Buenos días a todos… menos a Beyoncé

La crónica bastarda de la Super bowl pasa por describir la repetición del titular y el comentario: ¿Por qué nadie le da los buenos días a Beyoncé después de ser la protagonista de la Super bowl? Alicia Keys cantó el himno y Beyoncé se subió al escenario en el descanso. Poco importa —generalizando— en Europa el resultado sino el adorno. Y esta vez las dudas eran si habría repetición de playback como el ‘oído’ en la investidura del presidente Obama. La propia artista, en plan Lance Amstrong, confesó la ‘trampa’ ya que no hubo tiempo de ensayos y no se sentía completamente segura. Si el año pasado el playback de Madonna y el brutal show sobre el escenario quedó reducido a la peineta de M.I.A., de nuevo aquí un apagón ha sido el objeto de polémica. Este año la cadena CBS ha potenciado su ya potenciada parrilla exhibiendo a los personajes de “The Big Bang Theory”, la comedia más vista en EEUU, vestidos de jugadores listos para el partido. Pero lo importante aquí fueron los jamones, los gritos y el directo…

A nivel deportivo, Los Baltimore Ravens se sobrepusieron al apagón y a los 49ers. Ganaron 34-31 y el partido fue de infarto. Dicen… la verdad es que poco (nos) importa. ¿¡Quién ve el partido de la Super Bowl en España!? Cuatro gatos… A nivel de series, “The Walking Dead” lanzó una original promo donde los zombis se metían en casa de los espectadores. Recordemos que Rick Grimes y lo que queda de familia y amistades regresan el 10 de febrero. A nivel de avances cinematográficos se vieron los anuncios de “Guerra Mundial Z” con los zombis haciendo flashmobs e intentado comerse a Brad Pitt. También los de “Fast & Furious 6”, que parecía el trailer de “G.I. Joe: La venganza”, “Oz, un mundo de fantasía, que nos demuestra que las brujas digitales buenorras están de moda... y buenorras, o “Iron Man 3”, con una misión en plan videojuego de salvar a gente en caída libre desde Air Force One. Para rematar(nos) hicieron acto de presencia “El llanero solitario”, “El mensajero”, “Star Trek: En la oscuridad” y “21 and Over”, una mezcla de “Supersalidos”, “Project X” y “Resacón en las Vegas”. O sea, nada nuevo bajo el sol o las luces que se zampó la Beyoncé.

Pero lo ‘very important’ era ver el directo de Beyoncé, que comenzó con ‘Love on top’ y ‘Crazy in Love’ y se reencontró con Kelly Rowland y Michelle Williams para unificar en ese escenario a las Destiny's Child. Kelly y Michelle fueron lanzadas como cohetes pero ningún se ‘vertió’. Sonaron ‘Single ladys’ y ‘Bootylicious’ y alguna otra cosa más que no se entendió mucho, para finalmente cerrar con ‘Halo’. La voz en directo decepcionó a muchos aunque el escenario era muy original con la efigie duplicada de Beyoncé y rellenada de anónimo público… con unas sábanas robadas se los chinos para contonear el pelo. El publico intentaba meter mano pero la 'Beyo' no se dejaba. Hacían el símbolo del triángulo que algunos dicen que es un símbolo masón y otros el contorno de un chochete afro perfecto. La mujer de Jay-Z se despojó de sus ropas para lucir chicha y carnaza y se quedó en cueros… negros. Las coreografías fueron una copia-popurrí de ‘El baile del gorila’ y el ‘Antes muerta que sencilla’ de María Isabel. No hubo rabos sobre el escenario… salvo que alguna de las bailarinas y músicas fuera travelo/trans y se llamara Manolo. Para algunos, Beyoncé fue una fiera y monstrua en el escenario… y, para otros, no se merece los ‘Buenos Días’. Cosas de ser una diva con jamones. Cosas, en definitiva, de la Super bowl…