Salem: Hez-chizo en Salem Hollow

Serie de TV

“Salem”

EEUU

2014

Sinopsis (Página Oficial):

En Salem las brujas son reales, pero no son lo que parecen.

Crítica Bastarda:

Me resultaría complicado comentar algo positivo de “Salem”, primera serie guionizada de WGN America, sin mencionar todos sus imperfecciones e infecto tufo a azufre caducado. Pudiera posicionarme como los haters de “Sleepy Hollow” de FOX y atacar un producto de entreteniendo en sus posicionamientos comerciales, pero el caso de la ficción —que nos remite al volátil Siglo XVII en el ‘Salem’ de Massachusetts y el imaginario sobre sus juicios por brujería— más que pasatiempo su vocación es considerada, en mi opinión, como insulto. Y no como un ultraje por sacarse de la manga una conspiración diabólica que provocó que la caza de brujas fuera en realidad un teatro de marionetas para que los puritanos se cazaran y mataran los unos a los otros, sino por el sentido de esa venganza de una organización satánica que maneja los hilos de Salem para sus rituales. Esa concepción como mascarada pudiera ser atractiva pero, al mismo tiempo, comprobamos que su hechizo se basa en un sortilegio para mojar bragas y calzones.

No, esto no es “Embrujada” pero tampoco “American Horror Story: Coven”. Es más, durante el piloto de “Salem” uno espera que aparezca por allí La Suprema para abofetear a esas brujas de extrarradio tan escasamente profesionales. La cuestión, supongo, es que después de ver que la magia soft-porn de “Witches of East End” se consolida, tendremos una autentica defecación de aquelarres y llegar a Salem (a full time) iba a ser cuestión de tiempo. La temática sobrenatural, se quiera o no, está de moda pero si todo se va a reducir a una bruja vengativa a modo de mala de culebrón (Mary Sibley, Janet Montgomery) —por un embarazado inesperado del galán de turno que pudiera conllevar en dicha época la marca candente de una ‘F’ de ‘fornicadora’ en su frente o una letra escarlata y 7 nominaciones a los Razzies— yo me voy ya de ese pueblo. No por el hecho en sí sino por esos clichés de que el padre de ese embarazo-demonius-interruptus fue John Alden (Shane West) que se fue a la guerra… desapareciendo durante años y regresando para ver las brujas dominan en la sombra tanto su pueblo como a su gran amor. No falta moneda partida por la mitad a modo de ‘corasón’ y una atmósfera de panonia con sustos de manual.

Es imperdonable que “Salem” más que mal escrita sea completamente estúpida con una dinámica que pasa porque el espectador sea tonto y se aferre a la lujuria y terror barato de sus imágenes para aplaudir la propuesta. No se trata de ser fan de “Sleepy Hollow” y descartar a la competencia porque supongo que habrá público que defienda al mismo tiempo “True Blood” y “Crónicas vampíricas” sino de estar definidas como las series de HBO y The CW, ser coherente en sus planteamientos y, sobre todo, con la audiencia a la que van dirigidas. Digamos que el mayor pecado de “Salem” es que todo es tan gratuito (la sangre, los desnudos, su parábola sobre la religión, la moral y el poder) que finalmente acaba sumido en la monotonía. Poco importa la seducción que la venganza se reduzca a meter un sapo cachondo en la garganta de un líder religioso enmudecido y torturado, que su relevo pase más tiempo en el burdel que en la iglesia o transformarse en una vieja viscosa con la carne desgarrada (y la falta de higiene bucal y dental de rigor) como parte del invisible hechizo que gobierna en realidad Salem. No hay ni personajes, ni mimo en sus recursos de guión, ni encanto en sus diálogos y el tufo a culebrón inflado intenta escurrir el bulto con la violencia, la parodia involuntaria y su frenesí sexual tan inverosímil hasta para una bruja o un fan de terror sobrenatural. Lo suyo sería encadenar esta serie a un mástil y prenderla fuego en plan radical y extremista pero temo que será un éxito por la moda que rodea al producto más que por el propio producto (y su calidad) en sí. Ergo, ¿el mal ha triunfado en las series de televisión o muchos seriéfilos hemos acabado siendo puritanos intransigentes con aquello que consideramos blasfemia catódica?

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