Serie de TV
“Blindspot”
EEUU
2015
Sinopsis (Página Oficial):
Kurt Weller es un veterano agente del FBI que se ve involucrado en una compleja conspiración cuando una mujer amnésica es encontrada en Times Square, desnuda y cubierta de una serie de tatuajes crípticos que incluyen su nombre en la espalda.
Bienvenidos a comprobar cómo la premisa de la actual ficción televisiva se transforma en el cuerpo del delito, atrapado dentro un elemento sorpresivo y con todo el guión tatuado sobre su piel. Esa introducción, para presentarnos al personaje femenino principal, es en sí una alegoría de la ficción televisiva que vivimos en la actualidad. Las cadenas generalistas necesitan un impactante prólogo que seduzca a la audiencia y las curvas de Jaimie Alexander pueden que tengan las respuestas que busca NBC tras hallar en Raymond 'Red' Reddington un baluarte afín a sus intereses tiempo atrás. “Blindspot” es mera proposición e indicio, una forma de establecer un punto de vista ciertamente interesante y auto-consciente en el objeto que inicia una cadena de sucesos. Una desconocida desnuda y cubierta de todo tipo de tatuajes sufre amnesia y la propia explicación deja de nuevo en evidencia esa auto-conocimiento interno de la obra: «su memoria narrativa ha sido borrada pero su memoria procedimental aún parece estar intacta». Esa mujer irá recordando los detalles de su pasado a medida que vayamos avanzando en sus acciones conjuntas con el protagonista masculino: Kurt Weller (Sullivan Stapleton). La ‘premisa’ lleva el nombre del agente del FBI tatuado en su piel… cerca de una cicatriz que va a vincular a ambos más allá de ese forzoso encuentro requerido por las circunstancias y las estructuras clásicas televisas. Y es que el mayor mérito de la ficción creada por Martin Gero es hacer mujer de carne y hueso a la propia proposición, darle una forma y esencia gracias a la actriz conocida por interpretar a Lady Sif y, finalmente, transformarse en una serie a través de su pasado y epidermis.
A esa mujer desnuda y amnésica encontrada en una bolsa en Times Square la llaman Jane… por no llamarla Chita. Meten todos su ‘tattoos’ en una base de datos y un ordenador (que utiliza la NASA en sus misiones espaciales)… para que todo se reduzca a una simulación de alertas de Google y que así les avise en cada capítulo de la nueva trama en cuestión o una vuelta de tuerca sorpresiva… si no aparecen nuevos símbolos entre los tatuajes con códigos chorra y combinaciones dignas de ganar un Euromillones. “Blindspot” obviamente cede a la burla y las licencias habituales respecto a la credibilidad en su guión. Remarca en esos flashbacks en blanco y negro el pasado como memoria de un tiempo ya perdido para la protagonista pero, rápidamente, introducen recurrentes giros de guión y tramas argumentales explosivas… en su sentido estricto. Y es que Jane se ‘ofreció’ voluntaria para que su pasado y memoria fueran borrados y en esas activaciones y recuerdos se hallan las pistas para ir revelando detalles argumentales necesarios para entender los motivos que originaron todo. Es consecuente que en todo ese delirio surjan dudas y frases inentendibles en otro tipo de contexto: «Puede que solo sea el mensajero pero tu nombre sigue en mi espalda. Podrían haber puesto simplemente ‘FBI’.» Jane, además, no es una víctima sino que obedece a esa mecánica de heroína similar a las propiciadas por Milla Jovovich o Angelina Jolie, volviendo a esa consciencia de doble dirección para dar sentido al fichaje de Jaimie Alexander.
Dentro de ese juego y despiece del mapa del tesoro, la serie revela ya en su tercer capítulo [“Eight Slim Grins” (1x03)] la confirmación de todo el trazado de una gran conspiración y la identidad de Jane. Tenemos la ‘Operación Daylight’, únicamente conocida por cuatro personas y con uno de los mismos muerto. Jane es realmente Taylor Shaw, que lleva desaparecida 25 años y era la vecina de Kurt Weller, siendo el motivo de su secuestro su conocimiento de dicha y misteriosa operación. El padre de Kurt fue acusado en su momento de la desaparición e incluso del asesinato y, aunque no pudieron probarlo, su carrera se vino abajo y también fue el motivo de su fracaso matrimonial. Kurt quedó obsesionado con el caso y siempre buscó a Taylor… Ahora ya la ha encontrado pero esa ‘premisa’ convertida en mujer tiene una auténtica colección de ‘easter eggs’ sobre su piel y punto ciego en esa villana reconvertida en una amnésica doncella. El problema de la nueva serie de NBC es que simplemente es eso: una premisa auto-consciente. Puede que, además, su product placement sea digno de estudio en frases como «Tasha y tú, coged el Lexus, e id a una de esas obras. Jane y yo nos separaremos, iremos a la otra». Otra cuestión es que esa auto-consciencia también delimite el producto a su propia condición: es una combinación de tatuajes ya divisado, de fórmulas y líneas (argumentales) conectadas por puntos visibles e incluso risibles. Posiblemente “Blindspot” esconda sorpresas con esa gran conspiración puesta en marcha y Taylor, que sabe hasta chino y tiene formación de los Navy SEALs, siendo la única persona capaz de detener numerosas y peligrosas amenazas por ser la guía para todo. O lo que es lo mismo, una simulación de alertas de Google que durará tanto como la propia ficción. Al fin y al cabo, ella es esa premisa que se hizo mujer… y serie.
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario en la entrada (lea antes los Mandamientos de este blog)
Lea antes los Mandamientos de este blog.