Orphan Black (2x09) Things Which Have Never Yet Been Done: Las cosas que nunca hasta entonces habían sido hechas

Con “Things Which Have Never Yet Been Done”, noveno capítulo de la segunda temporada de “Orphan Black”, no hay demasiadas esperanzas de cambio dentro de esta nueva entrega de la serie de BBC America. Podemos confirmar, así, que la ficción que sorprendió en 2013 no ha terminado de asentarse correctamente en 2014. No es un problema para una propuesta capaz de mutar y reinventarse capítulo a capítulo pero sí debería suponer un nuevo punto de comienzo para que ese juego de cajas chinas, que sugieren John Fawcett y Graeme Manson, aumente su intensidad. Todo lo anterior es interpretable y es uno de los grandes méritos de “Orphan Black”. Aquello que algunos vemos como fallido otros lo consideran neta excelencia. Ese calidoscopio a costa de una constante incuestionable (Tatiana Maslany) nos ha llevado por diferentes perfiles, rumbos y posibilidades. A mí, personalmente, no me convencen muchas de las decisiones y, por lo tanto, espero que “Things Which Have Never Yet Been Done” sea un simple punto intermedio para llegar a una meta más apetecible y mayor. Es hora de repasarlo. 

Examinemos en “Things Which Have Never Yet Been Done” lo mejor y peor de la presente temporada y sus posibles soluciones. Recordemos la llegada de Michelle Forbes, para interpretar a la Dra. Marion Bowles, y dejar en evidencia que los villanos del Grupo DYAD son una hidra con múltiples cabezas. De aquí pueden sacar un material infinito, eso está claro. Evoquemos la muerte, un tanto absurda, del Dr. Aldous Leekie a manos de Donnie y recapitulemos todo el arco argumental de las aventuras en la presente temporada de Alison. Lo considero lo mejor con diferencia. Y es que el musical e incluso la nueva irrupción de ‘Dexter’ en sus vidas propicia que los ecos de Aynsley se sobrepongan en Leekie con ese teatro multi-género que propone el clon avocado a rellenar, junto con Felix, la cuota de humor de la serie. Todo el proceso de librarse del cuerpo inerte depositado en un congelador nos va conducir a una catarsis de ese matrimonio burgués gracias también a la aparición de Vic y Angela. La cuestión es que Donnie y Alison se ponga sucios y criminales, sexuales y humorísticos rememorando a Dexter Morgan un tanto incorrectamente. Todo aquello que comenta Alison fue ‘corregido’ a partir de la tercera temporada, que conste. Pero todo el contexto de ver a Alison y su esposo teniendo relaciones sexuales en el congelador, que albergó el cuerpo de Leekie, o que éste quede sepultado en su propio domicilio, con la marca de un corazón, es una senda perfecta para la evolución del catastrófico Donnie y una vía de comedia negra y ácida que nunca debería olvidar “Orphan Black”. 

En esta segunda temporada de la serie de BBC America y en líneas generales nada más ha funcionado al completo. Tampoco la irrupción del padre biológico de Kira que quedó en una simple niñera. La mecánica de la primera entrega entre el thriller y la conspiración dotó de mucho suspense y giros el arco argumental. Esta temporada han querido recuperar a Helena a toda costa y dar carpetazo a los proletianos más radicales para dar paso a esos señores también sectarios, pero abiertos a la ciencia que representaba ese ‘pez’ y villano llamado Henrik. Hemos perdido la senda de ese mundo en los últimos capítulos y realmente confirman sus deficiencias. No daban más juego. Conscientes de tal fin, los guionistas han decidido llevar a Helena con ‘sus bebés’ para destapar toda la verdad que encierra el proceso de inseminación de Henrik y su esposa Bonnie. La monja ucraniana va a simpatizar con los niños que campan en el centro de cuidado infantil proletiano, pero gracias a Gracie descubre el plan de Henrik y el concepto de esas sectas estadounidense de un ‘Dios’ carnal que embaraza a toda su ‘manada’. Los designios, por lo tanto, son utilizar los ‘huevos’ de Helena y los espermatozoides de Henrik para que allí lleve un bombo hasta su propia hija. Toda esa concepción enfermiza va a resolver el amor que profesa Mark por Gracie y la fuga de ambos y también el castigo de Helena sobre Henrik, que será ‘inseminado’ con semen de vaca como expiación y escarmiento a sus pecados. Todo el tono malsano es resolutorio para mostrar que todos los ‘logros’ de los proletianos son pasto de las llamas y a Helena acudiendo sin saberlo en la ayuda de su hermana. Sinceramente, nunca llegó a funcionar esta concepción de la serie y han hecho bien en sacrificarla a todos los niveles salvando aquello que tenían que salvar: a Helena y los supuestos bebés que lleva en su vientre.

Que nadie se asuste por la llegada de Dra. Marion Bowles porque la gran villana del Grupo DYAD sigue siendo (y será) Rachel Duncan. Todo el concepto del Proyecto LEDA simplemente fue una excusa para posicionar a la Sra. S a favor de la causa de Sarah y Kira en contra del Neolution. Las cartas están sobre las mesa y la exclusión temporal de Paul, junto a esa doble agenda revelada en “Variable and Full of Perturbation” (2x08), nos lleva a pensar en una pieza determinante a la vista. Pero algo (o alguien) debería sustituir, por ejemplo, a Daniel ya que generó muchas situaciones de peligro para Sarah. Otra cuestión es el intercambio de cartas y la vuelta de tuerca de Rachel: quiere ser madre y esconde sus sentimientos en un templo inamovible. La enfermedad de Cosima, por lo tanto, lo ha intrincado y revolucionado todo haciendo que la pequeña Kira quiera ayudar a su ‘tía’ y que la propia Rachel revele su plan de ataque. La idea es ascender a Delphine al puesto del Dr. Aldous Leekie y aprovecharse de sus sentimientos por Cosima (y, por lo tanto, por la causa de Sarah) para pedir un trasplante de médula ósea como oportunidad de supervivencia de la clon científica. Nos recuerdan que el trabajo de Ethan (ahora ayudado por Scott) tardará meses en dar sus frutos y que éste únicamente ayudará a corregir la enfermedad que ha puesto en peligro a todas sus ‘hijas’. Con Kira hospitalizada, Rachel ‘deja ver’ a Delphine una supuesta traición interna con uno de los hombres de la Sra. S para que ella misma rompa la mecánica de la serie. Si Sarah podía interpretar a cualquiera de sus hermanas clon, Rachel va a darle de su propia medicina a su hermana. Todo trata de sentimientos y dos personajes tan fríos y carentes de los mimos como Helena y Rachel, quedan conmocionados con la posibilidad de maternidad. La vuelta de tuerca es evidente y remarcada y con Kira bajo el control y yugo de Rachel, del mismo modo que ella fue ‘seducida’ y ‘adiestrada’ para ser una pro-clone dentro de DYAD. Me interesa también que Kira no se comporte como haría una niña secuestrada sino que esté intrigada por la nueva ‘hermana’ de mamá y ese mundo que desconocía. El escenario está posicionado para el season 2 finale y esperemos un nuevo tablero que no ha cuajado en mi opinión dentro de esta entrega. Tal vez “Orphan Black” siga el título de su capítulo (‘Las cosas que nunca hasta entonces habían sido hechas’) para reinventarse en el futuro. Confiemos, pues. 

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