Título original: “Gangster Squad”
Director: Ruben Fleischer
EEUU
2013
Director: Ruben Fleischer
EEUU
2013
Sinopsis (Página Oficial):
Los Ángeles, 1949. El mafioso Mickey Cohen (Sean Penn) lleva la batuta en su ciudad, cosechando los sucios beneficios de las drogas, las armas, la prostitución y de todas las apuestas que se hagan al oeste de Chicago. Y todo esto lo hace bajo la protección no sólo de sus matones a sueldo, sino también de la policía y de los políticos bajo su control. Es suficiente como para intimidar incluso al policía más valiente y avezado, pero no al pequeño grupo secreto de los adjuntos al Departamento de Policía de Los Ángeles, encabezado por el sargento John O’Mara (Josh Brolin) y Jerry Wooters (Ryan Gosling), que aunaron sus fuerzas para intentar descuartizar el mundo de Cohen. “Gangster squad (Brigada de élite)” es el relato sobre los acontecimientos en torno a los esfuerzos del Departamento de Policía de Los Ángeles para recuperar su ciudad natal de las manos de uno de los mafiosos más peligrosos de todos los tiempos.
¿Se imaginan una película de acción de Jason Statham en blanco y negro, sin peleas físicas sino con enfrentamientos verbales sobre filosofía y ética secular y filmada en larguísimos planos fijos sin montaje? “Gangster Squad (Brigada de élite)” es el ejemplo inverso anterior al cine negro: ametralladora de frases presuntuosas y finalmente huecas con encaje de cajón y un popurrí digital-machacón que supone la redefinición actual de más de lo mismo con una empaque de videojuego. En el pasado tuvimos “Los intocables de Eliot Ness” o “L.A. Confidential” como referentes de los 80 y 90 respectivamente y “Mulholland Falls (La brigada del sombrero)” y “Dick Tracy” como fallidas definiciones del noir. El filme de Ruben Fleischer será recordado con el tiempo dentro de ese último grupo en tiempos actuales dominados por la elegancia descriptiva y litros de calidad de “Boardwalk Empire”.
Puede que el recital de frases intenten una pretenciosa capacidad de profundidad en un discurso hueco: «Mañana me quitarán la placa pero aún soy policía…» o «Hay dos cosas que no tienen vuelta atrás: las balas que se disparan y las cosas que se dicen» parecen las mejores… aunque «Me he casado con un policía honesto. Eres buena persona, hablas poco, eres un tigre en la cama… pero no necesito un héroe sino un marido» resume la propuesta: todo se reduce en ser o no ser un calzonazos. Lamentablemente la ropa interior cinematográfica de Fleischer aquí llega a los suelos y se atiborra de pelusillas.
El mafioso dice que es el progreso… pero de la biografía de "Mickey" Cohen nadie esperaba un cruce de un anuncio de Loewe y el videojuego ‘Mafia’. “Gangster Squad (Brigada de élite)” me recuerda al desapercibido y carísimo remake de más de 22 millones de euros de presupuesto que hizo Alain Corneu de “Le deuxième soufflé” de Jean-Pierre Melville, con Daniel Auteuil, Monica Bellucci, Michel Blanc, Jacques Dutronc e incluso Eric Cantona. En la cinta de Fleischer el efecto se apodera de nuevo del efecto, del sensacionalismo relumbrón y la estética de la emulación a patrones visuales sugerentes para el público actual. El protagonista afirma que no sabe vivir sino luchar, pero su historia no tiene fuerza ni para un asalto en el mes de cualquier encéfalo. Los buenos se convierten en malos y los malos siguen en malos, aunque no se plantean resortes morales. “Gangster Squad (Brigada de élite)” es puro efectismo hueco y pomposo. Puro brillo, puro porno: de una paja rápida, de un polvo sin historia. «No dispares donde esté… dispara donde va a estar», nos cuentan como lección. Precisamente pocos se acordarán dentro de un año de “Gangster Squad (Brigada de élite)”. Casquillos, bolas de navidad pulverizadas y mucho humo…es el resumen de la propuesta. Sí, mucho humo. Toda película lleva su distintivo y la de Fleischer es OLVIDO.
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