Uno de los grandes alicientes de “Agents of S.H.I.E.L.D.” es que es capaz de entregar episodios como “Self Control”, una de las piezas más sobresalientes no solo de la serie de ABC sino de lo que veremos en este 2017. Y es que el decimoquinto capítulo de la cuarta temporada del espectáculo centrado en la agencia del Universo Marvel supone un clímax para el arco argumental alrededor de Life Model Decoy (LMD) y supone un punto y aparte para una entrega diseñada en tres actos. Si bien el Motorista Fantasma y un tono oscuro y fantasioso nos trajeron al Darkhold, la ciencia ficción ha ocupado el espectro actual de la serie referenciando a todas y cada una de las películas (y series) con androides asesinos. AIDA se ha convertido, por lo tanto, en otro eje fundamental que en el presente capítulo hallará un punto de giro en su relación con Holden Radcliffe. ¿Está completamente loca o sus intentos de hallar los sentimientos humanos y enfrentarse a las paradojas de su programación nos conducirán a algo mayor? En “Self Control” sabíamos que cuatro LMD sustituían a cuatro personajes principales de la serie dentro de la base de SHIELD. Jemma Simmons y Leo Fitz quedaron conmocionados con la noticia y los movimientos dentro del lugar no se van a hacerse esperar. Todo ese cúmulo de tensión y golpes de efecto va a tomar un cariz respecto al propio futuro de la temporada. Sabemos que el Framework nos va a traer a “Matrix” y “Origen” (en incluso toques de la última temporada de “Lost”) a la palestra pero, al mismo tiempo, impone una vía para que el propio espectáculo pueda homenajearse con acertadas referencias y posibilidades… Antes de llegar a ese punto es hora de repasar el sobresaliente “Self Control”.
Todo aquello que podíamos esperar de un gran episodio se encuentra integrado en “Self Control”. Sin nada que envidiar a muchos de los planteamientos de “Westworld”, “Agents of S.H.I.E.L.D.” ofrece una doble cara en la que los propios humanos dudan incluso de su propia humanidad. ¿Morir es la única manera de confirmar si eres un LMD? La serie de ABC va a jugar con ese concepto para que veamos la muerte de nuestros protagonistas junto a varias subtramas que hacen a la perfección su trabajo. Lo primero es confirmar si nos espera una hábil jugada de los escritores para sorprendernos con la identidad de los LDM. Tenemos una vía sencilla y fácil en el caso de Daisy Johnson que son sus propios poderes, ya que replicar a un inhumano es obviamente imposible más allá de su aspecto físico. La vuelta de tuerca llegará cuando Daisy descubre una habitación repleta de clones suyos y, por lo tanto, un plano nos revela que Simmons o Fitz son un LMD. En la pasada review comentaba que uno de los golpes de efecto pudiera ser que Fitz era un androide y había modificado hábilmente las imágenes y detectores para quitarse de la lista de sospechosos. Es obvio que los escritores juegan mucho con esas sorpresas y material pero la vía para explotar la situación, aparte de los mecanismos de tensión y suspense en la onda de “La cosa”, “BSG” o “La invasión de los ladrones de cuerpos”, es que los propios personajes duden de su humanidad y no puedan concretar sin son androides o seres de carne y hueso programados a tal fin. En cierta medida, aquí surge otra interpretación respecto a la programación de los LMD, contraponiendo al replicante de May con esos nuevos robots asesinos más directos, falsos y fríos. Si bien Radcliffe deseó hallar e instaurar una manifestación humana en la programación, AIDA ha optado por líneas más tenebrosas carentes de moralidad para alcanzar un fin. De este modo, tendremos un enfrentamiento no solo entre humanos y robots sino entre aquellos que comparten su propia ‘especie’. Una de las secuencias más dramáticas es el reencuentro en la humanidad de Simmons y Daisy, fundidas en un abrazo que confirme con los poderes de Quake la propia reafirmación de sus vibraciones y sentimientos. La otra podría ser el enfrenamiento entre los LMD de May y Coulson, revelando esos matices en su programación que los han hecho tan distintos y han causado un enfrentamiento directo entre ambos.
Dentro de ese juego de doppelgängers y réplicas, tendremos un tanteo psicológico dentro de la mente de Simmons por tener que asesinar a Fitz adentrándose en una lucha de supervivencia a la que se suma Daisy. Veremos cómo esta, tras aniquilar al LMD de Jeffrey Mace nos ofrece una interesante variación de sus poderes para generar una especie de bola de energía que pulveriza (en el sentido físico y literal) a los replicantes de Coulson y Mack. Con el resto de agentes de SHIELD dándose cuenta del engaño de los LMD y provisiones infinitas de los mismos, el equipo sobrevivirá gracias a ese ‘cylon’ de May que al final acabó estando tan bien programado que se convirtió en la original May: dispuesta a sacrificarse por sus compañeros si es necesario. Tras un explosivo enfrentamiento formal y moral con Coulson, “Self Control” un final de ciclo en ese escape de los protagonistas que tendrán que salvar a sus aliados dentro del Framework. Evidentemente tal proposición argumental nos transporta a clásicos de la ciencia ficción aunque la idea es que, por otro lado, veamos cómo AIDA soluciona sus paradojas encerrando a Radcliffe para siempre en ese otro mundo virtual y alternativo —en la onda de “Black Mirror”— mientras le corta sus venas para cerrar una posible amenaza en el plano físico. AIDA también nos prepara una burtoniana (?) secuencia al haber construido un replicante de Anton Ivanov que controla él mismo desde su decapitada cabeza encerrada en una especie de recipiente y pecera. Pensemos en que AIDA es capaz de doblar los deseos y palabras de los humanos para seguir sus protocolos y entendemos que la búsqueda en el Darkhold de nuevo secretos pudiera traernos material interesante de cara al desenlace de la temporada y posiblemente de la serie. Vayamos a ese Framework donde Daisy y Simmons se introducen para que veamos ciertas imágenes que nos van a dejar descolocados: Mack ha recuperado a la familia que perdió, Coulson es un maestro, Fitz aparentemente es un hombre rico y poderoso mientras que Simmons ha muerto y, para colmo, May parece ser la cabeza de HYDRA en un mundo en el que SHIELD ha sido sustituido por su mayor enemigo. HAIL HYDRA? Esa imagen funciona como una perfecta réplica del propio personaje atrapado en dos mentiras, una como LMD y la otra en una realidad virtual. ¿Nos quiere decir la serie de ABC que May hubiera sido una perfecta agente de Hydra y éste era el sentido de su vida? Además, a Daisy le espera Ward y no Lincoln. ¿Más drama a la vista? ¿Hay algo oculto en los secretos en la psique de cada uno de los personajes? “Agents of S.H.I.E.L.D.” regresa en abril así que tendremos bastante tiempo para pensar en ese retrato de la condición humana a través de la ciencia ficción (y la acción).
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Espectacular! Este arco argumental ha sido estupendo porque el anterior con el Vengador en ocasiones se tornó soporífero...Es increíble como han evolucionado los personajes, especialmente Daisy que pasó de personaje inverosimil (quien se creía el papel de hacker?) a ser parte integral de la serie y prácticamente su cara más visible
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