[SPOILERS] Acaben canceladas o no, normalmente las comedias de HBO siempre acaparan miradas, culto o reconocimiento. En el caso de “Silicon Valley” se ha dado todo lo anterior y sencillamente se debe a factores obvios: tiene muchos mejores datos de audiencia que “Veep” y resulta más honesta (y realizada con mucho mucho mucho mucho mucho mucho… menos ego) que “Girls”. Ya sea por contar con el apoyo del éxito monumental de “Juego de Tronos”, al compartir noche de emisión, o simplemente que la temática geek está de moda, la serie de Mike Judge (“Beavis y Butthead”) supone una parodia irreverente de “La red social” utilizando el universo tecnológico de Silicon Valley. Sirviéndose de nerds inadaptados socialmente como en “The Big Bang Theory”, hay conexiones iconográficas inmediatas con Steve Jobs, el Imperio de Google, la creación de Facebook y multitud de guiños desde sus créditos valiéndose de 'Sim City’ o la premisa divisada en su primer capítulo con esos dos gigantes (y referentes) de la informática (Peter Gregory y Gavin Belson) enfrentados por el programa diseñado por el protagonista. ¿Al final todo se reduce a dinero o gloria? ¿O al ego de sendos bloques y rostros del mundo que ácidamente recrea Judge?
Realmente el dinero lo compra todo y la presentación de la propia serie hace referencia a que la consecución del éxito en Silicon Valley pasa por lanzar un producto, APP, programa, etc. que sea vendido por bastantes millones de dólares para, sencillamente, retirarse. Richard Hendricks, interpretado excelentemente por Thomas Middleditch, es divisado como un nuevo ‘Steve’ Wozniak; alguien completamente disfuncional y con infinidad de traumas y ataques de pánico al más mínimo estrés. Richard se enfrenta a la dicotomía de vender su idea por 10 millones de dólares a ese rostro que se encuentra tras ese Google ficticio (Hooli). La idea en cuestión es un algoritmo de compresión sin pérdida que puede revolucionar el mundo de la informática, pero aquí aparece la labor de ese otro titán e icono de la computación que prefiere que Richard apuntale el producto y sus ideas sirviendo de mecenas e inversor al proyecto. La guerra ha comenzado y ciertamente los ocho capítulos —dentro de esa nueva moda de HBO con sus nuevas comedias— no van a simplificar la creación de Pied Piper, el famoso programa enfrentado a Nucleus, su rival y confeccionado desde la competencia y corporación multinacional. No tendremos una secuencia de montaje o un juego de elipsis, para condesar la gestación de una red social que cambie el mundo a lo Mark Zuckerberg, sino que en su simpleza reside el encanto y el arco narrativo.
El mero hecho de montar una empresa por pequeña que sea, tener disputas por el nombre del programa, conseguir un logo o acabar a tiempo Pied Piper con bastantes problemas, para que compita en la Batalla de Star-up de Disrupt TechCrunch, es suficiente material para presentar al mundo un modo de compresión que cambiará la informática. Aprenderemos qué es el test Weissman, asistiremos a un bautizo satánico, a graffitis irreverentes, a viajes robotizados o nos someteremos a esa lección final para hallar el equilibrio y perfección en algo ‘medio’ que se someta a la mecánica de la comedia. Pero he aquí precisamente la vuelta de tuerca habitual en el show y recurso de guión de sumergirse en el humor de trazo hueso y lo políticamente incorrecto como superación de los conflictos. Que un sketch propiciado por la posibilidad de pajear a la mayor cantidad de hombres en el menor tiempo posible sea aquella bombilla que necesite un genio como Richard para revolucionarse, no deja de marca ese absurdo y control interno de la propia comedia. “Silicon Valley” no tiene esa necesidad de las sitcoms de estudio de ser divertidas cada 30 segundos con algún chiste o gag sino que marca su propio ritmo dramático en la evolución de su protagonista para superar sus miedos y formalizar el eslogan de la comedia, donde todo el mundo quiere ser un icono pero no está preparado para el éxito. Nos queda la arcada o repasar las frases finales de Monica (Amanda Crew) en el season 1 finale para darnos cuenta del futuro de la propia serie. Montar un negocio, contratar personal, alquilar oficinas, conseguir un ayudante, trabajar mano a mano con su ‘jefe’ y mecenas, evitar demandas o vencer a ese poderoso e infatigable antagonista ratifica que el camino del éxito no es fácil y que pasar de lo increíble al vómito es cuestión de segundos. Con personajes secundarios muy compensados y aprovechándose de la caricatura, las posibilidades de humor, tanto “Silicon Valley” como Pied Piper han llegado para quedarse y ser nuestro programa ideal cuando queramos comprimir nuestras carcajadas.
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Hola Bastardo
ResponderEliminarMuy de acuerdo con tu opinion de Silicon Valley. He visto los 5 primeros capitulos y me han parecido muy buenos pero deje de ver a partir de ahi, al enterarme de la noticia que un miembro importante de su reparto fallecio prematuramente sin haber terminado los episodios que le tocaban. Me refiero al actor que interpreta Peter Gregory. He leido entonces que los guionistas y showrunners de la serie no quisieron regrabar la serie con un nuevo actor interpretando al personaje y decidieron reescribir toda la serie apresuradamente para hacerla encajar con la muerte de Welch. Cuando pasan cosas como esa siempre me dan mala espina y por lo general vienen acompañados por un descenso de calidad en los programas. Asi que por ello me gustaria preguntarte tu opinión: ¿Los guionistas han estado a la altura? Es decir ¿la muerte de Welch y la reescritura apresurada (no puedo dejar de recalcar eso) de la serie le hizo bajar de calidad? ¿o han sido lo suficientemente talentosos para que eso no les afectase y que la serie siga pareciendo fresca y divertida?
Hola delaviux!
EliminarNo quería sacar el tema de Christopher Evan Welch pero es cierto que se ha notado de cara a la re-escritura que comentas y tampoco podemos saber cómo iba a ser la serie, por lo tanto, con su presencia en la recta final de la temporada. Los guionistas han dado sentido a la 'ausencia' en los episodios que evidentemente nunca pudo rodar y creo que funcionan y bastante bien, aunque entiendo que para la segunda temporada tendrá que o bien cambiar de actor si quieren mantener al personaje con vida o acabar con él también al otro lado de la pantalla.
Considero que optaran por lo primero porque puede, por ejemplo, someter al personaje a una reconstrucción facial dentro de sus cientos de excentricidades. Ha sido nominado a los Critics’ Choice Television Awards como actor de reparto y seguramente también a los Emmys.
Puedes estar tranquilo porque se han dejado lo mejor para el final, aunque nos quede la duda de qué hubiera pasado (o sido la serie) con Christopher Evan Welch.
Saludos y gracias por el comentario.
Gracias por tu comentario Bastardo.
ResponderEliminarMe alegra ver (leer) que el talento no conoce de escollos que no puedan superar con gracia, al menos en este caso. A retomar la serie pues.
Gracias de nuevo
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EliminarEs una serie muy buena, sobre todo para personas familiarizadas con el emprendimiento, empresas tecnológicas, desarrolladores de software y toda la gente con interés en la tecnologías actuales, a mi me gustó mucho trae buena historia y sobre todo humor
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EliminarEs una serie muy buena, sobre todo para personas familiarizadas con el emprendimiento, empresas tecnológicas, desarrolladores de software y toda la gente con interés en la tecnologías actuales, a mi me gustó mucho trae buena historia y sobre todo humor