sábado, 21 de abril de 2012

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La pesca del salmón en Yemen: Salmón de mal gusto

 “La pesca del salmón en Yemen”
(2011)
Reino Unido
Director: Lasse Hallström
Título original: Salmon Fishing in the Yemen

Sinopsis (Página Oficial):

Ewan McGregor (“Beginners”) y Emily Blunt (“Destino Oculto”), junto a la actriz nominada al Oscar© Kristin Scott Thomas (“El Paciente Inglés”) y Amr Waked (“Syriana”) protagonizan esta extraordinaria historia de la pesca de salmón y la sátira política. Una historia de heroísmo inesperado, de amor tardío y de un intento de hacer posible, lo imposible. 
Dirigido por Lasse Hallström, nominado al Oscar© por “Chocolat” y escrito por Simon Beaufoy, también nominado al Oscar© por “Slumdog Millionaire”, este largometraje está basado en la aclamada novela de Paul Torday sobre un científico que busca hacer realidad el sueño de un jeque, importando el deporte de la pesca con mosca a Yemen.

Crítica Bastarda:

No entiendo cómo una película como “La pesca de salmón en Yemen” se llama La pesca de salmón en Yemen. Cierto es que la novela de Paul Torday en la que se basa la película de Lasse Hallström se titula igual… pero manteniendo el espíritu de la obra (la épica de las grandes obras nace del sueño de lo imposible) incluso podría ser coherente. Si alguien quiere saber la sinopsis de esta película tan sólo tiene que fijarse en su título. Realmente la película acaba y empieza allí…

Existe una gran y amplio sector de la crítica y de un ponderoso número de espectadores que mitigan la calidad de este tipo de propuestas bajo el mandato de la bondad y agradecida dulzura que las envuelve. Son propuestas neutras que no hacen daño, pese a no convencer del todo a una gran mayoría de cinéfilos… quedan como simples percepciones de ese terrible eufemismo: «Para pasar el rato». Cada vez que alguien recurre a esa frase (des)hecha muere una persona en alguna parte del mundo por atragantarse con su propia bilis. ¿Por qué negar lo innegable? “La pesca de salmón en Yemen” es un título-sinopsis y bonito póster retocado cromáticamente en photoshop. Nada más. No entiendo las claves del humor que propone. Su crítica, supuestamente ácida, de la política me parece superada por la broma pesada (y diaria) de los hechos reales que nos rodean. Su incursión y paralelismo de la Guerra de Afganistán con los resortes extremistas que impiden la evolución de otros países de Oriente la juzgo como simple fachada. Sí me río y me parece desopilante el filme de Lasse Hallström cuando se convierte en una comedia involuntaria. 

A pescar y pescarnos
Todo se reduce al plano subjetivo de una trucha en un estanque para mostrar dramáticamente la puesta en escena de la ruptura de un matrimonio. Si alguien me explica por qué Hallström quiere mostrarnos dicha percepción le regalo una mosca para pescar. Sinceramente no puedo ser parcial con la película que nos propone el director de “Mi vida como un perro”. En estos tiempos de crisis económica, paro y hambre ver como un jeque quiere cumplir su sueño de importar la pesca del salmón con mosca a Yemen y fulminarse 50 millones de libras me parece algo vergonzoso e indignante. Es cierto que el filme quiere retratar precisamente esa concepción de los sueños que pueden ayudar a otras personas, que finalmente podría tratarse de un pueblo y conjunto global. Los cambios positivos alrededor cambian a las personas que viven en ese escenario. Pero más allá de dicha postal y el romance más aséptico visto en pantalla desde “Lo que queda del día”, no me parece romántica ni siento nada cómico en esos marcados personajes, que tienen la oportunidad de cambiar sus vidas para ser ellos mismos. Además, cada vez que veo en pantalla a Emily Blunt se persona en mi cerebro Katy Perry y espera que se marque el cover de Rebecca Black. Justamente veo esta película como el hit ‘Friday’: su letra dice todo y realmente no cuenta nada.

Lo que se hace con 50 millones de libras
Es más, me preocupa que un terrorista armado con una pistola decida atentar contra la vida de un jeque en la ladera de un río vestido con unas bermudas talibanas y unos horribles y protuberantes calcetines urkelianos que emergen de unas botas de militar. Me preocupa que Ewan McGregor quiera ser el nuevo Indiana Jones. Ciertamente me preocupa que alguien quiera dar lógica al absurdo… aunque realmente “La pesca de salmón en Yemen” quiera hablarnos precisamente de eso.

2 comentarios:

  1. no vamos a decir que es una obra maestra, pero salva. no sé qué tiene de crítica esto, más bien parece una excusa para lucir el ego. mi más sincera apreciación.

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    Respuestas
    1. Hola [ Hródric ]!

      ¡Por favor, revéleme con su indudable sabiduría y con un ejemplo práctico de su autoría -a ser posible de esta película- qué es una crítica?

      Mi ego (y ombligo circunspecto) le estaremos eternamente agradecidos.

      Gracias por la ¿apreciación?

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