Serie de TV
“Silicon Valley”
EEUU
2014
Sinopsis (Página Oficial):
En la fiebre del oro moderna de la alta tecnología de Silicon Valley, las personas más cualificadas para tener éxito son los aquellas menos capaces de manejarlo. Mike Judge (“Office Space”, “Beavis y Butthead”, “King of the Hill”) trae su marca irreverente de humor a HBO en la nueva comedia “Silicon Valley”. Parcialmente inspirada en las propias experiencias de Judge como un profesional de Silicon Valley a finales de los años 80, el show y su primera temporada estará compuesta por ocho episodios.
Aunque la inevitable comparación con “The Big Bang Theory” va a estar a la orden del día —así como la conexión iconográfica con Steve Jobs, el Imperio de Google, la creación de Facebook— realmente “Silicon Valley” quiere iniciar un camino propio aunque fijándose en el protagonismo y asalto de los nerds como estrellas absolutas de una ficción. Si bien las aventuras de Sheldon Cooper y compañía, aparte de convertirlos en ídolos internacionales gracias a una de las series con más audiencia y popularidad, han propiciado que se demuestre que su universo tiene suficientes alicientes y variaciones para un programa de largo alcance. Ha llegado el momento de que el mondo nerd invada las pantallas, pero olvídense de la física y den la bienvenida a la informática… dejando los estigmas de la rareza, los ataques del pánico y los roles grupales donde no falta un blanco alto y delgado, un asiático delgaducho, un gordo con coleta, un tío con mucho vello facial y luego un indio del este. Bienvenidos en definitiva a Silicon Valley, ¿el lugar con el alquiler por metro cuadrado más caro del planeta con los tipos más listos y con las ideas más innovadoras?
Los protagonistas quieren salirse de esa constante y realmente el piloto de “Silicon Valley” devela y desmigaja todo su código de programación cómica y dramática. Tenemos a Erlich, que quiere ser una especie de gurú y mecenas (y el tópico personaje gilipollas integral) formando una incubadora de talentos (a cambio de un 10% en los beneficios de sus creaciones), y a Richard como un nuevo ‘Steve’ Wozniak para recordarnos que ‘Steve’ Jobs solo era la cara y que no escribió ni un solo código… Podríamos ir también directos a ese diálogo en una discoteca entre Mark Zuckerberg y Sean Parker en “La red social” valorando la posible venta de Facebook al mejor postor sobre un ejemplo de una marca de ropa interior femenina que se convirtió en Victoria's Secret. Realmente Richard, que nos desvela que es hasta acosado dentro del propio ecosistema de nerds y programadores, ha creado una web llamada Pied Piper que será capaz de buscar todas las canciones del mundo y establecer similitudes para saber si se está infringiendo los derechos de autor. Richard es ese artista, emprendedor e iconoclasta sobre el que se mofan los programadores de Hooli, una Google ficticia, y con problemas para relacionarse con otras personas, sufre ataques de pánico al más mínimo estrés y que ha elaborado, sin darse cuenta, un algoritmo de compresión sin pérdida que va a revolucionar el futuro de la música y, por extensión, de la informática al poder aplicarse presumiblemente a datos e imágenes.
Ciertamente aquí aparece la lucha entre dos titanes (multimillonarios y extremadamente peculiares) de la informática llamados Peter Gregory y Gavin Belson que pivotan sobre dos ideas antagónicas respecto a los avances de la programación entre centrar los productos al consumidor o hacer lo propio para negocios y empresas, generando aplicaciones y soluciones infinitas. Ha llegado la revolución y evidentemente Richard no va estar preparado para ser el estandarte de un proyecto equiparable al que vimos en “La red social” y haciendo realidad el avance de la sinopsis: las personas más cualificadas para tener éxito son los aquellas menos capaces de manejarlo. Desde la secuencia de arranque presenciamos el desfase de la victoria y el conflicto de los protagonistas. ¿Podrán ser aquellos que sobre un escenario con el discurso más estúpido repleto de lugares comunes y vocabulario técnico para dejar a Kid Rock como una puta de polígono? ¿Son acaso los más estúpidos e idiotas integrales los que triunfan en el mundo de la informática? Pero la comedia de HBO más que una caricatura nos plantea el universo de Silicon Valley desde la inestabilidad de aquellos que quieren cambiar el mundo y las corporaciones que arrebatan las creaciones ajenas a cambio de unos millones para prostituirlas a su antojo y sentar las bases del negocio. En resumen, ideas frente a dinero. Con unos créditos molones en plan Sim City con referencias a Facebook o Napster para mostrar la subida y bajada de cánones y modas, esperemos que “Silicon Valley” no se convierta en algo tan intangible como el aceite de serpiente. La prensa estadounidense que ha visto los primeros cinco primeros capítulos confirma que el piloto es el peor de todos ellos, así que esperamos lo mejor de esos personajes sarcásticos (e incluso satanistas) que generen todo tipo de humor adulto y terrenos en los que no se mueve evidentemente TBBT. Creo, por el contrario, que el mejor chiste de informática (y técnicamente no en televisión) sigue siendo el de la cuarta temporada de “Arrested Development” en Netflix donde se ‘censura’ el logo de Google como si fuera porno, una posible infracción de copyright, parte del juego interno de guiños y referencias de la propia serie o el humor en sí como un propio buscador para el espectador. En estos tiempos de la fiebre del oro moderna de alta tecnología da exactamente lo mismo, en este mundo en el que es imposible buscar un eslogan o frase motivadora porque parece que todo ya está dicho… e inventado. O tal vez no, porque “Silicon Valley” quiere llevar su revolución tanto dentro como fuera de la pantalla.
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ResponderEliminarCierto que el primer episodio de Silicon Valley fue desastroso, particularmente por una razón muy sencilla: aparecían demasiados personajes y creaban un caos del que nada bueno iba a salir. Pero luego de ver 3 episodios tengo que reconocer que es excelente: guiones inteligentes, humor y mala hostia, aunque exige cierto conocimiento de la internet para entender algunos chistes y comentarios de los personajes. Para mi, sin ser perfecta, me gusta la mirada ácida al mundo de los grandes de la programación y las nuevas tecnologías.
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