“Nader y Simin, una separación”
(2011)
Irán
Director: Asghar
Farhadi
Título
original: “Jodaeiye Nader az Simin”
Sinopsis (Página oficial):
La
película se centra en una pareja, Nader
y Simin, y su hija de 11 años de
edad, Termeh. Nader y Simin están a
punto de salir del país para mejorar, sin embargo, a Nader le da un vuelco su corazón y decide quedarse y cuidar a su
padre que sufre de la enfermedad de Alzheimer. Simin está decidida a conseguir el divorcio y salir del país con su
hija, pero el tribunal no está a su favor. Simin
se va a vivir con su madre y Termeh regresa
a vivir con su padre con la esperanza de que su madre volverá algún día.
Los
personajes son presentados desde el punto de vista de un juez en un plano
‘fijo’, pero filmado aparentemente con cámara al hombro. Nos convertimos en ese
mismo en juez, en jueces de esa pareja que se quiere divorciar y nos es
expuesta la primera pieza de dominó que provocará la caída del resto. “Nader y Simin, una separación” nos va
a relatar, tal y como nos avanza su título, la separación de una pareja y la dilatada
elección que tiene que hacer una hija para intentar atarles y buscar la
reconciliación. La cámara sigue nerviosa y tambaleante a esos personajes pero,
en breve, desaparece y sólo quedan ellos: inseguros, reales y mentirosos.
Un país dividido: historia de una separación |
Pero
aquí la mentira es un arma de defensa o de manipulación. El miedo hace mentir a
los protagonistas para poder sobrevivir ante amenazas que les podría mermar de su
preciada libertad… y una vez que han mentido deben seguir mintiendo aunque
puedan perder sus principios con ello. El filme de Asghar Farhadi traza un
cuento moral sobre la verdad y la mentira y la utilización de ambas para un
interés propio. Todos mienten en un mundo donde la verdad ha dejado de tener
valor y se convierte en un arma que pone en peligro al individuo. La búsqueda
de la verdad, la fe y la separación de las ideas convierten a “Nader y Simin,
una separación” en una cinta que admite múltiples lecturas que podrían
representar perfectamente a ese país donde se desarrolla la acción. A ese país
donde los cineastas van a la cárcel por contar lo que consideran su verdad.
El pasado y la sangre nos atan... pero también nos separan |
Esa visión múltiple de la obra que muestra Farhadi nos recuerda a los goles que marcaban en el pasado Berlanga o en el presente Jia Zhangke ante una presión autoritaria e irracional que hace que los cineastas tengan que mentir para realmente contar la verdad.
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