“The Walking Dead” ha sabido combinar su faceta comercial con su extrema violencia y sangre,
que imposibilitaban su estreno y concepción satisfactoria en una cadena que no
fuera de cable. En la AMC ha logrado a su tercera temporada su mejor etapa como constante y, a
pesar de que Glen Mazzara abandona la serie para su próxima season, Robert Kirkman
quiere que nos volvamos adictos de su conversión a la pequeña pantalla. Nos
augura sorpresas y mucha acción y el punto en el que llegó el desenlace del
anterior capítulo, “Home”, nos ubica en una situación difícil para muchos personajes.“The Walking Dead” llega con “I Ain't a
Judas”, undécimo capitulo de esta tercera temporada a un
territorio es un paso adelante para aquello que está por llegar.
Hay público
que espera quince tiroteo, veinte situaciones de máxima tensión y varias
muertes de personajes principales en cada capítulo de “The Walking Dead”. O no saben echar cuentas o simplemente quieren que la serie acabe en
tres episodios. No hay demasiadas opciones… salvo si se quiere aumentar el
suspense hasta el previsible clímax que está por llegar. “I Ain't a Judas”
realmente es un nuevo capítulo de transición a modo de jornada de reflexión
para los personajes que todavía parecen no haber elegido bando Así, los
supervivientes del grupo de Rick se agrupan y exponen sus opciones para enfrentarse
al Gobernador. Merle les deja claro que el espectáculo que cerró “Home” es la
sutil forma que tiene de llamar a la puerta el sádico mandamás de Woodbury.
Hershel quiere huir y que Rick se posicione, Glenn venganza, Carl que su padre
deje de ser el líder… y Merle les aclara que el Gobernador tiene mano de obra y
armas para acabar con todos ellos… Algo,
que es cierto… ya que veremos en Woodbury que se preparan para una guerra
(pacientes de artrosis aparte). Los de asma, ¡fichados! Son 35 soldados… y
sabemos que los números mandan. Otra cuestión sea la matanza que va a surgir en
breve entre ambos bandos.
Andrea
vuelve a enfrentarse al Gobernador por sus continuadas mentiras. La última es
que Rick disparó primero. Andrea decide coger su mochila con la advertencia de
que si va a la cárcel se quedará allí para siempre. Queda claro que la cárcel
es una tumba y que Woodbury el futuro y Andrea en este capítulo deberá posicionarse
y dicha abstención puede provocarle ciertos disgustos. Para empezar, pide ayuda
a Milton para ir a la prisión e intentar pactar una tregua a espaldas del
Gobernador. Milton se chivará al jefe que le dará vía libre de ayudar a la
rubia. Así, Andrea captura a un caminante y nos dará nuestra ración de vísceras
y casquería. Amputados los brazos, veremos cómo le parten los ‘dientecillillos’
contra una piedra. Ella le llama ángel de la guarda pero yo lo llamo explotación. ¡Los caminantes también merecen derechos! Nos interesa más la aparición de Tyresse y su grupo, que fue
echado de la prisión y ahora llegará a Woodbury como comodín del público. Al
Gobernador le encanta su historia sobre su estancia en la prisión. Ahora ya
sabe que tiene cuatro aliados nuevos a su armada, aunque nos da la impresión de
que pasará algo para que Tyresse cambie de chaqueta.
Hershel
tratará de tantear a Merle y hallará que comparten muñones y club de
lectura. También Merle se sincera y le explica aquello qué hará El Gobernador
cuando les dé caza. Merle también intenta introducirse de nuevo en el grupo
acercándose a Michonne. De momento, como esta señora, todo es silencio. Andrea
será recibida con desconfianza y entrará en un conflicto al descubrir numerosas
revelaciones y escupirle, cual metralleta, verdades a la cara. Reconozcámoslo,
si fueras Andrea te irías a Woodbury porque el grupo de Rick son,
aparentemente, unos muertos de hambre. Otra cuestión… es que tengan enchufe con
los guionistas, claro. Tendremos enfrentamiento de Michonne con su antigua
compañera de aventuras y también comprobaremos que Andrea se quedó en la
segunda temporada. Muchos trapos sucios al viento después, la mosquita muerta
de Carol le da una idea: ella es la única que puede acabar con todo
asesinándole después de una tórrida noche de pasión.
Dicho y
hecho. Andrea vuelve en coche a Woodbury y es recibida por focos y cañones de
armas de fuego apuntándola. Se reunirá con el Gobernador y le indicará que fue
su decisión regresar. Se besan… y llega la noche tórrida… que acaba en
tróspida. Andrea se raja y no con la raja porque esta niña ni es tonta ni tan
simple. Su quiero y no puede entendemos que se va a prolongar hasta el season
finale… Nos queda ver qué ocurre en prisión y comprobar el horror. Sí, Beth
Greene vuelve a cantar… y volvió a subir el pan. Cada vez que entona esta niña
la palma alguien. Rick, Michonne y Carl se irán de misión y Daryl se quedará al
mando con un ojo puesto en su hermano. Menos mal que el cuerpo de Laurie Holden
y el tema de ‘Hold on’ de Tom Waits nos despiden de uno de los capítulos más
flojos de la temporada. Es de transición y teníamos anunciado el encuentro de
Andrea con su grupo desde el trailer del comienzo de la tercera temporada, ¿qué
esperaban? Ya, quince tiroteos, veinte situaciones de máxima tensión y varias
muertes de personajes principales…
Amigo gracias por publicar tan pronto tus analisis, da gusto leer despues de un capitulo como lo ha visto otra gente.
ResponderEliminarMi enhorabuena