Black Sails: ¿De verdad que New Providence es la nueva Deadwood?

Serie de TV

“Black Sails”

EEUU

2014

Sinopsis (Página Oficial):

El Capitán Flint se alía con Eleanor Guthrie, hija del capo local, para cazar la recompense final y asegurar su supervivencia. Se encontrarán con muchos obstáculos y opositores: los capitanes rivales, celosos del poder de Flint; el padre ambicioso e intrusivo de Eleanor, y un joven marinero contratado recientemente para formar parte de la tripulación de Flint, John Silver, que socava constantemente el día a día de su capitán. 

Crítica Bastarda:

Es complicado ver el final del camino de cualquier viaje cuando apenas se ha salido del puerto… aunque el piloto de “Black Sails” apunta contraproducentes maneras y un destino claro y transparente. Se trata de la nueva serie estrella de Starz y va a formar parte de la precuela de “La isla del tesoro” de Robert Louis Stevenson para completar la leyenda acerca de John Silver y el Capitán Jonathan Flint. La cadena debe estar tan contenta con la primera temporada compuesta de 8 episodios de su drama de aventuras, a modo de capítulos de una gran novela, que ha sido ya renovada para una segunda entrega meses antes de su estreno. Como toda búsqueda de tesoro aguardan numerosos peligros… y los de nuestra ficción de entretenimiento comienzan con el sello en la producción de Michael Bay. Ay, Michael Bay… ay. ¿Aunque no es coherente para una serie de piratas que la produzca un señor con apellido Bay? Sí, el chiste es tan malo como quedó el estómago de muchos con tan ¿desagradable? noticia. Visto el piloto hay que confirmar que no se nota nada el sello de Bay: ni salen Transformers ni Ben Affleck asoma su glande por allí. 

No faltan explosiones y acción… pero es otra cuestión en una serie con cañonazos y mucho pirata. Es cierto que los clichés dinamitan cualquier perspectiva y Pilar Rubio y la incuestionable “Piratas” y Penélope Cruz (que no Jack Sparrow) han hecho mucho daño a esa innoble profesión de ponerse un parche y aprovecharse de las riquezas ajenas. Para la propia Starz el drama de haber sacado rentabilidad a “Spartacus” va a propiciar que todo el universo espere la lluvia de escrotos y jabatas con tanta feromona y puticlub caribeño en la zona. “Black Sails” da la impresión de regodearse en tal etiqueta y no duda mostrar los primeros pezones y e inaugural potorro (y distintiva Barbanegra) en el piloto tan pronto como estima oportuno. Y, por supuesto, antes de que acabe el capítulo tendremos una secuencia lésbica… por exigencias del guión… o eso decían mientras la filmaban empalmados. Dirige Neil Marshall (que no Rob Marshall) y la brutal violencia está a la orden del día en la isla New Providence. También cierto postureo por dominar el lugar… aunque, de momento, no se avista ninguna crítica y conexión con ese paraíso fiscal que declaró la guerra al mundo entero en 1715. ¿Quiere ser New Providence, y por extensión “Black Sails”, la nueva “Deadwood” de la ficción catódica? Querer, desde luego, no es poder.

Tenemos puticlub pero no se divisa un Al Swearengen o frases de burdel como «Te huele el aliento a polla» porque el conjunto está más estilizado y se perfila para evitar el embrutecimiento. Al ser la precuela de “La isla del tesoro” y darnos un margen de dos décadas cualquier percepción, aprovechamiento e incursión puede ser posible… como referencias (y guiños) a Errol Flynn bajo un acercamiento realista, sucio y sanguinario. Los ingredientes están servidos junto a la pólvora: épica, supervivencia y amoralidad en un mundo en el que los piratas dejaron de ser aliados a los intereses del mundo y su extinción fue anunciada. A mi “Black Sails” en estos tiempos no me aporta nada. Me da un poco igual que el capitán Charles Vane (Zach McGowan) quiera el título del pirata más chulo del Caribe y Flint (Toby Stephens) quiera conseguir el tesoro forjando alianzas con las más bellas (y poderosas) del lugar. Supongo que aquellos que disfrutaron con “Spartacus” o “Vikings” caerán enganchados aquí por simple inercia pese a cualquier crítica… y más sabiendo la confianza que deposita Starz en su nueva Niña Bonita. Avisadme cuando salga ‘El Loro’ o si la balanza se desequilibra hacía “Deadwood” o una “Piratas” de Telecinco con el mismo presupuesto que una de Michael Bay... que yo seguiré esperando pacientemente en mi isla bastarda disfrutando de mis otros tesoros catódicos.