a poco, todas las tramas vayan convergiendo y esa amenaza desconocida cobre forma. “Animales fantásticos y dónde encontrarlos” trata de beneficiarse de la burocracia del reino mágico y su ambientación norteamericana, utilizando y reciclando Yates distintos estilos de cineastas clásicos americanos para también trazar tiralíneas que sirvan como conexiones anacrónicas con la situación sociopolítica presente del país donde queda enmarcada la historia. Cierto es que J.K. Rowling también desea expandir todo su universo y, simultáneamente, tanto la escritora como el gran estudio están encantados de exprimir todo el jugo comercial que pueda dejar Harry Potter. No es que las comparaciones sean odiosos sino que, por el contrario, el filme trata de desligarse tanto de algunos de sus patrones originarios que las intenciones son construir un nuevo y elaborado reino repleto de novedades. Quizás “Animales fantásticos y dónde encontrarlos” sea una simple excusa tanto para un modelo de producción como una primera baldosa de un largo camino. Y, ahí, no existe una clara justificación para esta película sino para presentar numerosas tramas y personajes. En realidad, todo siente como la presentación oficial de Grindelwald. El filme indudablemente empieza cuando acaba… 

Apunte bastardo: ¿Nos amenazarán los potterheads con un Avada Kedavra si mencionamos la palabra Pokémon? 

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