“Ground Floor”
EEUU
2013
Sinopsis (Página Oficial):
Ambientada en el mundo moderno de la América corporativa, “Ground Floor” se centra en Brody (Skylar Astin), un joven banquero y partidazo que pensó que estaba teniendo una aventura de una noche con Jennifer (Briga Heelan), una bella mujer que conoció en un fiesta de la oficina. Él descubre, sin embargo, que ella trabaja en el departamento de mantenimiento del edificio en el que se encuentra su banco Remington Trust. De repente, sus mundos empiezan a chocar de las formas más inesperadas. Ante el critico jefe de Brody, el Sr. Mansfield (John C. McGinley), así como ante sus colegas molestos, la pareja debe encontrar una manera de hacer frente a sus crecientes sentimientos el uno por el otro en esta versión moderna de Romeo y Julieta.
Tengo ciertos sentimientos encontrados con una serie que no me atrae y, al mismo tiempo, deja un poso para finalizar la primera temporada que se compone de 10 capítulos. Cuando se estrenó quedó apartada y ni siquiera figuró en la lista y especial de las Nuevas Series USA de Otoño 2013 y, ahora, llegó el momento de afrontar sus primeros capítulos. Bajo el sello del creador de “Cougar Town” y “Scrubs”, tenemos una sitcom tradicional rodada para una televisión por cable con personajes bastante marcados para trabajar dentro del enfoque y proposición de ese ‘Ground Floor’ que distingue los dos mundos sobre los que bascula la comedia. Podríamos apuntar cierta esencia y simbiosis de “The IT Crowd” y la comedia de oficinas clásica estadounidense (con humor más adulto) en ese choque de dos universos, opuestos diversificados por el clasismo y la altura de la planta, que llegan a una intersección con la relación de los dos protagonistas.
Llegamos a las clases y las plantas altas y bajas de la sociedad y el mundo laboral pero los prejuicios y clichés forman parte de un cambio de roles en la pareja: ella es más masculina que él, como pudiera serlo Penny respecto a Leonard en “Big Bang”. No es que estemos ante una hábil sitcom y los personajes, pese a estar perfilados correctamente, carecen de una hondura y atracción necesaria para un largo recorrido. Los celos, la obviedad y el mal gusto como recurso llamativo en los chistes se repiten tanto como la escasa sutileza en su humor. Tampoco lo anterior me hace descartar completamente a “Ground Floor” ya que posee elementos más divertidos que las sitcoms de estudio que ha perpetrado CBS, ABC y NBC en las últimas temporadas. Da la impresión de que no su misterio evidente no es la inteligencia o ingenio sino que existe atracción pese a no aportar absolutamente nada a la comedia de situación. Y esa atracción, junto a sus escasos capítulos por temporada y su intento de ser una serie inédita en estos tiempos (que no lares), pudiera ser un aliciente en un reino en el que no contemplamos sitcoms (norteamericanas y de estudio) sugerentes.
Otra cuestión es que formemos parte de la liga protectora de la moral de nuestra sociedad y consideremos indecente que la premisa de la serie (y punto de partida) la ejerza un polvo de un par de desconocidos que, en realidad, son enemigos dentro del ecosistema laboral de su empresa. El carisma de los personajes y la química de Skylar Astin y Briga Heelan ayudan ante unos secundarios de manual para propiciar todo tipo de situaciones cómicas. Los problemas de “Ground Floor” son más evidentes: no tiene un potencial para un público joven y su vocación sexual y énfasis sobre las fieras laborales y los jefes mentores con inclinación paternal puede ahuyentar a parte de los adultos menos tolerantes. La dicotomía del invento pudiera encontrarse en que no es “Scrubs” y “Cougar Town” ni tampoco quiere serlo aunque estoy seguro que Channel 4 hubiera sacado más provecho a una serie (y sus chistes de zoofilia y sexo) que ha llegado a su práctico fin de contrato en mi televisor. ¡Y más teniendo en cuenta en que esas oficinas utilizan Windows 8! ¿Y no ha quebrado la empresa todavía?
ACTUALIZACIÓN: Al final me tragué la temporada de diez capítulos y aminoraron la grosería y la zafiedad por su vertiente melosa-romántica con algo más de sutileza y brío en los diálogos. Era inevitable que John C. McGinley hiciera una referencia y chiste (bastante acertado) a “Scrubs” y los cameos de John McEnroe y W. Earl Brown ayudaron... aunque la estrella más acertada fue Anna Camp con absoluta diferencia. La lucha de amor laboral (y en cierto modo paternal) y personal focalizados en ese duro jefe y esa preciosa chica de 'planta baja' acabaron con una decisión de última hora siguiendo los pasos de una comedia romántica. ¿Siempre nos quedará París o Hong Kong? El amor siempre prevalece pero también una decisión de su jefe y mentor: su propio despido. Un elemento atrayente (junto un homenaje a “El resplandor” para construir una segunda temporada si TBS renueva la serie, claro.
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