Juego de Tronos (4x04) Oathkeeper: Guardajuramentos

No sabemos hasta qué punto o si inconsciente o conscientemente, “Game of Thrones” quiere convertirse en una de las series más mediáticas junto a “The Walking Dead”. Ambas en cierta medida son los estandartes de la revolución del cable teniendo audiencias bastante inéditas en esa televisión que consolidó su edad de oro a golpe de season finale (y polémico) de “Los Soprano” y (brutal expectación adictiva) con el propio de “Breaking Bad”. De Tony Soprano a Walter White el cable también ha querido hacer suyo (no sin dudas) el universo fandom del cómic y la adaptación de literatura fantástica gracias a Robert Kirkman y George R.R. Martin, dando entrada y cabida también a sus creadores para una adaptación que incluso se desmarque del material que lo originó. Si “The Walking Dead” gana en audiencia “Juego de Tronos” lo hace en aclamación de la crítica y acaparando premios, reconocimiento y nominaciones, pero ambas trata de repetir el proceso de “Battlestar Galactica” (calidad + fenómeno fan) multiplicándose en la actualidad gracias a la vertiente viral de internet y de las redes sociales. De esta manera, la serie de HBO ha llegado un extremo en el que su popularidad la marca la propia senda de la noticia. Se habló de su regreso con datos brutales y de récord de audiencia o de tener las mejores críticas televisivas en EEUU de 2014 pero también de su emisión en España en VOS despertando el ranciofact de los espectadores patrios y, ahora, tras la Boda Púrpura de una secuencia que ha generado un debate que “Oathkeeper”, cuarto capítulo de la cuarta temporada de “Game of Thrones”, debería dejar zanjado… para iniciar otro punto de interés y nuevo titular.

Del «¿Quién mató a Joffrey Baretheon en su propia boda?» hemos pasado a «¿Por qué Jaime Lannister violó a su hermana Cersei delante del cadáver de su hijo y difunto Rey?». Se ha criticado la violación y las declaraciones tanto del director del capítulo (Alex Graves) como del propio George R.R. Martin no han servido para matizar artículos en contra de la decisión creativa. En realidad hay que plantearse qué se critica. ¿Criticar una violación (como tal) en esta serie a estas alturas no es un tanto incoherente y ridículo? Dudo que el cambio sobre el material haya dolido verdaderamente a los fans aunque se podía haber dirigido/escrito la secuencia de otro modo, pese a quedar claro que no estamos ante el famoso caso que generó la llamada de Walter White a su esposa en el cierre del monumental e inolvidable “Ozymandias” (5x14) de “Breaking Bad” —donde parte de la audiencia entendimos algo completamente distinto a las intenciones de los creadores de la serie—. Si bien en ese caso rápidamente salieron el director y el guionista a confirmarnos aquello que se plasmaría en su recta final —y restando ese factor sorpresa brutal que algunos queríamos, todo hay que decirlo—, las declaraciones de Graves y R.R. Martin sobre “Breaker of Chains” (4x03) y la ya célebre ‘violación’ han servido de poco… porque todos vimos lo mismo: Jaime fuerza a Cersei a tener relaciones sexuales. Blanco y en botella, como el rugido de un Lannister. La base de la crítica evidentemente es que esto solamente sucede en la adaptación que ha realizado la serie, nunca en ‘Tormenta de Espadas’, el material originario. Y, en este punto, hay que separar las críticas debido a ser claros, francos y para nada hipócritas: se está criticando la secuencia más desde el lado feminazi que dentro de la coherencia de la relación incestuosa de ambos hermanos desde el comienzo de la serie (que no de sus libros) y de la propia violencia que les rodea. Hemos visto de todo en “Juego de Tronos” y la serie tiene personajes femeninos muy potentes (y muy desnudos también), aquello que ocurre es que una parte de la audiencia femenina simpatizaba con Jaime Lannister por todo aquello que pasa durante la tercera temporada e incluso su lado caballeroso tratando de salvar a Brienne de Tarth de una violación y de ser desmembrada por un oso. Esa lucha interna de un antihéroe que trata de desligarse de su leyenda (El Matarreyes, las páginas vacías en el libro de los actos heroicos de la Guardia Real, etc.) pero finalmente acaba volviendo a su hermana en esa relación enfermiza y de poder en la que solamente existen ellos, realmente y en mi opinión, ha generado que una enorme y monumental cantidad de ‘moja-bragas’ (con todos mis respetos y posibles disculpas por decir mi/la verdad) se hayan sentido traicionadas por su ‘amado’ Jaime. Es una secuencia catártica para ambos en realidad y Cersei quiere ser forzada por su hermano a tener relaciones sexuales porque es la única vía de aceptarlo dentro de su arco argumental y desarrollo. Y todo lo anterior es fuerte, duro y moralmente depravado porque es la senda de su incestuosa relación. Nos olvidamos de que Jaime trató de matar a un niño de unos 10 años como motor de arranque de la serie y que Cersei ni se iba a despeinar con tal decisión. Es más, asumimos que se excita viendo cómo Jaime mata a otros hombres, mujeres y niños inocentes para demostrar su amor. La destrucción de Joffrey es una simple alegoría de esa concepción física. Esa audiencia femenina no quería volver a ver a este Jaime, aquel que sigue siendo un hijo de puta como la pérfida Cersei que, nos guste o no, consolida ese incesto como medida de superar la pérdida de su hijo bastardo y que nos desvela que no son como nosotros junto a ese mundo en el que hemos visto toda la brutalidad posible. No podemos comparar una violación del mundo de Poniente con el nuestro actual y civilizado. No tiene sentido. Entiendo que esas fans femeninas de Jaime, verdaderamente, se sienten más ‘violadas’ (como sinónimo de vulneradas) que su propia hermana y posiblemente algún psicólogo escriba un libro sobre cómo se sintió la audiencia femenina con una secuencia que las incomodó brutalmente y que las hizo sentir traicionadas por un personaje que, en realidad, sigue siendo como el del primer capítulo de la serie. Sometido, eso sí, a sus conflictos interiores para tratar de huir de esa perdición magnética llamada Cersei Lannister.

Hubo mucho más en “Breaker of Chains” (4x03) y “Oathkeeper”, se va a centrar en la toma de Meereen por parte de Daenerys Targaryen. Si bien vimos que las intenciones de la Madre de los Dragones eran provocar una revolución de los esclavos frente a sus opresores, van a necesitar un empujón. De nuevo tenemos un cambio de rumbo respecto a la adaptación aunque ya estaba detectada en las fotos promocionales y capturas del material ofrecido por HBO. Nos había quedado claro que Ser Barristan Selmy y sobre todo Jorah Mormont seguían asesorando a la ‘Mhysa’ de los esclavos después del asedio de Meereen y por los libros sabíamos que nada sucede como lo cuentan en este capítulo. En ‘Tormenta de espadas’ tras descubrir que Ser Barristan sirvió al usurpador Robert Baratheon y que Ser Jorah Mormont era el informante y ‘pajarito’ de Varys en Desembarco del Rey, decide enviarles a una misión suicida para liberar a los esclavos al buscar ambos el perdón de su reina. Todo cambia aquí porque van a potenciar al personaje de Gusano Gris del que veremos guarda un absoluto rencor sobre sus antiguos amos por privarle de su infancia y recuerdos sobre su tierra natal. Missandei le está enseñando la lengua común y Daenerys rompe la secuencia dramática para informar a su comandante de que es hora de comenzar su misión. Y es que es mucho más coherente (y afín a los intereses de revolución del pueblo tiranizado) que los Inmaculados disfrazados como esclavos tomen la ciudad entrando e infiltrándose por las alcantarillas para reunirse con sus afines de Meereen y lanzar así la proclama del levantamiento: «Hay tres esclavos en esta ciudad por cada Amo. Nadie les dará su la libertad, hermanos. Si la quieren, deben tomarla». Evidentemente Gusano Gris y los infiltrados lleva armas para que la sedición se produzca y repitamos esos vítores y recibimiento a grito y clamor popular de Mhysa, Mhysa, Mhysa… Sí, esta señora toma las ciudades en diez minutos. Me parece más coherente y afín a ese principio de turbulencia y liberación del pueblo el cambio aunque se entiende que los guionistas han reservado la traición pasada, la redención, el juicio y la decisión de Daenerys sobre Ser Barristan y Ser Jorah como contrapunto al arco argumental de la temporada. La ‘rompedora de cadenas’ recordará a los 163 niños crucificados y con los esclavistas cautivos y vivos tiene que tomar una decisión en la que será asesorada por Ser Barristan. 

—A veces es mejor responder a la injusticia con compasión.

—Responderé a la injusticia con justicia.

Daenerys ordena crucificar a 163 esclavistas como parte de su justicia y aquí llega implícito parte de los asuntos de esa nueva Reina de la Bahía de los Esclavos: después de la conquista y rebelión es hora de ser gobernante y tomar decisiones. La primera bien pudiera pasarla factura en el futuro… como bien nos interesa que Jaime conozca el pasado y que su hermano Tyrion le reclamó en el juicio al que fue sometido en Nido de Águilas de la historia conocida y vinculación con Bronn. El reencuentro de los hermanos ‘Matarreyes’ nos va a llevar del «¿De verdad me estás preguntando si maté a tu hijo?» al «¿De verdad me estás preguntando si mataría a mi hermano?» para que retorne la ‘violada’ Cersei y ‘viole’ la lealtad de su hermano y amante. Evidentemente el foco dramático es muy potente y tal vez por eso la serie quiera pasar página y confirmar (mejor dicho, proclamar) la inocencia de Tyrion menos para esa folclórica que, copa en mano, sigue cegada por su odio y venganza sobre su hermano apresado y acusado de regicidio. Da lo mismo que sea inocente tanto él como Sansa, Cersei quiere sus cabezas clavadas en una pica de Desembarco del Rey. Aquí llegamos a un camino de dos rutas. La primera es que los guionistas van a correr el telón para dejar claro quién mató (y cómo) a Joffrey Baratheon y vamos a pasar los artífices de la conspiración. Recuperamos a Sansa Stark para que tenga una secuencia con Petyr Baelish en ese barco que les conduce a Nido de Águilas. Realmente un hombre si un motivo para cometer un asesinato es el hombre del que nadie sospecha y Sansa se está dando cuenta que Meñique es el hombre que lo quiere todo (incluido a ella) y Joffrey era impredecible a sus intereses. Todo va a quedar ‘cristalino’ a los ojos de Sansa ya que ella era también parte de la conspiración sin que lo supiera. La ‘herencia’ y collar de Ser Dontos contenía el veneno en uno de sus cristales que fue arrancando por ese remanente que nos quedará en la secuencia de la Fortaleza Roja donde Olenna Tyrell toca y palpa el collar de su nieta Margaery. La Reina de las Espinas se va de Desembarco del Rey pero también desvelará que orquestó el asesinato para salvar a Margaery de ese monstruo del que ya le alertó Sansa. De la anécdota de robarle el novio a su hermana y hacer que no pudiera caminar ni bajar unas escaleras por las virtudes de Olenna llegamos al segundo punto habitual en la serie y ratificado en esta temporada: la polémica. La Reina de las Espinas instará a su nieta a seguir sus pasos y visitar a Tommen. Es otra secuencia difícil porque ambos están prometidos pero no deja de bordear la pedofilia aunque Margaery es lista para saber qué quiere un hombre y su futuro Rey. Si bien tuvo que lidiar con un homosexual cuyo amante era su propio hermano y con un monstruoso torturador, Tommen, por el contrario, parece ser un futuro hombre recto que quiere ejercer como buen gobernante. Evidentemente hemos pasado a un pre-adolescente (con acertado cambio de actor a tal fin) que ve a su prometida más como una persona de confianza que un objeto sexual. Las feminazis se han topado con otro hueso duro ya que “Juego de Tronos” cambia el rol (y género) de poder (tanto sexual como de edad) para que Margaery domine la relación. Normalmente siempre hemos visto esos matrimonios concertados en la propia crónica histórica (y dramática ficcionada) con la mujer como personaje virginal y frágil respecto al hombre. Ahora es el género femenino aquel que sugiere a un menor de edad poder conocerse sexualmente antes del matrimonio si así lo desea. Margaery pide a Tommen mantener esas visitas que realizará a su dormitorio (de noche) en secreto y ajenos al conocimiento de su madre y Reina Regente. La secuencia (no tan polémica ni por asomo pero como estamos en plan fanmonjas...) se rompe y no sólo con un gato porque Margaery se da cuenta de que su prometido sigue siendo un niño sin ningún tipo de apetito sexual… salvo que en el próximo capítulo le veamos en una silla de ruedas y con el brazo de cabestrillo, claro. 

El otro foco de interés de la polémica era el reencuentro de Cersei y Jaime y ciertamente aquí se establece el marco de poder y esa distracción creada de la que nos ha hablado Olenna. La Reina Regente quiera a Tyrion y Sansa muertos y desea que Jaime sea el hombre que mate por ella, tal y como vimos en el primer capítulo de la serie, “Winter Is Coming” (1x01), o en otros muchos aportes Jaime está esculpido como ese antihéroe que lucha entre el dominio (sexual, incestuoso, incorrecto) de su hermana y tratar de limpiar su honor. Con la orden de matar a Sansa, Jaime tomará la decisión de dar la espada forjada de acero valyrio de la de Ned Stark a Brienne de Tarth (apodada por Cersei como ‘La vaca’). Encomendándose a los votos y promesas realizadas a Catelyn Stark para encontrar a Sansa y defenderla, los guionistas aprovechan para colocar aquí a Podrick Payne (el devora-hembras y eterno escudero) para formar otra extraña pareja cabalgando por Poniente. El título del capítulo emergerá como nombre a la espada, Guardajuramentos, y del chiste de Bronn sobre el beso ‘que esperaba’ Podrick pasamos a esa despedida entre Brienne y Jaime que, por sus miradas, parece tan eterna como el platónico amor que se profesan. Realmente aquí se entiende la escena de la violación tan polémica del pasado capítulo frente a la dicotomía y conflicto del personaje. Jaime está enamorado de Brienne de Tarth pero no quiere quebrantar el ‘honor’ de la mujer para instaurar el suyo propio mientras que Cersei genera lo peor de sí mismo y todos sus actos dignos del ‘Matarreyes’. Cersei fue mancillada (de muto acuerdo dentro de esa enfermiza e incestuosa relación) como purga y catarsis hacia el lado oscuro. De nuevo, Jaime quiere forjar honor y leyenda y de ahí toda su decisión, ver la luz, la gloria, la pureza que le inspira Brienne y que jamás se atrevería a mancillar (ni consentir que otros mancillen). Ella debe mantener la promesa a Catelyn porque él sabe que sería incapaz, ella debe llevar la espada y el honor.

El otro bloque potente y en ciernes está en El Muro y en el Castillo Negro donde Jon Nieve quiere adiestrar a los hombres pero se ha ido ganando enemigos más poderosos que peligrosos. Alliser Thorne le recordará que es un simple mayordomo y Janos Slynt le insta a que el carisma del bastardo acabará en el futuro con su elección de mando. La idea es mandar a Jon (con voluntarios) a una misión suicida para tomar el Torreón de Craster. Vimos antes ya interactuar a Jon con Locke, que trae una agenda encomendada por Roose Bolton para acabar con los Stark, pero de momento va a hacerse con su confianza. Veremos a Sam preocupado por la decisión de haber dejado a Gilly en Villa Topo pudiendo ser el siguiente pueblo atacado por lo salvajes mientras que Jon quiere también tratar de encontrar a Bran en el Torreón de Craster. Ambos están atrapados en Castillo Negro pero los planes de Thorne y Slynt van a llevarle a unificar ciertas tramas antes de la gran batalla que se está mascando. Jon pide voluntarios y tendremos algo de épica y de suspense al estar evidentemente Locke, que realizará sus votos, para proseguir su agenda. Sobre todo también al escuchar que Bran pudiera estar allí… Dicho y hecho, porque pasaremos a Karl (Burn Gorman) bebiendo del cráneo de Jeor Mormont mientras sus hombres abusan de las mujeres de Craster. Ordena a Rast dar de comer a Fantasma, el lobo huargo de Jon Nieve, dejando claro que los guionistas parecen ‘on fire’ es este episodio. Y es que en “Oathkeeper” vamos a tener respuestas sobre el paradero de los sacrificios de los bebés a los Caminantes Blancos. ¿Se los comen o debemos remitirnos a las leyendas urbanas sobre chinos? Para dejar todo más atado, tenderemos un bebé a las beatas satánicas hablando del ‘regalo para los dioses’ y a Rust dejando al pobrecito retoño en la gélida intemperie y bosque. Los llantos alertarán a Bran y su pequeño campamento que se encuentra cerca. Hodor, Meera y Jojen observarán cómo Bran ‘se mete’ dentro Verano, su lobo huargo, para demostrarnos sus poderes de cambiapieles. Al dirigirse hacia los llantos se topa con el campamento donde está prisionero Fantasma y cae en una trampa. A la mañana siguiente el grupo va a investigar y observan que los cuervos ya no son cuervos y, en su afán de salvar a los lobos huargos, Bran pone el peligro al grupo al ser capturados. Hodor es encadenado y torturado sin que sepa en realidad qué le están haciendo salvo gritar su mítico HORDOR mientras que Bran se verá obligado a revelar su identidad a Karl para proteger a Meera y Jojen. De esta manera, esperemos ese ‘juntos y revueltos’ con las venideras tramas de Jon Nieve y Bran Stark. 

Como comentamos anteriormente, el capítulo va a darnos las respuestas sobre qué hacen los Caminantes Blancos con los bebés y veremos al pequeño ser transportado por uno de ellos en esos pútridos caballos muertos y vivientes hacia una mortecina ciudad de hielo. Allí será dejado en un altar y el Rey de la Noche (creo que han utilizado la técnica del desenfoque para evitar gastarse más pasta en efectos visuales) dará la bienvenida al bebé para poner una uña (que no dedo) en su mejilla y ver como sus ojos se vuelven como los de un Caminante Blanco. Gracias por la explicación pero ahora pueden responder a esto: ¿¡cómo ha llegado ese bebé vivo allí y no como un cubito de hielo!?

ACTUALIZACIÓN [29-04-14]: Hay polémica con la filtración de HBO de que el Rey de la Noche sea el Rey de la Noche. Inicialmente HBO así lo puso en su web para modificarlo más tarde por un caminante blanco. Queda claro que no es un white walker cualquiera y la polémica se ha generado porque es seguramente un arco argumental que George R.R. Martin va a explorar en las dos novelas inéditas de la saga. ¿Un enfrentamiento final de los de Daenerys y sus dragones cono ese otro ejército que se está desarrollando en las sombras para completar esa canción de Hielo y Fuego, por ejemplo? ¿O el Fuego lo va a poner El Señor de La Luz y Melisandre? 

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