Supergirl (2x12) Luthors: ¿Es Lena Luthor amiga o enemiga de Supergirl?

“Luthors”, duodécimo episodio de la segunda temporada de “Supergirl”, demuestra las virtudes y debilidades de una serie que se está posicionando en distintos frentes sin que sepamos cuál será su fórmula definitiva. Mientras que un arco argumental claramente romántico está dominando la crónica de un cliché anunciado, tenemos otra trama dedicada a los Luthor que se articula sobre un sofisticado y maléfico culebrón familiar. No es una ninguna novedad que ambos elementos dramáticos sean piezas sobre las que han pivotado otros espectáculos de The CW y la incorporación del show dedicado a Kara Zor-El a la cadena de “The Flash”, “Arrow” y “Legends of Tomorrow” se ha caracterizado por la renovación completa de personajes y el escenario que ocupaban. De este modo, pudiera ser interesante que la relación lésbica del episodio hubiera sido conformada (a modo de revolución) entre Supergirl y Lena Luthor. Existe una lectura de seducción en esa amistad que conforman ambas mujeres y los reflejos de la vinculación entre Clark Kent y Lex Luthor como material para contrastar. Si bien Superman confió ciegamente en Lex hasta que fue demasiado tarde, los guionistas del espectáculo están jugado con esos conceptos y elementos dentro del universo de su serie y en “Luthors” desean añadir cierta mitología a la estirpe de esos villanos. Repasemos el episodio. 

“Luthors” pudiera demostrar el potencial de un culebrón dedicado a esa familia que engendró al némesis de Superman… sin que sepamos si también a la de Supergirl. Sabíamos que Lex Luthor enloqueció y está entre rejas mientras que su madre construyó Cadmus para acabar con todos los alienígenas que ahora habitan el planeta. Su hijastra Lena se había posicionado como un personaje afín a los intereses de Kara y Supergirl que incluso acabó traicionado a esa matriarca volcada siempre sobre Lex. Descubriremos un secreto que mantenía esa madre del mal que no es otro que la maternidad y paternidad de Lena, siendo la hija realmente de Lionel Luthor de una relación que tuvo fuera del matrimonio. Apunte bastardo: deberían haber utilizado un cameo de Michael Rosenbaum. La madre biológica de Lena, compensada por su embarazo y silencio, murió cuando ésta tenía cuatro años y la manera que tuvo Lionel de salvar su matrimonio fue traer al hogar de los Luthor a la pequeña Lena. Lillian evidentemente nunca pudo acabar de amar a esa niña que recordaba el fruto de la infidelidad de su esposo y que era el vivo retrato de su amante… Con todo ese material digno de un culebrón, se posiciona una partida de ajedrez entre Lena y Lillian Luthor al ser ésta última juzgada por los muchos delitos y crímenes que cometió. Sabíamos que Cyborg Superman seguía suelto con un propósito e iniciará una cadena de sucesos para implicar a Lena en la fuga de Metallo que, a su vez y con un nuevo corazón de kryptonita sintética (y de barata imitación), provocará la fuga Lillian en pleno proceso judicial. 

¿Y cuál es el movimiento sobre el tablero de ajedrez de Lillian? La villana sabe que Supergirl siempre salvará a inocentes por encima de atrapar a los malhechores y utilizará tal elemento en su escape. Lillian, además, necesita reconciliarse con su hijastra y provocará su arresto gracias a la manipulación de una grabación por Cyborg Superman, haciendo que la opinión pública piense que fue ella que la que robó la kryptonita y facilitó la misma a Metallo durante una visita a su madre al correccional. Un Luthor es un Luthor y los prejuicios de la sociedad son claramente impuestos. ¿Por qué tantas molestias por parte de la líder de Cadmus para arrastrar a su hijastra al lado oscuro? Descubriremos que Lillian quiere empujar a Lena en ese breaking bad familar ya que Lex dejó arsenales y bóvedas secretas con todo tipo de artilugios en su lucha contra Superman. Para poder acceder a los tesoros de una de esas instalaciones, Lillian necesita el ADN de un Luthor y, ahí, entra en juego Lena… y un aluvión de guiños a ciertos gadgets conocidos por los fans de los cómics originales. Con Metallo como una gran bomba andante y la aparición de Cyborg Superman y J'onn J'onzz, amigos y enemigos consiguen salir del lugar antes de que todo explote (literalmente) por los aires siendo John Corben aquel que dictó su propia sentencia de muerte. “Luthors” se repliega también sobre esas capas dramáticas que van desde el nuevo episodio del romance de Mon-El hasta esa ya fortalecida relación de confianza entre James Olsen y Kara. Supergirl, por su parte, se convertirá en la gran defensora de la inocencia de su amiga Lena Luthor y hará todo lo que está en su mano para exculparla utilizando los medios informáticos de Winn para descubrir la manipulación del vídeo y localizar su paradero por la emisión de kryptonita que liberaba Metallo. Todos los personajes sacaron algo en claro del tal explosivo reencuentro pero Lena esconde una interesante vuelta de tuerca que revela que era ya desde pequeña mucho más inteligente que su hermano Lex. ¿Está jugando una partida de ajedrez a largo alcance? ¿Sabe que Kara es Supergirl y tiene una agenda propia al respecto para dar su peculiar jaque mate? ¿Lena lleva la maldad y el lado oscuro de los Luthors en la sangre? ¿Es, en definitiva, amiga o enemiga? Sea como fuera, lo más agradecido del episodio es una irrupción en el beso comercial, digno de San Valentín, entre Mon-El y Kara. Mr. Mxyzptlk está aquí para declarar su amor por Supergirl y tratará de salvar la temporada de semejante y chusco romance de postín y de cara al postureo mediático. ¿Algo de magia pondrá firme una entrega que duda entre distintas variaciones? 

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