El ‘Invierno (nuclear)’ también ha llegado a FX y “The Strain” ha iniciado el ritual para despedirse de nuestras pantallas en plena guerra ‘fría’ con el aterrizaje de la todopoderosa “Game of Thrones” de HBO. Finalmente, la adaptación ‘La Trilogía de la Oscuridad’ —coescrita por Guillermo del Toro y Chuck Hogan— ha pasado sin pena ni gloria diluyéndose en una póstuma entrega. Aquí solamente cabe la decepción salvo que entienda la propuesta como una de las mejores comedias tróspidas que se recuerdan. Recordemos, el Occido Lumen es la única arma de la humanidad frente a la invasión Strigoi y la gran dicotomía de la ficción es conocer si el mayor enemigo y antagonista es el Amo (del Calabozo del Metal) o el repelente Zach. Y si uno juzga uno a uno los hechos descubrirá que es el hijo tróspido de Ephraim Goodweather el principal villano de la historia. Al fin y al cabo, todas y cada una de sus acciones llevaron a la caída de Nueva York tras la explosión de una bomba nuclear (por un simple berrinche). DRAMA. El DRAMA absoluto. Nuestros protagonistas habían reducido al Maestro, en poder del cuerpo de Eldritch Palmer, y tenían todo ganado… pero no contaban con Zach. El fruto Zach de los memoles. ¡Jopelines! El peor personaje (infantil o no) de la historia de la televisión va a seguir sembrando el terror en “The Worm Turns”, primer episodio y season premiere de la cuarta y última temporada de “The Strain”. ¿Qué nos espera antes de que el niñato más odiado de la galaxia televisiva destruya definitivamente a la humanidad?
Vayamos a los conscientes olvidos. Poco o nada sabremos de Setrakian, Gus o Dutch Velders ya que parece que éstos están llevando su propia sintonía rebelde en otros puntos geográficos de Estados Unidos. Esa separación pretendida de todos los personajes es una jugada argumental para revelarnos cómo se encuentran los supervivientes y qué maquinaciones de los Strigoi se están llevando a cabo para mantenerse en la cúspide de la pirámide alimenticia. Al fin y al cabo, sin seres humanos no hay sangre. Sin sangre, no hay Strigoi que valga. Con la humanidad casi extinguida, no sabemos si en “The Worm Turns” tenemos guiños a Terminus de “The Walking Dead” o a una distopia al uso como veremos en Filadelfia de la mano de Eph. Nuestro protagonista no sabemos si sigue buscando a su hijo o ha sacrificado sus ínfulas de salvar al mundo por una visión egoísta sin rata en la cabeza que valga. Los escritores van a perfilar ciertos encuentros tanto en la trama de Filaldelfia —como aquella que protagoniza Vasiliy Fet— para guiar a esos ejes argumentales hacia nuevos descubrimientos. Sabemos que en los Centros de la Libertad ocurren cosas mala-malitas pero nuestro héroe ha dejado de ser una folclórica borracha para sobrevivir e inmiscuirse lo mínimo en los asuntos de los rebeldes. No obstante, sigue pensando en su hijo sin que sepamos por qué teniendo en cuenta que lo suyo era estrangular a Zach por todos los crímenes contra la humanidad que ha cometido. Pese a todo, da la impresión de que Eph no va a poder librarse su condición y un atentado, sobre un autobús de los Strigoi, pondrá en bandeja a nuestro genocida de ratas muertas —sobre calvorotas— una vía para hallar la redención con rebeldes en la zona.
Tras el Día de la Iluminación, el mundo cambió para siempre y simplemente con nueve meses los Strigoi se han apoderado del planeta ofreciendo una convivencia a los humanos a cambio de su sangre… Estamos seguros que si el Amo fichó a fruto nazi no fue casualidad y aquí surge un paralelismo con la ocupación alemana de grandes ciudades europeas durante la Segunda Guerra Mundial. Desconocemos el estado del resto del planeta y si el poder del Amo es tan aterrador como para controlar a los suyos al otro lado del hemisferio. Sea como fuera, el villano quiere entrenar al otro villano para que sea un líder en el futuro. Asesinando al tigre de “La vida de Pi” y tragando leche de su mentor (¿¡dónde carajos está el Defensor del Menor!?), los celos de Thomas Eichorst son tan recurrentes como estúpidamente divertidos. El Amo no solo controla a su discípulo con visiones de su mamá sino que desea explotar ese potencial oscuro de ese protogenocida y Sith en potencia. No sabemos si para tener de una vasija propicia a su condición maléfica o, simplemente, como escudo humano frente a las acciones de Setrakian o Quinlan. ¿De verdad que se van a detener nuestros héroes por Zach? ¡Si lo suyo es acabar con ese asesino y gran mal que va a exterminar la humanidad! Sea como fuera, nuestro Amo regalará —aparte de leche fresca a Zach— una joven hembra para disgusto de su perro tróspido of the night. ¿Habemus drama o la comedia ha alcanzado un nuevo cénit? Eichhorst también quiere muerto al mocoso por sus periódicos celos así que no sabemos cómo acabará la historia… aunque conocemos de antemano que todo el mundo que se ha enfrentado a Zach ha acabado JODIDO.
Por parte de nuestros otros salvadores, vamos a ir a Dakota del Norte para ver una versión cutre de “Mad Max: Furia en la carretera” meets “Falling Skies” donde Quinlan salvará constantemente a Fet y Charlotte. Aquí no hay término medio entre esos supervivientes que no merecen sobrevivir. Vamos a pasar de racistas, sexistas y violadores ‘rednecks’ a un grupo de feminazis, entrenadas por ninjas, en plena lucha contra el heteropatriarcado. El mundo es normal que así se vaya a la mierda… La cuestión es que Fet y Quinlan buscan una ojiva nuclear y los escritores del espectáculo tampoco tienen tiempo de pulir algún recurso con el que descubran una base de misiles en la que todavía dispongan de algunos que no hayan sido lanzados. Dicho y hecho… vía encuentro fortuito porque-yo-lo-valgo. Tampoco vamos a criticar a una serie que impuso inicialmente un lento desarrollo por pisar ahora el acelerador bajo la perspectiva de estos capítulos conclusivos. Pensemos en que el superpoder de Fet es oler a rosas tras quedar atrapado en una montaña de mierda y que “The Strain” nos plantea nuevamente si, en ese duelo de mojones del mal, el Amo es el aprendiz de Zach o era al revés. Vienen curvas y mierda everywhere. Continuará…
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Hola soy luis de Uruguay. . El que comento q estaba esperando esta critica. La verdad es que el nivel de comedia de esta serie trata de superarse a si misma temporada a temporada. Capitulo repleto se situaciones y delirios increíbles esperando los próximos ya que seguramente tendrán momentos para el recuerdo. Fet no va a ser el único que traiga mierda al show.
ResponderEliminarMuy bueno.Te falta comentar el segundo capitulo.
ResponderEliminarHola Anónimo!
EliminarSí, toca hoy. ;)
P.D.: Su día tróspido va a ser los miércoles...
Saludos bastardos.