Que se
critique a “The Big Bang
Theory” debe ser un ejercicio y derecho no de libertad de
expresión sino de vida del universo geek. Hay que reconocer a la serie de Chuck Lorre y Bill Prady lo irrebatible:
ha llevado a millones de hogares el universo friki y geek como ninguna comedia
o sitcom en su historia. La diferencia ha estado siempre en que la serie que
monopoliza Sheldon Cooper ha sabido reírse ‘con’ y no ‘de’ la cultura geek. Por
ello la desvirtualización (y desvitalización) de la ficción en su fase actual es
más que risible y criticable: la serie está emparejando a los personajes con
personajes antagónicos a su universo friki y los recursos son reiterativos y
abusivos. Todo se base en ‘normalizar’ a grandes mentes alejadas de la mundanal plebe. En el caso de
Sheldon le han emparejado con una empollona como Amy, pero que le está
humanizando poco a poco. De hecho, ese parece ser el argumento de “The Cooper/Kripke
Inversion”, decimocuarto capítulo de la sexta temporada de “The Big Bang Theory”.
Se ha
fichado a Kate Micucci para ser la novia de Raj y seguramente la chica ‘despojará’
al indio de su halo geek e inmadurez. Veremos el juego de parejitas al completo y los
resortes de la serie actuarán como un previsible mecanismo. ¿Más? “The
Cooper/Kripke Inversion” queda reducido a la frase de Penny al ver la ansía
¿sexual? de Sheldon con la física:
El argumento va a provocar que Kripke y Sheldon tengan que trabajar juntos para disgusto del peculiar físico. El problema es que encontrará el proyecto de Kripke mucho mejor que el suyo provocándole una leve depresión sheldoniana imperial y que vea que tanto Penny como Leonard se preocupan por él. Amy también se acercará a su novio: por fin el físico exige contacto físico. Un abrazo le da consuelo pero descubre de boca de Kripke la ‘inversión’ a su falta de ideas: tiene novia y no para de tener sexo. Sheldon sigue el juego a Kripke y se hace efectiva, con una ligera modificación, la frase de Penny: Sheldon es gracioso
Mientras que en “Girls”, la serie más desinhibida, loca y divertida del momento, no paran de lanzar que el sexo está sobrevalorado, en “The Big Bang Theory” no paran de repetir el proceso reiterativo de todo coito a través de innumerables penetraciones. Repetimos argumento: los chicos (esta vez Raj y Howard) se gastan la pasta en frikismos varios (miniaturas de ellos mismos encargadas por internet y finalmente esculpidas en una impresora 3D) hasta que Bernadette se mete por medio. Ella es la que gana pasta y Raj es soltero y rico. Con 5.000 dólares como gasto no sexual, el sexo como arma de destrucción masiva en toda relación hace acto de presencia. El estallido no hace cambiar mucho a Howard, que se gasta el dinero de la comida en cartas de Pokemon, pero la duda es si veremos tallar a esa impresora 3D órganos sexuales. Lo único certero del capítulo son esas miniaturas de Wesley Snipes y Sam Toucan y el ‘cohete’ sexual de Sheldon que despegará en breve. Tiempo al tiempo.
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