Se
puede criticar, acuchillar, fusilar, morder y golpear hasta la muerte con
nuestras garras a La saga Underworld
pero también es justo reconocer sus méritos. Sólo la trilogía originada por el
personaje de Blade puede hacer mella
en los datos de taquilla en una franquicia que ha acuñado un éxito constatado y
muy regular con cada película que compone cada una de sus partes. Incluso su tercera parte y precuela sin su
estrella principal mantuvo los buenos datos de recaudación habituales. ¿Cuál es
el misterio? Llega el momento de analizar el secreto mejor guardado… El secreto
de su éxito con motivo del estreno de su cuarta parte, “Underworld: El despertar”, que ya está desangrando el boxoffice americano. ¿Por qué? ¿Por qué?
¿Por qué?
Flashback.
“La reina de los condenados” y “Dracula 2000” habían fracasado en
sacar a los vampiros del ataúd. La versión parisina de “Un hombre lobo americano en Londres” no había tenido un éxito
atronador y sus aullidos habían quedado apagados en champagne… Llegó 2003 y “Matrix” y sus hijas bastardas eran
tendencia absoluta y moda universal. Ese año se estrenaban las esperadísimas “Matrix Reloaded” (mayo) y “Matrix Revolutions” (noviembre). A
mediados de septiembre cayó sobre sus botas de cuero con hebillas una vampira
guerrera, cazadora de hombres lobo, embutida en cuero y látex bajo una estética
cyber-gothic–punk y pariendo cientos de miles de balas a discreción sobre la
pantalla y sus desafortunados rivales. ¿Es Trinity?
¿Está como un cañón (¡y qué pedazo de cañón con el que está fusilando al
personal!)? ¡No! ¡Es Selene! “Underworld”, además, se estrenó con “El secreto de los McCann” y “The Fighting Temptations” liderando la
taquilla estadounidense y recaudando prácticamente su presupuesto. Haga una
prueba: ¿de cuál de las tres películas se acuerda? ¿O incluso, cuál de las tres
películas ha visto? Sí, independientemente a sus insuficientes y regulares críticas,
Kate Beckinsale, sus ojos tuneados de
vampiresa y poses antes de aniquilar a un ejército de licántropos se pusieron
de moda y no han defraudado en datos de taquilla a sus productores desde aquel
entonces.
Selene y sus ojos fríos y tuneados |
Todo
trata de ese estar en el lugar y en el momento oportuno y cobró una nueva
dimensión porque, pese a polémicas aparte con la novelista Nancy A. Collins y los juegos de rol de ‘Werewolf’ y ‘Vampiro: La Mascarada’, La Saga Underworld ha ocupado un puesto en su
particular trono y ninguna de las aspirantes posteriores ha conseguido
desbancarla. Ni las películas de
Uwe Boll sobre “Bloodrayne”,
“Guardianes del día”, ni “Rise:
Cazadora de sangre”, “La criatura
perfecta”, “La marca del lobo”, “El circo de los extraños”, “La maldición (Cursed)”, “30 días de oscuridad”, y ni mucho
menos “Ultravioleta”. Repase los títulos
anteriores y se dará cuenta de que en un país de bodrios, el traje de cuero y
látex es el rey (y el cuerpo del delito). De hecho la única referencia
exitosa inmediatamente posterior a “Underworld”
fue “Van Helsing”, aprovechándose tal
vez del tirón de Kate Beckinsale con un corpiño ceñido de… ¡cuero! Aunque
comparando sus presupuestos (160 millones de dólares respecto a poco más de 20
de la película de Len Wiseman) queda
más claro del porqué Universal Pictures
no continuó con esa franquicia y Sony
Pictures rentabilizó cada centavo.
Siempre agarrando sus pistolas |
Es cierto que La Saga Underworld
pasará a la historia como una saga de acción más que de vampiros y hombres lobo
aunque sirvió para que tanto su director como actriz principal se
comprometieran meses antes del estreno y se casaran un año después. La triste
realidad, no obstante, es que tampoco hemos visto grandes ficciones de chupa-sangres
y licántropos en la gran y pequeña pantalla. Sí, sí… “La
sombra del vampiro”
es para cinéfilos y amantes del cine silente. “Déjame entrar” es material para gafapastas y público sesudo que
pasa del cine comercial, La saga
Crepúsculo para seguidoras de Justin
Bieber o encefalogramas en vías de desarrollo y “True Blood” para marujas cachondas adictas al abdominal nórdico y
a pecho lobos del Men's Health. Falta un target
importantísimo aquí: el de varones que van al cine a ver buenas mozas,
argumentos facilones copiados de los culebrones de mediodía que no llegan ni a
medio cómic, tiros y acción a discreción e insustancial entretenimiento… Y, a
juzgar por los entradas vendidas, son muchos…
y La Saga Underworld tiene tanto de lo anterior como balas en la
pantalla y, al parecer, en la recamara.
(Nota por mensaje de Neathara:
se evitarán hacer rimas de Selene con la palabra ‘pene’)
“Underworld”
(2003)
EEUU
Director: Len Wiseman
Sinopsis (Filmaffinity):
Durante siglos,
dos razas han ido evolucionando en las profundidades de la Tierra: los
aristocráticos y sofisticados vampiros y los brutales hombres-lobo (licántropos),
cuya existencia siempre había formado parte del mundo de los mitos y las
leyendas. Estas razas nocturnas son enemigas mortales y están condenadas a
vivir en perpetua guerra hasta que sólo una de ellas sobreviva. En medio de
este conflicto ancestral, una Guerrera Vampiro, Selene, descubre una conspiración de los licántropos para
secuestrar a Michael, un joven
médico. Después de seguirlo por toda la ciudad, Selene entabla una insólita relación con él, y cuando los licántropos
se deciden a atacar, se interpone entre ellos y el médico. Mientras intenta salvar a Michael,
descubre un plan de los licántropos para crear nuevas criaturas que combinen
los poderes de ambas razas y carezcan de sus debilidades. Este proyecto, de
hacerse realidad, favorecería a los Hombres-lobo.
Crítica
Bastarda:
—¿Eres Trinity?
— [Con voz de camionera] ¡No, soy Selene!
Noche y oscuridad, rayos y centellas, lluvias y catedral, palomas que
parecen cuervos y, sobre todo, mucha pose. Una voz en off susurrantemente
femenina y poderosa nos cuenta el rollo para que aquí nadie se pierda el hilo
dental. Lo normal aquí es salir corriendo o tirarse por una ventana… pero esta
señora vampira, Selene, cae siempre de pie y sigue andando como si
estuviera en la pasarela Cibeles. La clave es aprovecharse de los logros de
otros, desangrarlos y pasar sus coágulos por la batidora: de los juegos de rol
de White Wolf a la estética “Matrix”. El éxito consiste en llegar
en el momento adecuado. En el 2003 se estrenaban las esperadísimas “Matrix
Reloaded” (mayo) y “Matrix Revolutions” (noviembre). A mediados de
septiembre cayó sobre sus botas de cuero con hebillas una vampira guerrera,
cazadora de hombres lobo, embutida en cuero y látex bajo una estética
cyber-gothic–punk y pariendo cientos de miles de balas a discreción sobre la
pantalla y sus desafortunados rivales. ¿Es Trinity? ¿Está como un cañón (¡y qué
pedazo de cañón con el que está fusilando al personal!)? ¡No! ¡Es Selene!
Sorpresas y creando una leyenda |
Lo importante no es ser vampiro sino tener suficientes balas en la
recamara. La sangre actúa como wikipedia
y TL de Twitter y cualquier
parecido vampírico con la irrealidad es impura inconfidencia. Los vampiros no
necesitan adoptar, pueden crecer hasta una edad adulta y pasan de chupar sangre
a los humanos si no es para expandir su vírica inmortalidad. O eso creo, porque
en ese (infra)mundo nadie lo tiene claro. En el argumento hay una gran
conspiración, mentiras del pasado, gobernantes emergentes, planes oscuros en la
sombra y sexo interracial (o zoofilia desde nuestra perspectiva humana).
Y siempre queda... el chico |
Hay una secuencia que resume la esencia de la película. Me encanta cuando
Selene está acorralada por hombre lobos peludos, sudorosos (y seguramente sin
desodorante). No tiene escapatoria. Pero huye disparando al suelo haciendo
círculos sobre sí misma. En ese punto “Underworld” nos habla de sí misma
y la naturaleza cinematográfica que representa en esa sutil y balística
metáfora: cuando el género está atrapado lo mejor es dar vueltas sobre sí mismo
para marear (pero sin marearse) y… caer más abajo…
No importa descender a los infiernos si con eso sobrevives.
Aúllen o muerdan, pero Selene y la saga que protagoniza lo hizo…
“Underworld: Evolution”
(2006)
EEUU
Director: Len Wiseman
Sinopsis (Filmaffinity):
La lucha milenaria
entre depredadores ha adoptado nuevas dimensiones de violencia. Ha nacido una
nueva raza en nada comparable a ninguna otra conocida. Traicionada por los de
su propio clan, la guerrera vampiro Selene (Kate Beckinsale), busca venganza. Para ello, decide descubrir la
verdad sobre la identidad del primer Inmortal verdadero. No es Marcus, el rey de los vampiros como se
creía, sino Alexander Corvinus,
padre de Marcus y de su hermano gemelo William.
Selene y el híbrido Michael (Scott Speedman), protagonistas de un amor prohibido, lucharán
juntos contra el poderoso Marcus,
quien está decidido a liberar a su hermano preso y usar la sed de sangre de
éste para llegar a dominar el mundo.
Crítica
Bastarda:
—Selene, te veo evolucionada...
— [Con voz de camionera] Si estás insinuado que me he operado las tetas…
¡estás muerto!
Desde 1202 hasta la actualidad en la que se desarrollaba “Underworld:
Evolution” la historia pretende cerrar todos los cabos sueltos y pasados
posibles reanudando un plan que originó la creación de los vampiros. Sí, como
leen: al parecer el primer inmortal de la historia, Alexander Corvinus,
tuvo tres hijos… A uno le mordió un vampiro y se hizo vampiro, al otro un lobo
y se hizo hombre-lobo y a un tercero, al parecer, la novia le tuvo que morder
todo-todito-todo y se quedo humano… Es decir, que si a uno le hubiera mordido
un perro hubiera sido un hombre-perro o si hubiese sido picado por una gallina
(poblaban el planeta en el Siglo XIII) sería ¡el hombre gallina! Por suerte y,
al parecer, sólo había lobos y murciélagos en el ecosistema donde vivía el
señor Corvinus. Ni gatos ni periquitos ni cactus… sólo murciélagos y
lobos…
Afianzando la relación interracial |
“Underworld:
Evolution” nos habla de un reencuentro familiar sin cámaras de Telecinco cerca entre un vampiro y
hombre lobo cuasi-milenarios con papá como testigo accidental… pero, también,
de una historia apasionada de amor entre una vampira guerrera embutida en cuero
y látex y un híbrido que se ha olvidado la camiseta. No faltan persecuciones,
bicho digital ‘amuerciélagado’, un polvo sacado de un anuncio soft-porn de cosméticos, pistolas que
parecen metralletas, peleas con piruetas mortales a cámara lenta y explosiones
cada medio minuto.
Entre dos Licántropos |
¡Qué se salve quien pueda…! Aunque en esta parte sobreviven los justos y
los menos pecadores. Así es la dura vida en los videojuegos cuando se te
acaba(n) el (los) crédito(s).
“Underworld: La rebelión de los licántropos”
(2009)
EEUU
Director: Patrick Tatopoulos
Título
original: “Underworld: Rise of the Lycans (Underworld 3)”
Sinopsis (Página oficial):
Descubre los
orígenes de las sangrientas contiendas entre los aristócratas vampiros y sus
antiguos esclavos, los licántropos. En la Edad Oscura, un joven licántropo
llamado Lucian (Michael Sheen) emerge como el poderoso líder que une a los hombres
lobo para levantarse contra Viktor (Bill Nighy), el cruel rey vampiro que
los ha esclavizado. A Lucian se une
su amada secreta, Sonja (Rhona Mitra),
en esta batalla contra el ejército vampiro en su lucha por la libertad.
Crítica
Bastarda:
—Selene, no te veo... ¿'Aonde' andas Selene?
— [Con voz de camionera] Moldiendlo el cluello a tlu pluta madle
La triple pirueta mortal de La Saga Underworld pasa por una
precuela sin su actriz principal y director habitual relegando dichas tareas a
la que también viéramos los colmillos posteriormente de “The Gates: Ciudad
de vampiros” (Rhona Mitra) y al responsable de los efectos
especiales de las dos anteriores (Patrick Tatopoulos). Michael Sheen,
además, había aumentado considerablemente de caché desde el estreno de “Underworld”
en 2003 y apuntaba a apoderarse de todo el mundo sobrenatural ejerciendo del líder
del clan de los Volturi en La Saga Crepúsculo. También era buen
momento para que Bill Nighy, pieza referente a la inicial trilogía,
ejerciera de perfecto villano. “Underworld: La rebelión de los licántropos”,
pese a la suma de riesgos iniciales, contó un presupuesto de 35 millones de
dólares y consiguió números parecidos a sus predecesoras.
La historia de amor imposible de Sonja |
Si vendieran profilácticos para hombres lobo “Underworld: La rebelión
de los licántropos” sería un anuncio de 90 minutos. Se podría definir esta
precuela como un cruce de “La rebelión de los simios” y “Espartaco”
en la Edad Media. Aunque también podría ser una versión zoofílica de las “Las
dos Torres”… pero pensándolo bien ya había zoofilia y sexo interracial en
las anteriores partes… Sabremos el motivo del exilio europeo de Viktor y
conoceremos a personajes secundarios de “Underworld” desde sus pelos y
sudores (¡y señales!). El momento de levantamiento te deja los pelos de punta
con Michael Sheen elevando los brazos y luciendo sobaquera gritando en
las mazmorras a sus compis-peludos: «¿¡Podemos ser esclavos o podemos ser
licántropos!?». Yo, lo que quiero, es perder de vista a esta película…
Lucian nos hizo un spoiler en la primera parte... |
Lo más fuerte y digno para aullar a la luna de “Underworld: La
rebelión de los licántropos” es que se toma completamente en serio el
material ¿dramático? con el que tantea y asoman brotes romántico-trágicos con
frases que necesitan una depilación urgentemente. Pero la frase ganadora de
este recital que bordea con el ridículo y su destrucción cual vampiro yéndose a
la playa de Torremolinos a mediodía es la siguiente:
«Me has traicionado para estar con un animal»
Al parecer, la leyenda urbana del ‘perro’ y la mermelada tenía
precedentes…
Underworld siempre me pareció una de las mejores películas de vampiros que he visto (si son pocas); siempre me pareció que su historia estaba bien así y que (como si de Terminator se tratara) la precuela era innecesaria y en el peor de los casos sólo generaría inconcistencias respecto a las películas anteriores; desde el principio ví que "La Revelión de los Licántropos" (conocida en latinoamérica como "La Revelión de los Lycans", porque aparentemente cambiaron de traductores pués en las dos anteriores a los hombres-lobo les decían "Licántropos") era sólo para agarrarse al boom de los romances monstruosos que trajo Crepúsculo
ResponderEliminarHola Anónimo!
EliminarPara los aficionados al cine de vampiros desde luego fue un cambio bastante radical ya que la vocación de la película era de acción con muchos disparos y artes marciales en el pack. El resto vinieron con vocación muy comercial y tener a Crepúsculo en cartelera le añadía un aliciente de películas para chicos frente a las historias para chicas adolescentes femeninas que protagonizan Bella y Edward.
Únicamente destaco el reboot y cuarta parte ya que la primera me parece aprovecharse sin escrúpulos de la moda Matrix que imperaba en ese momento.
Saludos y gracias por el comentario,