The Walking Dead (7x10) New Best Friends: Dos pícaros con suerte

Esta segunda mitad de la séptima temporada de “The Walking Dead” está tratando de expandir el universo, ya propiamente extendido del espectáculo de AMC, para atreverse a formular muchas posibilidades que todavía no había cobrado forma dentro de los márgenes de un postapocalipsis. De este modo, no es casualidad que tengamos una referencia directa a “Dos pícaros con suerte (Smokey and the Bandit)” a modo de easter egg para que ciertos toques de western puedan incluso convivir con un acercamiento a la temática propiciada por la saga “Mad Max”. Es cierto que todo puede ser posible incluso dentro de una serie limitada parcialmente por los cómics de Robert Kirkman. Rick se ha transformado en un ser ambicioso que se ve capaz de derrotar a Negan y los Salvadores partiendo de la ayuda de otros muchos supervivientes, integrados en zonas conocidas o no… Y ahí entran de lleno tanto la comunidad de Oceanside como esos nuevos partícipes de un tablero que todavía no ha posicionado sus piezas. Es toda una realidad para “The Walking Dead” que medir los tiempos muchas veces no es sinónimo de atraer a la audiencia sino de poder aburrirla con capítulos de transición o netamente informativos que no van a ninguna parte. Los productores y guionistas dan la impresión de haber entendido tales cuestiones para potenciar un espíritu más cercano al aventurero que a esos límites belicosos que nos esperan presumiblemente en la próxima temporada. De este modo, estos nuevos ocho episodios van a servir para cimentar todo lo necesario para la preparación de una guerra que seguramente dará el ‘pistoletazo’ de salida en el season 7 finale. Hasta llegar a ese punto Negan ha quedado prácticamente difuminado y a la sombra, cediendo todo el protagonismo a la figura de Rick que en “New Best Friends”, décimo capítulo de la presente entrega, va a tener que tratar de hacerse con el apoyo de una nueva y misteriosa comunidad. ¿Lo conseguirá? Repasemos el episodio. 

En “New Best Friends” existe un claro componente en el que Rick descubre, cuando acompaña a los líderes de esa nueva comunidad a la parte superior de una gran pila de basura, que todo aquello que le rodeaba cobra una nueva dimensión desde las alturas. Hay más universo sin explorar en “The Walking Dead” y no todo ya tiene que girar alrededor de El Reino, el Santuario, Colonia Hilltop e incluso Alexandria. Tal vez, junto con Oceanside, hayamos visto el 85% de la zona habitada aunque todo es posible en un territorio indómito en el que un guiño a “Dos pícaros con suerte (Smokey and the Bandit)” sirve para plasmar ese tono de western con el que ha lidiado la propuesta desde sus comienzos. Nosotros también ascendemos en un planeo aéreo para ver a los integrantes de esa nueva comunidad que parece operar coordinadamente como insectos y que bien pudieran ser una especie de moradores de las arenas de “Star Wars”. Pensemos en que cada comunidad ha optado por una vía para sobrevivir y la de ese grupo podría ser una variación de lo que Rick y los suyos hubieran sido si no hubiesen recalado en Alexandria. Es posible que también ese guiño a la cultura popular nos transporte a un mundo en el que todo ha quedado en ruinas y en el que los planteamientos más firmes a nivel moral son aquellos que ejercen Ezekiel y Morgan Jones. Del mismo modo que en el salvaje Oeste un hombre era un depredador para otro hombre, en ese presente apocalíptico las cosas no han cambiado demasiado… Precisamente “New Best Friends” abre con un arco argumental dedicado al Reino en el que los planteamientos éticos comienzan a resquebrajarse ante otras personas que no los respetan…

Sabíamos que teníamos que tener un elemento referente a la relación entre los Salvadores y el Reino que nos transportara a esa inestabilidad y tormenta que se está erigiendo en el cielo. Los niños malos no tienen armas y precisamente Richard desea estirar esa tensión impuesta con los Salvadores para revelar que una simple chispa puede asolar todo alrededor. Tanto Ezekiel como Morgan siguen firmes aunque ya la sangre y la violencia vuelven a correr incluso por la epidermis de alguno de esos hombres. Que Morgan pierda su preciado bastón y reciba un golpe no deja de remarcar que tal vez su visión pacifista del mundo sea inútil en tiempos de guerra…La ausencia de Carol sigue también presente en el enfrentamiento formal entre Daryl y Morgan, como un fantasma que sabemos va a hacerse palpable. Richard, por su parte, quiere conectar con Daryl a través de esa ballesta que marcó su camino previo ya que necesita su ayuda y, tal imagen, supone un regreso del espectáculo a su pasado. Ese Daryl sufriendo y empapado en sangre y lágrimas ha dicho adiós y que nos apunte directamente a nosotros es otro guiño para unos títulos de crédito que confirman que “The Walking Dead” está regresando a su mejor versión. “New Best Friends” se centra inicialmente en la figura de Richard y su nueva amistad con Daryl para iniciar un viaje que llevará a ambos a la carretera que utilizan los Salvadores y preparar un plan oscuro que cobra una dimensión inesperada. Y es que Daryl, a través del relato de Richard, descubre que uno de los principales guerreros del Reino tiene un plan para sacrificar… a Carol. Es cierto de que la presentación formal del personaje y su actual estado conforma tanto la imagen de una guerrera exiliada como la de alguien que vive fuera de todas las fronteras esperando la muerte. La tensión aumenta cuando Richard trata de actuar y es detenido, a golpes, por Daryl que posiciona la vida de su amiga y compañera a la de ese hombre cada vez más desesperado por activar los mecanismos que lleven a la guerra de los suyos contra los Salvadores. Daryl, en cierto modo, sabe que las palabras de Richard tienen sentido. ¿De verdad que su cruzada requiere ciertos sacrificios? ¿Es posible acabar con los Salvadores sin que nada ni nadie sea dañado? 

Ese western sobre un lienzo en la puesta en escena en el camión de “Dos pícaros con suerte (Smokey and the Bandit)” nos lleva a ese enfrentamiento entre seres humanos aunque la idea es de progresión hacia cierto desarrollo de Daryl. Vayamos a ese nuevo grupo de supervivientes que nos presentó el desenlace de “Rock in the Road” (7x09) y que veremos cómo escoltan a Rick y los suyos a un gran basurero. Tras la coreografía preliminar llega la presentación de su líder, la prima fea de Milla Jovovich (?). «Vuestras vidas son nuestras», afirma una poderosa mujer que se ha perdido la última temporada de la serie… Rick desea negociar trayendo de vuelta al Padre Gabriel en primer lugar y, como segundo plato, ‘vende’ la/su realidad: los Salvadores son los que tienen el poder y control de su grupo. O te matan o te hacen suyo… La salida es una unión entre comunidades para luchar frente a ellos. Esa mujer no parece comprar nada de lo que vende Rick hasta que Gabriel sea aquel que utilice a Tamiel, uno de los miembros de ese misterioso grupo, como rehén. En realidad, estamos delante de una especie de protouniverso a lo “Mad Max” en el que Rick se va a enfrentar a una prueba para poder convencer a Jadis, la doble de cuerpo de Milla Jovovich y Tilda Swinton. Michonne tendrá que guiar a Rick, tras dañarse tratando de atacar un caminante con una armadura envuelta en afiladas picas, para que utilice el propio entorno y esas paredes necesarias para inmovilizar a la bestia. ¿Lo suyo no era que hubiera acabado con un teclado de ordenador como nueva original muerte dentro de la franquicia? Jadis quedará convencida con la prueba y el valor de Rick, que conseguirá de nuevo sonreír desde esa cumbre. El precio para convencer a esa nueva comunidad son muchísimas armas y, tal trato, es conceptuado dentro de un juego de primeros planos un tanto sexuales y al mismo tiempo bajo un diálogo primitivo. ¿Es parte del precio del apocalipsis los diálogos de besugos en plan botes y armas, armas y botes…? Desconocemos la mitología de ese grupo de supervivientes y quién era, por ejemplo, Winslow (la bestia que finalmente tenía nombre). No es que nos interese mucho más allá del propio trato que caduca pronto y que ha costado tanto a Rick como a Aaron unos nuevos rasguños a su ya amplia colección. Rick agradece a Gabriel que le trajera a ese lugar y el cura augura que la preparación para su lucha será dura. Nada nuevo. Lo curioso de su conversación pudiera ser ese elemento que ha hecho sonreír todo el rato a Rick. ¿La doble de Michonne que se hizo un meme viral? Tal vez la explicación sean esos amigos que han rodeado el camino de Rick y que le han hecho darse cuenta de que no todas las personas que se cruzan con él tienen que ser enemigos sino posibles aliados. Desconozco si “The Walking Dead” va a consolidarse bajo el espíritu de “Star Trek” aunque Tara deja claro a Rosita que se están preparando para una guerra, no para meterse en una de cabeza. Y hay que tener cabeza… como ese personaje que guarda un secreto sobre esa comunidad de mujeres que tiene armas. ¿El último comodín de Tara? Y, por favor, que nadie diga aquello de La Pandilla Basura se alía con los alexandrinos… Por favor, NO.

El reencuentro entre Daryl y Carol pudiera ser uno de los momentos más emocionantes de la temporada. ¿Por qué se fue… para empezar? Carol tuvo que hacerlo, simplemente…. No podía seguir matando ni perder gente en su vida. ¿Los Salvadores vinieron? ¿Hicieron daño a alguien? ¿Están todos a salvo? Carol está prácticamente desolada al haber dejado a los suyos a su suerte y Daryl, desde su silencio y mirada, va desarrollando ese dolor interior de su amiga y compañera para narrar una mentira que no destroce a esa mujer a punto de la devastación y del precipicio existencial. ¿Una mentira piadosa para que Carol siga viviendo en esa mentira que ha construido a su alrededor? Daryl también vive su impotencia al ver que no podrá convencer a Morgan o Ezekiel decide, al igual que el espectáculo en su regreso, moverse antes que permanecer estacando en un mismo bucle. Veremos si tiene más suerte en Colonia Hilltop… Continuará. 

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