miércoles, 29 de enero de 2014

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Girls: Tercera Temporada (I)

[SPOILERS HASTA EL COMIENZO DE LA TERCERA TEMPORADA] Es normal que HBO cuide a sus niñas bonitas y dé calabazas a sus princesas mendigas. Podemos entender así la renovación de “Girls” por una cuarta temporada apenas unos días antes del comienzo de la emisión de su tercera entrega y también la devoción por “Veep”, con esa Julia Louis-Dreyfus que ha monopolizados premios y candidaturas desde la aparición de Selina Meyer en nuestros televisores. De premios también va el asunto y la cadena de cable vende calidad (y resultados) que, al parecer, da la impresión de no darle ahora (o nunca) ficciones como Boardwalk Empire,The Newsroom, Hello Ladies o Family Tree. Las dos primeras acaban en su próxima temporada y las dos segundas fueron canceladas tras su inaugural bienvenida. Al final, la calidad acaba siendo un negocio en que series como Juego de Tronos y “True Detective” (en seguimiento bastardo) rentabilizan sus costes de producción. Todo lo anterior podría resumir que la serie de Lena Dunham y Judd Apatow prosiga, pese a sus escasos datos de audiencia que no suelen superar el millón de telespectadores pero, al mismo tiempo, le valen como certificación de un baremo al que no llegaban ni de lejos ficciones como Iluminada”. Y si como en toda serie sus resultados de audiencia (o suscripciones) forman parte de su futuro, así debe constatar su propia calidad. “Girls” se enfrenta, por lo tanto, a una tercera temporada decisiva tras el abandono de Christopher Abbott por la puerta de atrás y buen puñado de objeciones, criticas y controversia en su retaguardia. Y no hablamos solamente del sexo… 

Lena Dunham tiene fans incondicionales y bastardo servidor no forma parte de los mismos, así que pudiera ser más objetivo al respecto. Cuando acabó su segunda entrega lo tenía claro con aquel «“Girls” empezó como un orgasmo y ha acabado siendo un dolor de cabeza» pero, ahora, con su tercera temporada se nota cierta profundidad en las desventuras de estas ‘chicas’ cuyas cabezas están repletas de sueños y aspiraciones, que tratan de ser la voz de una generación que, en realidad, nos importa tanto como el trending topic de hace un año. La espantada de Abbott, (se) quiera o no, se ha notado y el ombligo de Dunham ahora puede hacerse con el monopolio y poder a golpe de Photoshop hasta en los guiones. Para simplificar el asunto podemos afirmar que “Girls” ha vuelto a ser la serie que nos atrapó en su primera temporada pero sin la sorpresa y giro pulverizador que tanto era capaz de enganchar al seriéfilo más cuidado y precavido. La aportación de la desequilibrada hermana de Adam, a la que El Niño Gusano escribirían gustosamente una canción, el regreso de Jessa, cameos como los propiciados por Richard E. Grant o Kim Gordon de Sonic Youth y, sobre todo, la reciente muerte del editor de Hannah (y su ombligo) interpretado por el director John Cameron Mitchell van a perfilarse como temas centrales de esos personajes que tratan de evolucionar y encontrar un lugar en el mundo. 


“Girls” comenzó con la ruptura del cordón umbilical de Hannah sobre sus padres y sus intentos de poder ganarse la vida en un mundo complicado donde el sexo, la amistad y el trabajo se alinearon en sus propios intereses como escritora y esa temida etiqueta: la voz de su generación. La fuga de Christopher Abbott ha puesto fin a la relación de Charlie y Marnie haciendo que ésta sea humillada públicamente en un vídeo originado por un cover de Edie Brickell (‘What I Am’) en el canal de su ex con turbulentas reacciones pero, más tarde, comprobamos que tiene apenas 1621 visitas y unos 700 dislikes. ¿No iba a ser una parodia ‘adulta’ de Rebecca Black? Está claro que, aparte de tener una variación de la muerte / asesinato de Ricky Schwartz enLa chica invisible (Awkward), Hannah Horvath emerge como una sociópata que quiere quitar del medio a sus amigas para que su ombligo (y pelusillas) reine sobre la propia serie. Repasemos: Shoshanna Shapiro sigue tratando de protagonizar una película de Sofia Coppola, Jessa Johansson quiere madurar después de tanto desfase y vivencia personal para darse cuenta de que realmente nunca ha hallado la auténtica amistad femenina, Ray Ploshansky quiere ser un hombre de provecho (y apostamos a que fue él el que tiró al río a David Pressler-Goings) y Marnie Michaels sigue atrapada en ese mundo Disney con en el que siempre había soñado y del que no es finalmente ni la princesa ni su mejor amiga. Simplemente, no es nadie. ¿Y Adam qué? Adam ha evolucionado y se está convirtiendo en la voz interior (y de la conciencia) del grupo… muy a su pesar. El espectro de arquetipos está servido junto a una reducción del sexo salvo que el argumento (o los pechos de Dunham) digan lo contrario.


La vacuidad y banalidad en apariencia de “Girls” sigue siendo alarmante, pero la aparición de cierta profundidad y desacreditación de la misma formaba parte del juego de Dunham en esa ya pasada búsqueda de empleos/novios con la irrupción de un trastorno obsesivo-compulsivo. Su segunda temporada, por lo tanto, ha quedado reducida al igual que su trastorno, a una medicación y excusa para que Hannah pueda reconciliarse con su editor (ahora muerto) e ir publicando su primer e-book (si el proyecto no ha muerto también, claro). La ironía ha dado paso a un intercambio de roles al estabilizarse en cierta medida los personajes: Hannah es la ¿maruja?, Shoshanna la vividora, Marnie ha perdido su encanto y su cara bonita es su peor defensa y Jessa quiere rehabilitarse y encontrar un lugar en el mundo junto a sus amigas después de su fallida aventura matrimonial y darse cuenta de que la soledad enmarca su camino. En realidad, no hay nada nuevo bajo el sol (y pezón)… pero “Girls” brilla por convertir los errores y el sufrimiento de sus protagonistas en afilados lápices para escribir chistes y sketches a su costa. El drama y la comedia tratan de equilibrarse y la propia ficción procura madurar y avanzar al mismo tiempo que sus personajes. Nos quedamos con esa Dunham más bitch que nunca y cuyo egocentrismo despreciable no trata de ocultar así como la hipocresía de ella misma y el mundo ruin (virtual o no) que la rodea. ¿Lo hace, además, algún(a) joven de su edad?

2 comentarios:

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    1. COMENTARIO SIN SPAM: ¡Qué buena serie! Hay que reconocer que para cautivar al público a esta serie le hace falta mucho, sin embargo logra cumplir bastante bien su objetivo, el cual es entretener. En lo personal, Girls 4 será bastante acertada por el hecho de que en cada temporada la serie lograr sorprender a sus fieles seguidores.

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