Comienza ‘Un príncipe para Laura’

Después de “Un príncipe para Corina” llega (¡ATENCIÓN! y con fondo musical compuesto de cientos de estruendosos redobles) “Un príncipe para Laura”. Psss. Mmm. En fin, ¿Laura? ¿Después de Corina Randazzo… Laura Parejo? ¿No es un poco choni este cuento convertido en librejo? Eyeworks España quiere afianzar su formato y sabemos que únicamente puede conseguirlo con el casting más tróspido de la galaxia junto a un (pedazo) de guión que marque a los concursantes más ‘especiales’. ¿Van a poder superar a los chinos vascos o los vampiros costureros amos de casa? ¿Permanecerán el tiempo televisivo necesario los candidatos más frikis? La trospidez, por lo tanto, quiere seguir intacta y también el libreto del cuento porque evidentemente “Un príncipe para Laura” es una serie de ficción y comedia en el que aparece el deseo (e intenciones) de corregir los errores de la anterior temporada y dejando a sus pesos ‘pesados’ hasta el final. Conocemos el truco y el engaño como en los cuentos de hadas y, esta vez, deseamos volver a reír de nuevo con esos 24 pretendientes (y sapos) compuestos ‘guapos’ que no son guapos, ‘únicos’ que no son tan únicos, ‘simpáticos’ que no hacen ni fruta gracia y ‘nerds’ que fallan más que la wikipedia hecha por participantes de ‘Hombres, Mujeres y Viceversa’. Bienvenidos a #Laura1:

Repetimos proceso pero cambiamos de Reino: 24 pretendientes, uno será el príncipe y el resto sapos. Tenemos un rey (el padre de Laura), su doncella Sira y segunda madre, sus (anti)consejeros Ana y Mateo y una Bruján mucho más Bruján. Evidentemente nos falta la princesa: Laura Parejo es mallorquina, tiene 21 años, estudia Educación Infantil, es sorda, ciega (aparte de otras taras que narraremos en esta crónica) y parece metida en el guión… así que la diversión está asegurada. Eyeworks sigue potenciando sus castings tróspidos e incluso pudiéramos decir que han mejorado a esa ‘marica mala que todo el mundo odiaba’ y la cursilería romántica de los amigos íntimos de la princesa paleta de esta edición. El añadido de una chacha racista y que hayamos viajado a Madeira, isla de Parla, Portugal, no deja remarcar las intenciones tanto de Cuatro como de la productora experta en edit-realitys de consolidar una de sus creaciones sorpresas.

Nos faltan los chicos. Llegaron ellos y nuestros gritos. ¿Hay alguno de verdad guapo? Pues no. Lo normal sería huir y hacerse lesbiana ante 24 pretendientes sacados de un bukkake 100% amateur improvisado por Torbe y, desde luego, esta princesa llamada Laura parece tragar con todo. O sea, guión en estado puro… aunque no me importe en lo más mínimo. Es más, lo considero necesario junto a personajes como La Pepa y Vegeta que harán las delicias de las redes sociales. ¿Y el resto? Tenemos a un luchador de pressing catch, un esteticista que se equivocó de estudios y es experto en defensa en una futura Apocalipsis Zombie, un matemático que debería multiplicarse por cero, el primo de Paris Hilton (que no la conoce) que debe compensar sus cero talentos con un miembro de más de 30 centímetros (como poco), un encantador diabólico de serpientes, un Cidoncha ‘aspañol’, un gañán aspirante a bombero y a una muerte por un sicario, un surfero sin neuronas, un bailaor adicto a la espuma, un incondicional del break dance con daños cerebrales y capilares, un trotamundos insoportable, un experto en beat-box, un rockero navideño, un fanboy de Manolo Escobar, un adicto a los rayos de sol y un aficionado a hacerse fotos con famosos sobre todo si son del PP. ¿Podemos morir ya? Mejor esperar a que ese Vegeta suelte un Kame Hame Ha de mierda debido a su terrible estreñimiento combinado con el poder de La Pepa, un rockero enamorado de Bisbal. Ninguno de los 24 pretendientes sabe cantar y creo que hacer nada más que el ridículo. Bienvenidos de nuevo a “Un príncipe para Laura”.

Vegeta Vs. La Pepa

En el primer programa tuvimos el primer príncipe azul y favorito de Laura y cuatro expulsados con sus respectivas calabazas, así que es momento de repasarlos. 

Juan, portugeish tenía que seish.

Juan Yanes, el galán portugués es el primer favorito. Juan no sabe hablar español y es un portugueish de Madeira que presumiblemente se ha colado en el programa a cambio de placeres sexuales a algún desafortunado miembro del equipo. Como podemos observar la belleza no está ligada a esa aterradora sonrisa y protuberante fealdad. ¡Qué feo es Juan! ¡Feísimo! Es incomprensible que Laura, la supuesta princesa del cuento, haya lubricado por toda Madeira con semejante abominación. Para colmo este italiano (según la propia Laura) tan sólo sabe decir dos frases en español: «Ábrete de piernas» y «Chúpamela». Al cerebro de la princesa paleta y choni de esta edición, al parecer, no le hace falta más vocabulario. Tal y como dice la chacha, no hay que confiar en gente extranjera y más si vienen de África.

José, azulgrana a muerte y producto de la Masía

José Duarte, fue el primer expulsado de Laura en la prueba del espejo. La pobre es sorda aunque le quedó constancia de que a José sólo le importaba el fútbol. Como podemos observar José es un incondicional seguidor del Fútbol Club Barcelona e imitador de Messi. De hecho, le confunden en Cádiz con el astro argentino y mejor jugador del momento muy por encima de otros en todos los aspectos, incluida la estatura. Culé hasta la médula, narrar una jugada entre Iniesta y Messi le costó un gol y su expulsión.

Manuel, macho ibérico y doble de Mitch Buchannon

El atractivo y semental Manuel Román fue el segundo expulsado y no entendemos los motivos de Laura. Como podemos observar, este aficionado a la astrología y al horóscopo debido a que es ‘acuático’ tiene mucho atractivo. Tío bueno y macizo, este chulo es vigilante de la playa e imagen viviente de Mitch Buchannon. Su error fue lanzar su camiseta de Protección Civil a Laura, a la que no convenció su olor. Si la princesa paleta era sorda y ciega, ahora se suma la falta de olfato. ¿A qué va oler una camiseta de un macho ibérico? ¡Pues a macho y a producto ibérico! Cualquier mujer mataría por Manuel. Es más, si se ahogara y fuera Manuel a socorrerla y salvara seguramente nadaría mar adentro para perecer allí mismo y así evitar la vergüenza de morir de placer durante el boca a boca en la orilla. Confirmado, Laura debe ser lesbiana o un maniquí al que doblan en la sala de montaje. 

Cristrofer, expulsión garrapiñada

El siguiente eliminado fue el nerd Cristrofer Davide, fan de las merluzas garrapiñadas e indagador de la conciencia humana. Trató de manifestar su energía a través del espejo a la princesa pero ésta, después demostrar que carece de vista, oído y olfato, también denota una ausencia completa de tacto. ¿¡Qué sentido le funciona a esta princesa!? Cristofer seguirá garrapiñeando por el mundo o haciendo hamburguesas sin HAMOR. Voy a llorar.

Alexei, la fealdad venida de Rusia

El único acierto de Laura fue expulsar a Alexei Eremenko, el supuesto ‘dandy ruso’ que estaba catalogado como guapo y era tan feo que provocaba volarse la cabeza con una kalashnikov o quemarse como poco los ojos con vodka. Feo, feo, feo. La princesa le expulsó por traerle recuerdos y parecidos a su ex novio y quiere romper con el pasado. Perdona bonita, con lo que quieres romper tú es con la fealdad… porque qué feo es Alexei y que feo debería ser tu ex, princesa mora. Se nota aquí (y mucho) tu gusto mierder. El supuesto dandy afirmaba ser un maniático del orden y la limpieza. Menos mal que Laura predicó con el ejemplo y nos demostró que el enemigo es la patria Rusia y la fealdad porque, repito, ¡qué feo que es Alexei!

Desde este bastardo blog seguiremos informando sin mierdo y comprometidamente con nuestra causa, la trospidez.

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