Tras la primera parte de la séptima temporada de “The Walking Dead” la mezcla de sentimientos al otro lado de la pantalla nos ha deparado desde un nuevo gran villano a la introducción de varias comunidades con un factor en común: el aburrimiento entre una premiere y un midseason finale empapados en tensión, violencia y sangre. Es cierto que la serie de AMC nunca se ha caracterizado por su regularidad ni siquiera interna dentro de sus ya muchos episodios emitidos pero, no obstante, siempre nos ha dejado bastantes entregas para el recuerdo para justificar sus carencias. “Rock in the Road”, midseason premiere y noveno episodio de la séptima temporada del espectáculo, desea apartar definitivamente a Negan del eje de acción tanto anímico como del influjo de Rick y los suyos. Es conocido y no supone una novedad afirmar que los Salvadores siguen siendo la gran amenaza a la que se enfrentan los alexandrinos pero ese nuevo renovado espíritu de rebeldía, preparando una guerra que en breve va a comenzar, se traslada sobradamente a una audiencia necesitada de emociones fuertes. Volvemos donde lo dejamos, a La Zona Segura de Alexandria. Allí el Padre Gabriel Stokes camina entre la oscuridad de la noche leyendo la Biblia en la puerta de la comunidad y ya detectamos cierta preocupación en su rostro. La idea es proponernos una desconcertante secuencia en la que no sabemos si pretende huir con comida y cuchillos en el maletero de un coche o esconde algún otro ‘tipo’ (en el sentido de literal) de interpretación. Que el propio Gabriel olvide su Biblia en el suelo no deja de remarcar la conexión entre esa figura y presencia oscura y enigmática que siguió a Rick y a Aaron hasta Alexandria que ahora se encuentra dentro del vehículo. ¿Qué quiere? ¿Por qué le ha obligado a hacer tal tarea? ¿Cómo lo consiguió? ¿Qué pensarán el resto con tal acción? Repasemos “Rock in the Road”.
Sabíamos que la nueva perspectiva del grupo podía resultar complicada para personajes como Gregory, que se niegan a tomar una clara posición en esa guerra que se está construyendo y en la que seguramente no tienen los suficientes guerreros para combatir a los Salvadores. Sasha y Maggie vuelve a estar en la palestra de las negociaciones ya que necesitan de un lugar donde permanecer fuera del influjo de ese villano que acecha. El grupo liderado por Negan se ha ganado una sobrada enemistad entre el resto de comunidades para que todos ellos se unan de cara a una revolución. Daryl no cree que sea necesario un ejército sino disponer de los materiales adecuados para construir una rebelión precisa y contundente. Todos quieren luchar pero es obvio que necesitan aliados y, curiosamente, lo que costó tanto tiempo y odio al otro lado de la pantalla ahora va a resolverse con un chasquido de dedos. Al parecer, ese nuevo orden postapocalíptico peligroso no es tan extenso e inexpugnable como parecía ya que Jesus ahora va a ejercer como maestro de ceremonias al ser el personaje que introduzca al rey Ezekiel a Rick y los suyos. También tiene un walkie-talkie de larga distancia para seguir la actividad de sus nuevos enemigos… Pensemos en que ya los escritores no van a marear a los espectadores con la presentación de todas las comunidades y tal sacrificio argumental ya fue realizado en los ocho primeros episodios de la temporada. Ahora es momento de coger la fruta madura a todos los niveles…
Alexandria, Hilltop y el Reino tienen algo en común y es la servidumbre sobre los Salvadores. Gobiernan con violencia y miedo y Rick piensa que con un discurso amparado en esos elementos conseguirá cautivar a Ezekiel. Hay un motivo, además, por el que Jesus no reveló la carta del Reino y se debe al secreto que juró proteger y nunca divulgar (hasta ahora, claro). Sabíamos que los habitantes bajo la protección de Ezekiel desconocían el trato realizado con los Salvadores y el rey desea mantener tal secreto en la recámara. Vayamos al resto de la toma de contacto. El reencuentro con Morgan, por ejemplo, también están marcado por una distancia física entre él y Rick, como si su antagonismo moral despertara esa alegría de separarse y volver a juntarse una y otra vez. Ambos siempre han crecido respecto a cada nuevo reencuentro y Morgan desea proteger la elección de Carol de estar sola y que nadie la moleste mientras se entera, por boca de Michonne y Rosita, de todos aquellos amigos que perecieron por culpa de los Salvadores. Sabíamos que Richard estaba claramente posicionado a favor de la guerra contra los villanos de la historia pero las consecuencias pudieran ser nefastas para esos inocentes habitantes del Reino y, sobre tal punto, tanto Morgan como Ezekiel parecen ofrecer puntos de vista parejos. ¿Existe otra solución? ¿Podrían capturar a Negan? Es curioso que Rick recuerde un cuento que le contaba su madre en la que todo peligroso camino repleto de obstáculos que hieren a otras personas puede ser arreglado. ¿De verdad que siempre habita una recompensa para un bien mayor? ¿La hallará Rick o solamente encontrará sangre derramada y un sinsentido a su cruzada? “Rock in the Road” insiste también esa ambigüedad entre la figura de Carol y la de un caminante a través de la exploración de Benjamin. Sabemos que Carol encarna a ese personaje similar a un guerrero (auto)exiliado que volverá una vez surja el momento. Benjamin habla a Ezekiel sobre Carol y también trata de inspirar a su rey el valor para tomar una decisión respecto a una guerra que se va desplegar a su alrededor. Rick y los suyos van a arriesgar todo para vencer a Negan y no hacer absolutamente nada, tal y como remarca el posicionamiento moral de Morgan o Carol, conlleva alejarse de esa gesta y sacrificio que otros están realizando para favorecerles. Todos tienen que retirar la piedra que tienen en medio del camino, en definitiva, y es coherente que tal historia sea el propio título del episodio. Ezekiel, por el contrario, tiene que preocuparse por su gente y prefiere aferrarse a la paz con los Salvadores que ayudar a los alexandrinos en el alzamiento que están construyendo. No solamente es una guerra de personas sino de suministros ya que los propios Salvadores se alimentan y consolidan a costa del resto de comunidades y el único amparo que tiene Rick es que Daryl encontrará un refugio en el que permanecer y podrá construir cierta confianza con su líder para que éste cambie de opinión.
Puede que existan ciertas réplicas respecto al midseason premiere sobre esas despedidas con los mismos personajes, remarcando una clara evolución en los mismos. No todo es color de rosas de puertas para adentro dentro ya que Rosita y Sasha no son amigas ni ésta última pretende serlo. Esas heridas todavía latentes en el espectáculo desean construir algunas capas dramáticas que realmente quedan ensombrecidas por el arco argumental principal: su lucha conjunta frente a Negan. Aquí el gran villano de “The Walking Dead” simplemente aparece como una voz en el walkie talkie de Jesus hablando sobre la trágica muerte (?) de Fat Joe, y una inminente inspección a Alexandria, mientras que el resto del grupo se topa con una carretera bloqueada por coches por parte de los Salvadores en su viaje de regreso a su hogar. Michonne alertará, gracias a sus prismáticos, de que algo que se esconde en el lugar y no es otra cosa que un cable de acero con explosivos encadenados para ejercer como trampa ante una horda que va a llegar al lugar en breve. Las piezas se unen ya que Carl escuchó a sus enemigos hablando del asunto. Tara, por su parte, sigue siendo ese personaje capaz de ofrecer humor ante las situaciones problemáticas y suicidas y Rosita, con su nueva cicatriz, se convierte en una guerrera capaz de incitar a sus compañeros a desmantelar y hacerse con toda la dinamita. Vamos a tener aquí una de las secuencias más ambiciosas vividas en la serie de AMC gracias al aprovechamiento de los mecanismos de tensión y la capacidad de ver cómo un cable de acero, conectado a los coches sobre los que Rick y Michonne hacen un puente, se convierte en un arma para destrozar (literalmente) a gran parte de esa horda de caminantes. ¿Es la manera de celebrar San Valentín en un apocalipsis zombie con esas miradas entre Michonne y Rick mientras decapitan y masacran cientos de caminantes? ¿O, por el contrario, desean no perder la cuota hiperbólica de gore mantenida en series como “Ash vs Evil Dead”?Atrapados en el rebaño, la pareja se hará camino para ser rescatados por la camioneta de Rosita, Carl y Tara mientras que Jesus y Sasha regresan a Colonia Hilltop. Con una explosión como fuegos de artificio, no hay respiro para Rick y los suyos en su regreso a Alexandria. Simon se personará allí con un grupo de Salvadores para buscar a Daryl. Su objetivo es asesinarlo… Con el lugar más destrozado si cabe, es hora de que Tobin explique al resto la desaparición de Gabriel con sus alimentos y armas en un coche. ¿Cómo consiguió ese misterioso nuevo personaje dejar una pista a través de Gabriel? ¿Cómo logro convencerlo o atemorizarlo? Es curioso comprobar que Rick defienda ahora a ese hombre que le traicionó en el pasado pero, tal y como remarca la serie, estamos frente a una historia de transformaciones en la que todas aportan algo al conjunto a estas alturas del relato. Una nota en la Biblia de Gabriel lleva a Rick y los suyos a ese barco en el que encontraron numerosos suministros y “Rock in the Road” nos prepara para un giro de guion final presentando a un populoso grupo armado que rodea a Rick y los suyos. No hay lugar para la sorpresa ni para el temor en la sonrisa del protagonista de “The Walking Dead”: ha encontrado los aliados que necesitaba para su batalla al ser un nuevo grupo independiente que podría atacar a los Salvadores sin despertar sospechas frente a la traición del resto de comunidades. La cuestión, no obstante, parece otra: ¿cómo podrá convencerlos de su cruzada? ¿Valdrá con el cuento de su mamá?
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Buena critica bastardo,para cuando una de Taboo.
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