Bienvenidos de nuevo a Central City y a retomar las aventuras de Barry Allen y compañía. “The Man Who Saved Central City”, primer capítulo de la segunda temporada de “The Flash”, se pliega en realidad sobre su entrega anterior y en especial sobre su primer episodio y piloto. Hay una perspectiva de madurez en la que el show de The CW quiere mirar también a “Fast Enough” (1x23), season finale, proyectando todo el pasado a través del futuro siendo el presente el catalizador necesario para avanzar. Los guionistas quieren que veamos el doble reverso, esa serie de entretenimiento más ligero y jocoso posible —donde todos forman un equipo alrededor de Barry— y, al mismo tiempo, contraponerlo con la realidad más dramática que bascule el sentimiento de realidad expuesto. “The Flash” tiene que crecer, posicionarse incluso por encima de “Arrow” y ofrecer una vía para la llegada de “Legends of Tomorrow”. Nos quedamos con Central City a merced de una singularidad dispuesta a destruir todo lo construido en la anterior temporada y los productores han tenido tiempo de meditar su jugada. De momento, el mutiverso se queda en referencia, en enfrentar el principio de autoconsistencia de Novikov y esa perspectiva más idónea a los cómics de DC, donde las líneas temporales alternativas se suceden de un modo elástico y mutable. Eobard Thawne nos ha dicho adiós e incluso la serie el servicio de The Flash desea rendir tributo a Tom Cavanagh y su papel como el Dr. Harrison Wells, dándole una despedida a modo de testamento, tributo y redención interna para que veamos que los grandes villanos también saben aceptar la derrota y tener la última palabra. Pero para acabar con el Némesis de Barry, que precisamente dibujó a placer la presente línea temporada, tuvieron que realizarse sacrificios. Ya vimos que La puñalada asestada por Eobard en el corazón de Nora Allen se tradujo en un disparo en el mismo lugar por Eddie Thawne, quebrando las posibilidades de ese comodín reencarnado de la que dependía el futuro de Flash Reverse. Y toda esa línea temporal fue amenazada de ser devorada por una singularidad a lo “Donnie Darko”… pero lo imposible es capaz de frenar lo imposible… ¿Llevará a la práctica la teoría “The Man Who Saved Central City”? ¿Veremos más guiños a ese multiverso como el casco de Jay Garrick? ¿Quién será el villano de esta temporada? Repasemos el regreso de “The Flash”.
Evidentemente el título del season 2 premiere avanza la solución argumental aunque no sus recursos para presentarla. Vamos a ver a Barry solo y abatido, seis meses después de haber salvado la ciudad. The Flash se aferra a la fantasía pero la realidad explora los sacrificios y las víctimas que dejó esa singularidad y el precio para detenerla. “The Man Who Saved Central City” debe ceder también a esos espacios habituales del show: tenemos tanto un villano episódico (Atom Smasher) que pateará el culo de Barry y que generará que el grupo tenga que volver a unirse para ayudar al héroe de la ciudad en problemas. Todos esos mecanismos van acumulándose para agilizar y consolidar todo aquello que podíamos esperar de un season premiere teniendo en cuenta su proyección de futuro. Zoom va a ser el gran villano para esta temporada puliendo presumiblemente cuestiones ya ofrecidas por Eobard Thawne mientras que no falta una secuencia lacrimógena —amparada en el conflicto paternal— y un giro final con la aparición de un nuevo personaje que estamos seguros hará las delicias de toda referencia comiquera que se precie. Y no hablo de ese guiño de Cisco a Batman y su mítico foco y batseñal… que bastante tiene el pobre enfrentándose a su condición de meta-humano.
“The Man Who Saved Central City” es un sólido y notable episodio para confirmar que “The Flash” tiene todavía mucho material que explorar y donde confeccionar un show más regular y sobresaliente. Es su tarea pendiente, más allá de lanzar geniales parábolas temporales como “Out of Time” (1x15) o remitirse al más satisfactorio fan-service en “Tricksters” (1x17). La serie de The CW tiene claro que quiere rendir tributo y reverencia a sus mejores credenciales y villanos, dotando de sentido el adiós del Dr. Harrison Wells o aprovechándose de un cameo de Captain Cold y Heat Wave en esa fantasiosa secuencia de bienvenida. La realidad es más dura aunque no deja de ser sorprendente como el ‘testamento’ del antagonista principal para confesar su asesinato sobre Nora Allen y que Henry Allen pueda salir de prisión. Los guionistas quiere pasar página sobre muchas cuestiones abiertas y la salida del padre de Barry quiebra su conflicto previo: ha conseguido dar justicia y cierre a la muerte de su difunta madre, liberando a aquel que fue acusado de un crimen que no cometió. Su monólogo inicial ya carece, por lo tanto, de sentido. Barry ha dejado de tener sentido más allá de los cameos que pueda seguir ofreciendo John Wesley Shipp. Además, es un aliciente para que Barry deje de ser The Flash y lo mejor es evaporar a ese personaje ante el nacimiento de ese superhéroe que necesita tanto la ciudad de Central City como el mundo. La materia, no obstante, sobre la que trabajan los guionistas sigue siendo la misma: utilización de flashbacks de la infancia de Barry para superar sus conflictos presentes, provocar que el grupo se una le ayude aunque The Flash no pida su colaboración y, en definitiva, que el trabajo en equipo sirva al superhéroe para salvar el día… y celebrar su ya salida oficial del armario mediático. ¿Cuándo va a empezar a firmar autógrafos este hombre? ¿¡Y dónde se compran esas camisetas y merchandising!?
Volvamos al pasado. La segunda temporada de “The Flash” quiere dar sentido a esa singularidad y agujero negro que amenazó con destruir Central City (y el propio mundo) y el proceso para que Barry deje su asolamiento y sentimiento de culpa está destinado a catalizar al resto de personajes. Aunque The Flash es tratado como el gran salvador de la ciudad, Barry es consciente del sacrificio de dos compañeros de aventuras. Sabíamos que Eddie Thawne tuvo que reunir el valor para suicidarse y así acabar con Flash Reverso mientras que unos flashbacks nos mostrarán cómo el Team Flash consiguió frenar la singularidad. Fue Ronnie Raymond aquel héroe que murió en el proceso, siendo el Dr. Martin Stein salvado en esa salida y caída sobre el ojo de ese agujero negro. Obviamente aquí hay material para los guionistas, necesitados de convertir a Caitlin Snow en Killer Frost a lo largo de la temporada y de hallar una nueva media naranja para completar de nuevo a Firestorm. Seis meses después de esos sucesos, The Flash apartó a sus seres queridos de su causa. Caitlin trabaja en Mercury Labs y tiene el título de la mujer que consiguió la viudedad más rápida de EEUU, Cisco trabaja para que la policía pueda lidiar con los metahumanos y la pobre de Iris West ha superado la muerte de su amado, al parecer, yendo de compras y siendo el doble de perchero… De momento, pinta más la sugerente barba del Capitán David Singh que este personaje que esperemos ofrezca algo más que un ‘bloj’, modelitos por doquier y un catálogo de productos de belleza. Barry también está ‘reconstruyendo’ la ciudad por la noche no sabiendo el espectador cuándo descansa este muchacho, que también cumple con su trabajo en el departamento de policía. Barry realmente tiene que reconstruir su vida y este season premiere va a poner el elemento definitivo para comenzar a hacerlo. La muerte de un soldador en una planta nuclear, estrangulado por alguien fuerte y bastante grande (que no es Grodd), será el elemento para unir a todos los personajes en la celebración del Día de Flash donde el alcalde quiere dar la llave de la ciudad a su salvador. Atom Smasher aparece para poner en aprietos a The Flash y dejar conexiones a Bane por doquier revelando que detrás de su máscara metálica se encuentra el difunto Al Rothstein. ¿Crossover con “The Walking Dead” en 3, 2, 1…? No se dejen engañar, detrás de esa jugarreta se encuentra el plan de un gran villano que nos es presentado en las palabras póstumas de Al: Zoom. Para llegar a ese punto, Caitlin ejercerá como pivote necesario para que tanto Cisco como Barry logren superar sus obstáculos y necesidades. Es hora de mirar adelante y gritar la palabra ‘Kadima’ y mirar a ese futuro que deja sus ecos. No hace falta que Cisco nos prepara el chiste final para comprobar que por mucho que refuerce la seguridad de S.T.A.R. Labs siempre alguien podrá quebrarla… y ese alguien es precisamente la persona que mostró cierto interés por Barry fotografiándolo y no para un catálogo de Pull & Bear. ¿Quién es ese personaje interpretado por Teddy Sears? Su frase final marca el cliffhanger y esos nuevos desafíos que se avecinan: «Mi nombre es Jay Garrick y su mundo está en peligro». Claro y conciso. Y, nosotros, encantados con lo que nos espera… Ahora, A CORRER BARRY.
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