Con “Seeing Red”, vigésimo capítulo de la segunda temporada de “Arrow”, llegamos a la recta final de una entrega que ha confirmado a una serie mucho más sólida y que quiere apartarse de la tónica general de The CW. No es “Smallville” pero quiere ser un punto de partida sobre el que se asienten otras series como “The Flash” y generar un universo sin que los fans de DC se sientan insultados y, por el contrario, atraídos. Las noticias ahora mismo de la ficción de superhéroes (sin poderes salvo los efectos de Mirakuru y hasta que aparezca por allí un tipo vestido de rojo a toda velocidad) pasan por los avances del cierre de la segunda temporada. Se está hablando mucho de qué personajes principales pasarán a mejor vida como el caso de Tommy el pasado año y “Seeing Red” llega para dar un golpe en la mesa de la propia serie y dejar claro que nos pueden sorprender con otro tipo de capítulos menos habituales. Es momento de repasarlo.
El enfrentamiento entre el ejército de Slade Wilson frente a la única defensa equiparable de Starling City va a llevar a todos los personajes a una situación límite. Se ha avanzado que veremos el regreso de Malcom Merlyn en esa guerra en las calles de la ciudad y esperamos también que nos dejen caer más gotas sobre el spin-off centrado en The Flash. Con “Seeing Red” llegamos, por el contrario, a un capítulo que cambia completamente el ritmo y plantea números focos dramáticos. Sabíamos que Roy iba a estar más incontrolable que de costumbre y que el Mirakuru se va a apoderar de sus actos olvidando a aquellos que fueron sus amigos y compañeros de aventuras. Arrow y Black Canary, por lo tanto, se verán en una situación espinosa ya que tendrán que elegir poner fin a una cadena de muertes de inocentes a manos de una mala bestia con una tremenda e insaciable sed de sangre. La propia serie parece también plantearse en este capítulo que sus viejos trucos (como el caso de que Oliver descubra de nuevo si identidad a Roy) no funcionan y que tendrán que renovarse o morir…
Se ha comentado que el season 2 finale será a tiempo real, planteará numerosas amenazas, transcurrirá durante 24 horas y tendrá un tono más oscuro. “Seeing Red” va a ser, en cierta medida, el gran anticlímax de esta segunda temporada dejando a los protagonistas más tocados que nunca. Me gusta que el capítulo se inicie sobre una modulación de suspense abandonando a Felicity a merced de una bestia suelta e incontrolable que finalmente huye tras la llegada de Diggle. Va a ser un episodio de flashbacks pero no de la isla sino de siete años atrás revelándonos que Oliver tiene un hijo ilegítimo que desconoce en Central City y que su madre llevó a cabo el ‘acuerdo’ con la madre de la criatura para fingir un aborto natural y que desapareciera de la vida de su hijo a cambio de un lucrativo beneficio. Muchas llevarían el bombo gratis de Stephen Amell, que conste… Realmente aquí nos plantean que Moira siempre prefirió mentir a sus hijos para protegerles. La relación en ese momento con Laurel estaba en un punto romántico álgido y Oliver volvió a meter la pata teniendo una aventura que acabó en un embarazo no deseado. Como The CW entiendo que no se va a querer posicionar en un planteamiento abortista que genere controversia los guionistas han buscado una solución para que Moira deje a todas las partes satisfechas y al imaginario del fan del universo DC la identidad de ese hijo. ¿Connor Hawke, el futuro Flecha Verde y relevo generacional de papá?
Roy Harper es el objeto del capítulo pero realmente es Moira aquella que emerge como la gran protagonista y eje de las tramas. Nos dejan un respiro de la postulante a alcaldesa de Starling City y su dicotomía de elegir entre Thea y su carrera política y vamos a tener un combate entre Canario Negro y Arrow con un Roy que deja inconsciente a la chica y fractura la pierna del justiciero local no sin antes asesinar a algunos policías en su escapada. “Seeing Red” se olvida de Laurel y su padre y se concentra también en Thea, que descubrirá que su hermano sabía de esa ‘droga’ que ha vuelto loco a su ex novio. Sara decidirá que una bala es lo único que puede pararle y llegamos al esperado debate sobre el futuro vital de Roy con una Thea que aprovecha un acto político de su madre para atraer su atención al emitirse en las televisiones que siguen las elecciones. En dicho acto, celebrado en la discoteca-que-vale-para-todo-y-todos, Moira iba a elegir a su hija y anunciar su retirada. De hecho, así se lo anuncia a Sebastian Blood para después elegir la voluntad de su hijo y continuar. Como he comentado, el episodio se centra Moira y sabemos que tiene tufo a despedida aunque nuestra inocencia nos haga oler más a flores que a muerto. Efectivamente otra de las revelaciones que nos presenta Moira es que conocía que su hijo era Arrow desde hace un año y está orgullosa de él. ¡Podía haberle pedido disculpas por meterle tiempo atrás una bala entre pecho y espalda! Seguramente Thea, pese a su apariencia de Furby sin pilas, también ha conectado elementos como esa flecha de su hermano…
Con todos los planteamientos llegamos al clímax que no va a ser otro que la aparición de Roy en el acto político de Moira para sembrar el caos y no frenarse ni ante la carita de ‘Candy Candy’ de Thea. Agarrada del cuello y levantada como un saco de patatas, Sara aparecerá con una pistola para acabar con la vida de la amenaza… aunque finalmente su tiro irá a la pierna ante el chillido de su novio: «¡Nadie va a morir esta noche!». Pues eso, que nadie (finalmente) va a morir esta noche porque Flecha Verde tiene una solución venenosa que deja a Roy fuera de combate y en coma hasta que den una solución para salvarle. Thea da por bueno que unos señores enmascarados se hagan cargo de su ex novio asesino y loco porque verdaderamente a esta niña le mola el rollo del sufrimiento y esas cosas de la post-adolescencia en las series de The CW. Sara no superará su decisión de intentar matar a Roy como única solución recordando su pasado en La Liga de los Asesinos. Decidirá irse de la ciudad ya que no es la luz que necesita Oliver y comenta a Sin que va a encontrase con un viejo amig@. ¿Nisa? ¿Ra´s al Ghul en persona? ¿Merlyn? Sea como fuere, Sara sigue atrapada en la oscuridad que dejó entrar completamente en su alma y su contrapunto dramático debe buscar otra catarsis luminosa. O eso dicen los guionistas para quitarla del medio temporalmente, claro. Como hay una batalla en ciernes entre Slade Wilson y Oliver Queen, vamos a tener a Moira, Thea y Oliver regresando a casa cuando alguien enviste su limusina como potente ¿y previsible? Giro final. ¿¡Y los cinturones de seguridad, qué!? ¿Nada de abortos y ‘seguridad’ dentro del coche? Oliver despertará para darse cuenta que Slade quiere hacerle revivir su elección entre Shado y Sara mediante su propia hermana y madre. Así, ambas conocerán que Slade y su ser querido se conocieron en la isla y que el villano busca venganza. Sí Thea, sigue diciendo que Slade es una muy buena persona que sólo dice la verdad… Además, ¿¡no había dicho Flecha Verde que «¡Nadie va a morir esta noche!»!?
Moira decidirá sacrificarse por sus hijos y Oliver conocerá que Slade está con una cabra hablando con una Shado fantasmal (aunque Oliver también hiciera lo propio en algún pasado capítulo). Slade, al ver la capacidad testicular de la matriarca, decide guardar la pistola y emerge un espadón digital que nadie vio venir porque nadie puede explicar físicamente su aparición de la nada. Atravesada por una katana de ocho metros (como poco) que posteriormente Slade guarda en su bolsillo como un cortaúñas, deja a Oliver y Thea llorando por la muerte y adiós de su madre completamente devastados. Si uno lo piensa, Moira Queen muere por tratar de hacer un spoiler sobre Malcolm Merlyn… porque el precio de hacer un spoiler en esta serie es pena de muerte, al parecer. ¿Les iba a decir que estaba vivo o que fue el autor de la biografía de Belén Esteban? No sé, mis lágrimas me confunden o la pérdida de la vía de culebrón clásico que propiciaba Miss Queen. Los guionistas han decidido exprimirla para tirarla al cubo de basura dejando en el aire que Merlyn va a tener algunas palabras con Deathstroke antes de que acabe la temporada y que las elecciones en Starling City se ganan por defunción. Descanse en Paz, Moira Queen.
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La verdad a mi me resultó un capítulo bastante flojo en el manejo de su estructura. Fíjate que tres cortes a comerciales los destinan a la línea de Roy dónde él escapa igualmente tres veces. Como quien dice no avanza la acción sino que es más de lo mismo, lo que en el argot de mi oficio se llama “echarle agua a la sopa”. El capítulo solo se pone bueno en el último tercio cuando sucede el accidente y al regresar de comerciales, Oliver, Moira y Thea están en manos de Slade quién pone a Olivier en la misma disyuntiva que estuvo en la isla. Me resultó dramático el sacrificio de Moira al ofrecerse a morir por salvar a sus hijos y divertido el apunte que pusiste: “la culpa la tuvo ella por revelar un spoiler sobre Merlyn que sigue vivo” jajaja…. Muy bueno!
ResponderEliminarLa salida de Sara, me pareció tonta y mal argumentada. Se va porque ella siente en su corazón que sigue siendo mala y Arrow es bueno, después que ella por poco mata a Roy?... ¡Por favor! ¡Argumento pegado con babas!.
En general irregular episodio, pero se agradece que tenga un excelente final (aunque lamento la muerte de Moira, me fascina esta actriz, es una cincuentona divina)…. Claro que todavía queda el Mirakuru para salvarle la vida…. ¡Jajaja… es un chiste! En resumidas cuentas, a pesar de sus defectos y capítulos regulares como este número 20, Arrow me parece una brillante serie muy bien escrita con una nómina de excelentes actores. Gracias Maldito Bastardo por tu review.
Completamente de acuerdo con tu comentario. Te faltó mencionar lo del intento de renuncia de Moira a la campaña. No lleva a ninguna parte luego decir que sí acepta.
ResponderEliminarPara mí la muerte de Moira, y de esa manera, es de muy mal gusto por parte de los guionistas. No sé, seré muy sensible... pero creo que los guionistas se fueron al carajo.
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